Recrudecimiento del terrorismo en Italia

Mientras las posibilidades de que el presidente designado del Consejo de Ministros, Giulio Andreotti, pueda constituir un Gobierno estable de unidad democrática que no excluya a los comunistas, se presenta cada hora más difícil. El Terrorismo ha vuelto a hacer acto de presencia en Italia. Las Brigadas Rojas secuestraron en Roma, la noche del jueves, a un miembro del comité romano de la Democracia Cristiana, y en Turín, el grupo terrorista Primer Línea tendió ayer por la mañana una emboscada a la policía.En Turín, un grupo de terroristas entraron en un bar y después de haber inmovilizado a los ...

Mientras las posibilidades de que el presidente designado del Consejo de Ministros, Giulio Andreotti, pueda constituir un Gobierno estable de unidad democrática que no excluya a los comunistas, se presenta cada hora más difícil. El Terrorismo ha vuelto a hacer acto de presencia en Italia. Las Brigadas Rojas secuestraron en Roma, la noche del jueves, a un miembro del comité romano de la Democracia Cristiana, y en Turín, el grupo terrorista Primer Línea tendió ayer por la mañana una emboscada a la policía.En Turín, un grupo de terroristas entraron en un bar y después de haber inmovilizado a los propietarios llamaron a la policía. Cuando los agentes se presentaron empezó el tiroteo. Un policía cayó gravemente herido, mientras un joven estudiante que entraba en el bar al mismo tiempo que la policía resultó muerto en el acto. En Roma, el nuevo político secuestrado por las Brigadas Rojas es Emilio Francesco Falco, de 38 años, presidente de un grupo de cooperativas para la construcción de viviendas y perteneciente a la tendencia llamada «base», que hoy representa a la izquierda de la Democracia Cristiana.

El secuestro fue reivindicado por las Brigadas Rojas mediante una llamada telefónica al diario comunista L'Unitá, precisamente en el momento en el que la delegación del PCI encabezada por su secretario general, Enrico Berlinguer, se encontraba reunida con Andreotti para discutir la formación del nuevo Gobierno.

Inmediatamente después del secuestro de Falco se pensó que se trataba de una operación política, ya que el dirigente democristiano, aunque vive bien, no es ningún millonario y es un activista político conocido en los barrios de Roma.