Homenaje en Graus a Joaquín Costa
En la localidad altoaragonesa de Graus se rindió en la jornada de ayer jueves un homenaje al insigne jurisconsulto y escritor oscense Joaquín Costa, en el 68 aniversario de su muerte, con el estreno mundial de la obra Resurrección y vida de Joaquín Costa, de Alfonso Zapater. La interpretación corrió a cargo del grupo de teatro La Taguara. Tras la representación se procedió a depositar coronas de flores en el monumento a Joaquín Costa.
El autor ha declarado a EL PAÍS: «Llevar al teatro a Joaquín Costa era una idea que a mí me seducía desde hace muchísimo tiempo, quizá por lo d...
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En la localidad altoaragonesa de Graus se rindió en la jornada de ayer jueves un homenaje al insigne jurisconsulto y escritor oscense Joaquín Costa, en el 68 aniversario de su muerte, con el estreno mundial de la obra Resurrección y vida de Joaquín Costa, de Alfonso Zapater. La interpretación corrió a cargo del grupo de teatro La Taguara. Tras la representación se procedió a depositar coronas de flores en el monumento a Joaquín Costa.
El autor ha declarado a EL PAÍS: «Llevar al teatro a Joaquín Costa era una idea que a mí me seducía desde hace muchísimo tiempo, quizá por lo difícil y por lo antiteatral que es el personaje de Joaquín Costa, antiteatral por sus largos parlamentos y que podría caer en el defecto de que la obra resultara muy discursiva, o fuera a base de monólogos o de una sucesión de estampas biográficas sobre nuestro ilustre polígrafo. Me propuse vencer estas dificultades y creo que lo he conseguido.»
«El título Resurrección y vida de Joaquín Costa, que tiene resonancias bíblicas, está justificado porque empieza la obra, precisamente, a raíz de la muerte de Joaquín Costa. Con Costa muerto son ya dos acciones paralelas: la resurrección de Costa viene justificada por su propio ideario dramático, por La vigencia de su pensamiento y porque quizá en estos momentos sea cuando más lo necesitamos. Me siento identificado plenamente con este personaje. En su ideario, para mí la resurrección y la vida de Costa debería estar superada, pero nosotros los aragoneses no hemos sabido o no hemos podido hasta ahora propiciar las soluciones que él venía propugnando.»