Crítica:

El logro de una larga emoción

Precedido de gran expectación, con artículos y comentarios en la prensa, se ha estrenado en París, bajo la dirección del autor, la última obra de Cristóbal Halffter, encargo de la Radio Francia: Officium defunctorum. En ella, nuestro músico renueva su actitud frente a la violencia, bien determinada en la dedicatoria: «A cuantos han sacrificado la vida por los demás, a los que sin recurrir a la violencia han perecido víctimas de ella. »Dice Halffter que, al trabajar en su nueva e importante partitura, «pensaba en Gandhi, en Lutero King y en tantos otros anónimos que dieron y dan pruebas ...

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Precedido de gran expectación, con artículos y comentarios en la prensa, se ha estrenado en París, bajo la dirección del autor, la última obra de Cristóbal Halffter, encargo de la Radio Francia: Officium defunctorum. En ella, nuestro músico renueva su actitud frente a la violencia, bien determinada en la dedicatoria: «A cuantos han sacrificado la vida por los demás, a los que sin recurrir a la violencia han perecido víctimas de ella. »Dice Halffter que, al trabajar en su nueva e importante partitura, «pensaba en Gandhi, en Lutero King y en tantos otros anónimos que dieron y dan pruebas de amor hacia el prójimo».

Basada en textos que van desde San Pablo al Apocalipsis, esta gran llamada de Aleluya, este conjunto sinfónico vocal, requiere -según los comentaristas- concentrada atención y logra una emoción larga, algo así como un inmenso «espacio místico» que parece enemigo de las grandes ovaciones. Estas estallaron, sin embargo, en el estudio de Radio Francia, para prolongarse durante bastante tiempo en homenaje a Cristóbal Halffter, considerado en los medios musicales franceses como una de las principales personalidades de la música europea contemporánea.

Más información

Antes de Officium, el violoncellista francés Alain Meunier, con la Orquesta de RF, bajo la dirección de Halffter, dieron una espléndida versión del Concierto para violoncello, que se estrenara en Granada durante el Festival 1975. Obra concebida dentro de un gran virtuosismo, pero puesto siempre al servicio de la idea musical, no ha dejado de interpretarse desde la fecha de su primera audición hasta hoy.

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