Más de medio billón de pesetas perdidas en España por falta de investigación

La poca atención a la investigación en España ha supuesto un déficit en la balanza de pagos de 580.000 millones de pesetas en los últimos diez años, hasta 1976, según se ha podido conocer en medios próximos al Gobierno, que actualmenteprepara un plan trienal para la financiación de la investigación científica en España, según informó ayer EL PAIS.El referido plan trienal para la financiación de la investigación científica que será presentado al Gobierno el próximo mes de enero pretende dotarla de unas condiciones económicas mínimas, así como racionalizar su organización, incluidos los controle...

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La poca atención a la investigación en España ha supuesto un déficit en la balanza de pagos de 580.000 millones de pesetas en los últimos diez años, hasta 1976, según se ha podido conocer en medios próximos al Gobierno, que actualmenteprepara un plan trienal para la financiación de la investigación científica en España, según informó ayer EL PAIS.El referido plan trienal para la financiación de la investigación científica que será presentado al Gobierno el próximo mes de enero pretende dotarla de unas condiciones económicas mínimas, así como racionalizar su organización, incluidos los controles públicos necesarios.

El plan, que lleva un año de elaboración y perfeccionamiento, pretende organizar los gastos del Estado en las necesidades de la investigación, lo que se considera como un medio eficaz para empezar a atajar de raíz los males de nuestra ciencia.

Precisamente a la desatención que se denuncia en el plan a la investigación científica en España se atribuye el citado déficit de 580.000 millones de pesetas en diez años. Esta cifra se ve incrementada de año en año con cantidades crecientes de pagos tecnológicos al exterior, que representan un peso fisico para el país y una dependencia de su sistema productivo.

Según el referido estudio, nuestro país, que «está en condiciones de prestar una ayuda especialmente valiosa en uno de los capítulos básicos de la colaboración con los países en desarrollo», particularmente en Iberoamérica, no cuenta con medios necesarios para hacerlos frente. Además, según se afirma, si España no gasta más en investigación «hará un papel muy pobre en la Comunidad Económica Europea», siendo un pariente pobre con talleres industriales no enraizados auténticamente en el país ni con la competitividad necesaria de cara a su vida in el área europea.

El plan, que prevé un conjunto de inversiones mínimas en el sector de la investigación científica, evaluadas en unos 55.000 millones de pesetas, contempla, entre otras cosas, el rejuvenecimiento de nuestro personal investigador, particularmente envejecido en las décadas de los sesenta y los setenta. Para ello, prevé el crecimiento acumulativo anual del 10% de las plantillas, para hacer frente al personal ya formado y muchas veces subempleado, así como la dotación de 3.300 becas para formación de nuevo personal. También prevé la formación de más de 2.000 técnicos y auxiliares para la investigación, de ellos, novecientos para la universidad, dentro del programa de racionalización de las tareas investigadoras.

En el plan se sientan los principios generales de orientación de investigación específicas, como primer paso para el establecimiento de planes prioritarios de investigación que serán contemplados por una ley sobre Investigación Científica que tratará de ordenar adecuadamente el ancho campo de esta actividad. También se establecen las bases para una mejor gestión de la investigación, así como las acciones generales para potenciarla en las universidades, centros oficiales y empresas.

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