"Los cuentos de Hoffmann" por la escuela superior de canto

De nuevo se inició en la Zarzuela el ciclo «Ópera para la juventud», una brillante iniciativa de la Dirección General de la Música. Sólo le falta una mayor publicidad, pues creo que sólo a ello se debe que el teatro no acabara de llenarse. Por lo demás. Los cuentos de Hoffmann es una preciosa ópera, representativa de muchas cosas musicales y literarias y hasta sintética del gusto francés en un momento determinadoTodo funcionó con naturalidad y profesionalidad; cantaron bien los coros y sonó excelentemente la orquesta. De la escena, al mismo nivel de calidad, se encargó Horacio R....

De nuevo se inició en la Zarzuela el ciclo «Ópera para la juventud», una brillante iniciativa de la Dirección General de la Música. Sólo le falta una mayor publicidad, pues creo que sólo a ello se debe que el teatro no acabara de llenarse. Por lo demás. Los cuentos de Hoffmann es una preciosa ópera, representativa de muchas cosas musicales y literarias y hasta sintética del gusto francés en un momento determinadoTodo funcionó con naturalidad y profesionalidad; cantaron bien los coros y sonó excelentemente la orquesta. De la escena, al mismo nivel de calidad, se encargó Horacio R. Aragón, y Odón Alonso fue director musical no sólo competente, sino expresivo y brillante. Opera de «alumnos», no lo parecía en verdad y no será difícil ver, por el ancho mundo, representaciones profesionales de menor mérito, sobre todo, en lo tocante al reparto. Porque si Jesús Sanz Remiro se ganó la admiración de todos en sus diversos personajes diabólicos, Maravillas Losada hizo una deliciosa Olympia, Josefina Flores una Giuletta, atractiva en todos los órdenes y Young Hee Kim Lee una encantadora, poética y convincente Antonia. Puede que José Durán, en Hoffmann, deba superarse en el futuro, pero me parecería injusto negarle aquí el aplauso que el público le concedió. Vaya una cita de honor para Evelia Marcote, Domingo Cedres, Santiago de la Cruz, y García Quijada.