Polifonía, homenaje, conservatorio y concurso

La misa por Falla, en la capilla de los Reyes Católicos, tiene siempre junto al significado religioso un alto valor musical. El coro que lleva el nombre del compositor y dirige el maestro Ricardo Rodríguez, acompañó el sacrificio con páginas polifónicas españolas (a excepción de un fragmento de Bach) de compositores de ayer y de hoy: tres autores del siglo XVI, uno de ellos apenas frecuentado -Aliseda, Victoria y Morales- y dos granadinos de nuestro siglo: Valentín Ruíz Aznar (aragonés de origen pero granadino de adopción) y su discípulo y sucesor en la catedral, Juan Alfonso García. Amigo ent...

La misa por Falla, en la capilla de los Reyes Católicos, tiene siempre junto al significado religioso un alto valor musical. El coro que lleva el nombre del compositor y dirige el maestro Ricardo Rodríguez, acompañó el sacrificio con páginas polifónicas españolas (a excepción de un fragmento de Bach) de compositores de ayer y de hoy: tres autores del siglo XVI, uno de ellos apenas frecuentado -Aliseda, Victoria y Morales- y dos granadinos de nuestro siglo: Valentín Ruíz Aznar (aragonés de origen pero granadino de adopción) y su discípulo y sucesor en la catedral, Juan Alfonso García. Amigo entrañable de Falla, D. Valentín trató siempre de aproximarse a su estética y procedimientos. El Ofertorio ahora escuchado es extramadamente simple y de gran intensidad expresiva. O Sacrum Convivium, nos revela al Juan Alfonso Carcía conciliador de las lejanas tradiciones y la prosodia actual.En otro número de EL PAIS dedico la atención que merece la figura de Angel Barrios, a quien el Patronato de la Alhambra rinde homenaje con la inauguración de un museo construido en el lugar que fuera su casa y la de su padre, el célebre Polinario, centro de reunión de artistas, intelectuales y amadores del buen cante y toque jondos. Autógrafos, dedicatorias de grandes músicos, pinturas, muebles v diversos objetos logran revivir, al costado de Santa María de la Alhambra, el ambiente que respiraran los barrios e inspirara su polifacética vena. Carmen Conde, desde su alta palabra poética, recordó al compositor en presencia de un muy nutrido grupo de personas entre las que se encontraba la hija del compositor, Angela Barrios.

Antes, en una de las salas de Carlos V, yo de mi versión del personaje «visto desde Madrid» y dos artistas de tanto mérito como fuerza racial tocaron y cantaron música de Barrios. La soprano Pura María Martínez sintió, cantó y dijo tres canciones sobre el texto del granadino Agustín Valdivielso y la «petenera», de La Lola se va a los puertos, ópera basada en el texto de Manuel y Antonio Machado. Esteban Sánchez, a más de colaborar con la cantante en actitud de absoluta entrega al homenaje, interpretó, con la gracia que sabe hacerlo -casi diríamos que no puede evitar- Volanderas, Farruca, En las cuevas del Darro y Guajiras, que obtuvieron, en 1910, el premio del concurso convocado por el Centro Artístico.

Ay del Conservatorio

También fue Barrios director del Conservatorio Victoria Eugenia, un centro que, desde hace medio siglo, lleva una vida «perra». Sueldos misérrimos y tardíos para los profesores y ausencia de local no impiden -ya es afán admirable- una matrícula de 1.500 alumnos. Sobre el tema, o sobre anécdotas que lo bordean, se ha escrito bastante estos días en la prensa local. Yo creo que la solución es bastante sencilla y no puedo imaginar que no llegue a alcanzarse: el Victoria Eugenia debe ser adoptado por el Ministerio de Educación para recibir, en todos los terrenos, el tratamiento establecido por la legislación vigente para los conservatorios. Medio siglo de sacrificio denodado, en el que colaboraron profesores como Ruiz Aznar, Barrios o García Carrillo, por citar tres desaparecidos, se me antoja suficiente hoja de servicios. El reconocimiento que propugnamos, natural para una ciudad de tradición cultural, con Universidad, Festival Internacional y Centro Manuel de Falla, en el que se celebran cada año cursos internacionales, redondeará por la base el homenaje a Barrios, a Falla, a Lorca (también su profesor don Antonio Segura impartió enseñanzas en el problemático centro), a Lanz y a cuantos han sido y son en la vida cultural granadina.

Concurso de guitarra, Fernando Sors

El tribunal presidido por Andrés Segovia, en el que figuraban también los guitarristas Narciso Yepes, Regino Sainz de la Maza y José Tomás, ha fallado el concurso convocado con ocasión de las conmemoraciones de Sors. Después de escuchar una treintena de participantes venidos de muy diversos países, se decidió declarar desierto el primer premio y otorgar dos segundos, en pie de igualdad, al uruguayo Eduardo Fernández Odella y a Godllebe Monden, de Bélgica, y un tercero al venezolano Ricardo Fernández Iznaola. Se hizo mención especial del inglés William Waters.