La visita de Brejnev a Alemania Federal, sin resultados concretos y con decepciones políticas

Un diario conservador alemán ha resumido la segunda visita de Leónidas Brejnev a Bonn con una frase, en la que reúne una apreciación repetida insistentemente en los medios oficiales de la RFA estos días y una conclusión de la propia cosecha: «Las conversaciones celebras en Bonn, "útiles, realistas y sin resultados concretos".» El comunicado final de la visita del jefe del Estado y del partido soviético a la RFA parece confirmar esta impresión de escepticismo.

Las grandes empresas, a las que el Gobierno dejó la iniciativa en un contacto directo con el primer vicepresidente de la URSS, Ti...

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Un diario conservador alemán ha resumido la segunda visita de Leónidas Brejnev a Bonn con una frase, en la que reúne una apreciación repetida insistentemente en los medios oficiales de la RFA estos días y una conclusión de la propia cosecha: «Las conversaciones celebras en Bonn, "útiles, realistas y sin resultados concretos".» El comunicado final de la visita del jefe del Estado y del partido soviético a la RFA parece confirmar esta impresión de escepticismo.

Las grandes empresas, a las que el Gobierno dejó la iniciativa en un contacto directo con el primer vicepresidente de la URSS, Tijonov, y con el ministro de Comercio Exterior, Patolischev, quizá sean quiene5 logren un beneficio más palpable, en virtud del acuerdo de cooperación económica firmado el último día de la visita oficial de Brejnev y que establece un período de veinticinco años para intensificar los intercambios.

Brejnev, con la oposición

Una decepción: Egon Barh, a su vuelta de Moscú, garantizó a la prensa que en Bonn no se discutiría el tema de la bomba neutrónica, y sin embargo, Brejnev ha recurrido al problema en conversaciones con el canciller Schmidt y en sus discursos a la hora de los brindis en sucesivos banquetes. Otra decepción: en cuanto a la situación de Berlín oeste, los soviéticos se resisten aún a reconocer la presencia de organismos y autoridades alemanes federales en los sectores berlineses occidentales, porque esto contraviene los acuerdos cuatripartitos sobre la ex capital del Reich.

La mañana del último día de la visita oficial de Brejnev se ha caracterizado por su triple entrevista a la oposición: el jefe democristiano Kohl, con el cristianosocial Strauss y con el del DKP (Partido Comunista pro soviético), Herbert Mies. Este acompañará también a Brejnev cuando coloque, en Hamburgo, una corona de flores ante el monumento levantado en memoria de Ernst Thaelmann, jefe del PC alemán durante la República de Weimar. A la misma hora se realizará, por delegación de Brejnev, otra ofrenda en la casa natal de Karl Marx, en Treveris.

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En cuanto a la entrevista Kohl-Brejnev, el jefe democristiano dijo al finalizar que había recomendado al jefe soviético no fijarse solamente en el criterio del Gobierno, que al fin sólo posee el respaldo de la mitad del país, y atendiese también los deseos de reunificación nacional y reagrupación familiar en los que insiste la oposición parlamentaria. En cuanto a la conversación Strauss-Brejnev, el líder bávaro comentó al final que «ni Brejnev se había decidido por ingresar en el Partido Cristianosocial (CSU), ni él en el comunista». Se desconoce si la tan esperada entrevista, la primera del líder más conservador de la DC alemana con el jefe del Estado soviético, ha significado también una confrontación clara entre ambos respecto a temas como los derechos humanos en la URSS, desarme, reducción de tropas en Europa y situación de la minoría alemana en la URSS.

La prensa también ha tenido que lamentar situaciones tensas durante estos días. La policía federal, visiblemente nerviosa desde la llegada de Brejnev, atacó contundentemente a un grupo de periodistas, uno de los cuales respondió lanzando su cámara a la cara de un agente. La policía dijo no reconocer las acreditaciones que exhibieron los manifestantes y trató de expulsar violentamente a los informadores de las cercanías de Brejnev.

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