Chocolate dejó, buen sabor

Plaza de Carabanchel. Un toro de rejonés de María Isabel Ibarro. Cinco novillos de Carolina Diez Mahou y uno de Germán Gervás (sexto lugar): Aceptables de presencia, mansos y difíciles en la muleta, excepto el quinto y el sexto, nobles. El...

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Plaza de Carabanchel. Un toro de rejonés de María Isabel Ibarro. Cinco novillos de Carolina Diez Mahou y uno de Germán Gervás (sexto lugar): Aceptables de presencia, mansos y difíciles en la muleta, excepto el quinto y el sexto, nobles. El rejoneador Curro Bedoya, dos orejas. Gallito de Zafra, vuelta. Silencio. Juan Bellido «Chocolate», palmas. Oreja. Morenito Alcázar, vuelta. Vuelta por su cuenta.Mansos y broncos, la lidia de los novillos de Carolina Díez fue harto laboriosa. Hasta nueve picotazos le dieron al quinto de lidia ordinaria, que era de Germán Gervás Aún con esta tónica de mansedumbre, hubo dos novillos buenos para la muleta, los dos más serios, el citado quinto y el sexto, que salió manso, pero que muy bien picado por El Moro, llegó al último tercio sin asperezas. Gallito de Zafra se mostró como un novillero valiente y con crtierio oficio. Vulgar con la capa y con las banderillas en el primero hizo una faena valerosa.Con el cuarto no pudo y acabó: a la deriva, le salvó su habilidad con el estoque, para cazar al bovino, Chocolate tiene gusto y quiere hacer el buen toreo, le falta, es lógico, oficio. Vulgarcito con la capa, no suelta los brazos, banderilleó a su primero con más voluntad que acierto. Al primero de su lote le hizo una faena nervioso y embarullado, pero cuando se confió sacó dos derechazos con temple y gusto. En el quinto tardó en ver que el pitón. bueno era el izquierdo,' cuando lo vio surgieron tres naturales templados, largos y mandones, que fueron lo mejor de la tarde

Morenito Alcázar, novillero un tanto veterano, fue el número cómico de la tarde. Se inhibió de la lidia en el tercero, al que hizo una faena vulgar y bullanguera, toreó más al público que al novillo. En el sexto sufrió una aparatosa cogida sin consecuencias al dar media verónica e hizo una faena sin quietud, vulgar y anodina.

Curro Bedoya rejoneó en cuarto lugar, falló en los rejones de castigo. El toro le alcanzó la cabalgadura y lo tuvo en jaque,

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