Los conserveros, en contra de las facilidades a la importación

Las mejoras conseguidas por los pescadores españoles en aguas comunitarias podrían repercutir negativamente en la industria conservera, al haber solicitado la Comunidad Económica Europea facilidades para la venta en nuestros mercados de conservas italianas y francesas.En medios conserveros gallegos, que producen más del 50 % de las conservas de pescado, se han hecho gestiones oficiosas cerca de la Administración para evitar peijuicios sensibles al sector, que encuentra, además de esas dificultades, un descenso sensible de la cotización de almejas y berberechos que ha motivado la huelga de 15.0...

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Las mejoras conseguidas por los pescadores españoles en aguas comunitarias podrían repercutir negativamente en la industria conservera, al haber solicitado la Comunidad Económica Europea facilidades para la venta en nuestros mercados de conservas italianas y francesas.En medios conserveros gallegos, que producen más del 50 % de las conservas de pescado, se han hecho gestiones oficiosas cerca de la Administración para evitar peijuicios sensibles al sector, que encuentra, además de esas dificultades, un descenso sensible de la cotización de almejas y berberechos que ha motivado la huelga de 15.000 mariscadores de las rías de Pontevedra y Vigo.

Representantes del sector han manifestado que pedirán a la Administración el mismo trato para la producción conservera italiana y francesa que se dispensa a las conservas españolas en la CEE. Francia tiene contingentada la sardina española, en función de las campañas, en tanto facilita el acceso a sus mercados de Portugal y Marruecos, países a los que no cobra derechos arancelarios, que para los conserveros españoles suponen aproximadamente un 25 %. Los túnidos españoles no tienen acceso al mercado francés, excepto cuando la industria gala no es capaz de abastecerlo. Con Italia hay libre comercio, pero se cobran también derechos arancelarios a la conserva española.

«Nuestra posición es firme: queremos trato igualitario. En esas condiciones estamos dispuestos a competir. De otro modo, manteniendo las trabas que nos po nen y facilitando la importación de conserva francesa e italiana sin limitaciones de ningún género, se produciría otro golpe mortal para el sector», ha manifestado a EL PAIS una representación de la industria conservera.

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