Los otros tigres

Tal como se apuntó hace poco en estas mismas páginas, a propósito de su presentación en el Festival de San Sebastián, ninguno de los restantes filmes exhibidos, aparte de los clásicos, tuvo tan excelente acogida a todos los niveles como estos Tigres de Papel, buena muestra de lo que en cine puede hacerse con sensibilidad, medida y buena dosis de oficio.Hoy que tantas películas se conciben y realizan a la sombra de cierto oportunismo en lo erótico y también en lo político esta historia de Fernando Colomo viene a darnos, al margen de recursos tales, una visión espontánea y eficaz de un mu...

Tal como se apuntó hace poco en estas mismas páginas, a propósito de su presentación en el Festival de San Sebastián, ninguno de los restantes filmes exhibidos, aparte de los clásicos, tuvo tan excelente acogida a todos los niveles como estos Tigres de Papel, buena muestra de lo que en cine puede hacerse con sensibilidad, medida y buena dosis de oficio.Hoy que tantas películas se conciben y realizan a la sombra de cierto oportunismo en lo erótico y también en lo político esta historia de Fernando Colomo viene a darnos, al margen de recursos tales, una visión espontánea y eficaz de un mundo de hoy: el de los jóvenes ya no tan jóvenes.

Esta sociedad nuestra, víctima habitual de la superficialidad, cuando no de la caricatura, a su paso a la pantalla, se asoma a ella en esta ocasión de un modo fácil, directo e irónico, y como tal la adivinamos. Sexo, política, amor y problemas conyugales aparecen tratados a un nivel que los aleja, por igual, de la frivolidad o el melodrama altisonante. Ello es mérito de su realizador y, también, de su trío protagonista: Joaquín Hinojosa, Carmen Maura y Miguel Arribas. Carmen Maura da, por fin, la medida de su saber hacer. Joaquín Hinojosa, tras su paso por la televisión y el cine en cometidos que hasta ahora no le ayudaron a dejar constancia de su dedicación rigurosa y su buen arte, inicia, aquí, un camino nuevo, que junto a Miguel Arribas debe llevarlos al lugar que les corresponde y al que aspiran.

Tigres de papel no es, por supuesto, una película perfecta, pero en cambio ha conseguido algo bien oportuno para nuestra actual cinematografía: demostrar cómo puede realizarse un filme realmente nuevo a cuya sombra, los demás de su estilo parecen más que vacíos, viejos.

Es de esperar que estos tigres contribuyan, en poco o en mucho -el tiempo lo dirá-, a desmontar esos ótros tigres de papel sobre los que cabalga nuestra actual cinematografía, viniendo a demostrar, de una vez por todas, que un filme es poco menos que una idea, un puñado de actores y una mirada en torno.