Washington apoyó al fascismo latinoamericano

Andrew Young, embajador de Estados Unidos en las Naciones Unidas, acaba de reconocer en Caracas que la anterior Administración norteamericana prestó apoyo militar y financiero a la dictaduras fascistas de América Latina. Dijo también que ahora Washington no proporciona ya ese respaldo y que en cambio ofrece proyectos de ayuda directa a los pueblos de la zona.Young, conocido por sus espectaculares -y a veces sorprendentes- declaraciones sobre la política exterior estadounidense, visitó Venezuela en el contexto de una gira por los países del Caribe, de los que dijo que merecían un «trato diferen...

Andrew Young, embajador de Estados Unidos en las Naciones Unidas, acaba de reconocer en Caracas que la anterior Administración norteamericana prestó apoyo militar y financiero a la dictaduras fascistas de América Latina. Dijo también que ahora Washington no proporciona ya ese respaldo y que en cambio ofrece proyectos de ayuda directa a los pueblos de la zona.Young, conocido por sus espectaculares -y a veces sorprendentes- declaraciones sobre la política exterior estadounidense, visitó Venezuela en el contexto de una gira por los países del Caribe, de los que dijo que merecían un «trato diferente» por parte de Washington.

El embajador mantuvo dos entrevistas con el presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez. En una conferencia de prensa realizada al concluir su visita, Young expresó que él y el presidente pudieron «ir un paso más allá y lograr acuerdos importantes respecto de la continuación del diálogo Norte-Sur (entre países pobres y ricos) y ciertos convenios relativos al área del Caribe».

Durante la conferencia de prensa, Young admitió que existe contradicción entre la campaña norteamericana en favor de los derechos humanos y el anuncio de Carter sobre la bomba de neutrones. Sin embargo, justificó esa contradicción por «la necesidad de desarrollar un sector militar fuerte para asegurar la supervivencia de la libertad». Señaló además que su país está negociando nuevas condiciones internacionales y que espera que la bomba de neutrones nunca será construida y se use, simplemete, como un elemento de negociación estratégica.