Faenas cumbres de El Viti, con toritos

Tarde cumbre de El Viti, que cuajó una gran faena al quinto, en la que se gustó a sí mismo y nos gustó a todos, a pesar de que el torito, todo, nobleza, era una babosa, un carretón. A este toro El Viti lo sometió bien con el capote y le corrigió su tendencia a la huida. Comenzó la faena torerísimo con ayudados a dos manos, pase de la firma magnífico y un gran de pecho, con él cerró la serie. Siguió con la derecha muy templado y torero y el de pecho levantó un clamor. Otra serie con la derecha y dos afarolados. Uno de pecho colosal. Una serie extraordinaria de naturales ligados con el de pecho ...

Tarde cumbre de El Viti, que cuajó una gran faena al quinto, en la que se gustó a sí mismo y nos gustó a todos, a pesar de que el torito, todo, nobleza, era una babosa, un carretón. A este toro El Viti lo sometió bien con el capote y le corrigió su tendencia a la huida. Comenzó la faena torerísimo con ayudados a dos manos, pase de la firma magnífico y un gran de pecho, con él cerró la serie. Siguió con la derecha muy templado y torero y el de pecho levantó un clamor. Otra serie con la derecha y dos afarolados. Uno de pecho colosal. Una serie extraordinaria de naturales ligados con el de pecho molinetes y adornos por la cara torerísimos y luego, a la hora de matar, pinchó dos veces antes de cobrar media estocada, echándose siempre fuera. A su primer toro de la tarde lo toreó bien por el lado derecho a la verónica, y le dio media buena. Lo desarma en un quite. Comienza la faena por alto y el torito se cae; un derechazo y se vuelve a caer el torito. Una serie de naturales en la que uno fue muy bueno; otra aceptable y el de pecho. Naturales buenos y el afectamiento de darle siempre dos pases con la derecha antes de pasarse la muleta a la izquierda. Mató de media también saliéndose fuera, como en el anterior». Curro Romero, a lo suyo, a su show. En el primero se embarulIó con la capa, luego comenzó con la faena de muleta en un quiero y no puedo. Al final le echa la muleta abajo y se la quita pronto de la cara como espantándole las moscas. Intenta derechazos, sale trompicado y se descompone al final. Al cuarto de la tarde no le quiso ni ver con la capa. Luego con la muleta hubo un natural, muy templado, dos naturales, uno de pecho y un ayudado con gracia y empaque. Recortes y adornos por la cara, dos derechazos y desplante marchoso. El Curro de siempre. Otro derechazo y una trincherilla. Al final, de nuevo barullo saliendo trompicado. Palomo Pinares también a lo suyo, sólo que en vulgar, aburrido; en pegapases. Su labor fue de destajo, de rodillazos y pases para la galería, siempre desprovisto de temple y de arte. Sólo destacaron una larga de rodillas y un quite de frente por detrás.