La poesía en los escenarios

Algún día habrá que estudiar el buen enriquecimiento que para la vida teatral española está suponiendo la asunción de la lírica como elemento motor de especiales actividades dramáticas. Se suceden los recitales en los escenarios con un visible empeño de crear una dramaturgia de la poesía. Es un dato, entre otros, muy revelador del restablecimiento de la sensibilidad poética.En la Fundación Juan March, un recital de Carmen Heymarín y Servando Carballar rinde homenaje, a los cincuenta años de su fecha tituar, a la generación del 27. La sensibilidad y las capacidades de la...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Algún día habrá que estudiar el buen enriquecimiento que para la vida teatral española está suponiendo la asunción de la lírica como elemento motor de especiales actividades dramáticas. Se suceden los recitales en los escenarios con un visible empeño de crear una dramaturgia de la poesía. Es un dato, entre otros, muy revelador del restablecimiento de la sensibilidad poética.En la Fundación Juan March, un recital de Carmen Heymarín y Servando Carballar rinde homenaje, a los cincuenta años de su fecha tituar, a la generación del 27. La sensibilidad y las capacidades de la ecuatoriana y el gaditano, que forman una inteligente pareja casi juglaresca, desde hace unos quince años, está en esta ocasión al servicio de unos nombres Diego, Alberti, Guillén, Salinas, Cernuda, Aleixandre, Lorca y Casona ejemplificados por varios poemas, muy conocidos, y un par de ligeros textos teatrales. La intención del recital se orienta a la juventud. Más que interesante.

El Ateneo, por su parte, ha organizado en su Aula de Teatro, tan activada con la dirección de Basilio Gassent, un recital de Luisa María Payán, dirigida por Ramón Balles" teros. La sensibilidad y técnica de la Payán repasa una docena de poemas, desde Dámaso Alonso a León Felipe y aborda, finalmente, el difícil y admirable texto de Cocteau que da título al trabajo: La voz humana. Prueba de fuego de tantas actrices, el claro y pasional texto del gran poeta francés requiere, esencialmente, una amplitud de juego escénico que transparente la intención y el dolor de las palabras Luisa María Payán lo tiene. Es difícil resistir la vital pasión de una obra que ha sido poco erosionada por el tiempo. La poesía dramática y la escuetamente lírica confluyen muy bien en este espectáculo.

La poesía en los escenarios está fortaleciendo la expresión teatral. El adelgazamiento de las fronteras lírico-dramáticas sólo puede traer sensibles mejorías literarias a las propuestas escénicas.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En