Los rebeldes de Shaba pretenden imponer un régimen socialista en Zaire

Las tropas que combaten en Shaba contra el régimen del presidente Mobutu Sese Seko pretenden establecer un régimen socialista en Zaire, declaró ayer el representante en Europa del Frente Nacional de Liberación Congolés, (FNLC) en una entrevista difundida ayer por la televisión belga, en la que afirmó también que las fuerzas que luchan en la antigua Katanga está compuesta por nacionalistas llegados de diversas regiones de Zaire.El representante del FNLC considera que los extranjeros que residen en Zaire no tienen nada que temer, ya que «tienen que cumplir una misión en el futuro de mi país:...

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Las tropas que combaten en Shaba contra el régimen del presidente Mobutu Sese Seko pretenden establecer un régimen socialista en Zaire, declaró ayer el representante en Europa del Frente Nacional de Liberación Congolés, (FNLC) en una entrevista difundida ayer por la televisión belga, en la que afirmó también que las fuerzas que luchan en la antigua Katanga está compuesta por nacionalistas llegados de diversas regiones de Zaire.El representante del FNLC considera que los extranjeros que residen en Zaire no tienen nada que temer, ya que «tienen que cumplir una misión en el futuro de mi país: reactivar la economía».

Mientras, la situación en el campo de batalla es confusa, situación que agrava la censura impuesta a las informaciones militares, impuesta por el Gobierno de Kinshasa. La localidad minera de Kolwezi, importante centro minero, está al parecer, cercada por los «invasores katangueños». Sin embargo la vida sigue siendo normal en la ciudad.

El régimen de Mobutu, por su parte, niega que la ciudad esté amenazada. No obstante, afirma que ha concentrado sus tropas en el citado centro minero, en «posiciones defensivas», cuando desde hace casi una semana se venía anunciando los preparativos de una ofensiva de las fuerzas gubernamentales desde Kolwezi.

Por otro lado, las informaciones suministradas por Kinshasa sobre las posiciones que ocupan los «invansores» son contradictorias. Mientras el Gobierno afirmó ayer que, se encuentran a ochenta kilómetros de Kolwezi, el comandante en jefe del Ejército, general Éumba Moasso Djoggi, declaró horas después que están a 150 kilómetros.

El general Bumba se negó a precisar en una rueda de prensa si el puesto de mando de las fuerzas zaireñas había sido trasladado de Kolwezi. Afirmó, por otro lado, que sus fuerzas habían dado muerte a «numerosos cubanos, rusos y portugueses» que combatían junto a los rebeldes, pero no especificó si los periodistas serían autorizados a ver los cadáveres.

El general Bumba cifró el número de combatientes rebeldes entre 7 y 10.000, mientras el Gobierno había estimado el número en 5.000, y los observadores occidentales calculan que debe ser de unos 2.000.

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Intereses belgas

Mientras tanto Bélgica, la antigua metrópoli de Zaire, sigue con atención el desarrollo de los acontecimientos en su ex colonia, en la que mantiene importantes intereses económicos. En algunos círculos económicos belgas, existe, el temor de que un cambio de régimen en Zaire, hacia el socialismo que pretende establecer el FNLC, podría poner en peligro el programa de indemnizaciones a sociedades y colonos belgas, prometidas por el presidente Mobutu cuando lanzó su plan de «zairización» de la economía de dicho Estado.Por su parte, el Gobierno de Bruselas ha desmentido la información de un semanario de esta capital en la que se afirmaba que una unidad de paracaidistas belgas estaba recibiendo entrenamiento para una posible intervención en Zaire.

El ministro de Asuntos Exteriores Van Eslande recordó en una entrevista ante la televisión que no se ha realizado ninguna evacuación de ciudadanos belgas y afirmó que Bélgica no suministra armas ni municiones a Kinshasa desde que se produjo el último, envío hace una semana.

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