Los remolacheros, contra la contingentación

Los cultivadores zamoranos de remolacha, a través de un escrito dirigido al presidente del Gobierno, y a los ministros de Agricultura, Industria y Comercio, se oponen «radicalmente » a la contingentación de la remolacha y exigen que los precios de los productos agrarios sean elevados en el mismo porcentaje que los costes de los elementos de producción y de, la vida «para que de una vez y para siempre seamos Miembros de la sociedad española con la misma categoría que a todos pertenece». La carta remitida a través de la Agrupación Provincial de Producción de Remolacha fue el resultado de una as...

Los cultivadores zamoranos de remolacha, a través de un escrito dirigido al presidente del Gobierno, y a los ministros de Agricultura, Industria y Comercio, se oponen «radicalmente » a la contingentación de la remolacha y exigen que los precios de los productos agrarios sean elevados en el mismo porcentaje que los costes de los elementos de producción y de, la vida «para que de una vez y para siempre seamos Miembros de la sociedad española con la misma categoría que a todos pertenece». La carta remitida a través de la Agrupación Provincial de Producción de Remolacha fue el resultado de una asamblea plenaria de los remolacheros zamoranos a los que se sumaron otros agricultores de la provincia. En ella se estudiaron los problemas relativos al campo, y se censuró la «mala política agraria seguida hasta el momento».

Los remolacheros responsabilizan al Gobierno de haber provocado los excedentes de remolacha que han determinado su contingentación, así como de haber perjudicado al sector con la importación de azúcar. Los cultivadores zamoranos añaden que el resto de los productos agrarios son ruinosos, y que hasta ahora la política de regadíos se ha orientado hacia la siembra de remolachas, de modo que la disminución de este cultivo -al que califican como el de mayor proyección social- agravaría el desempleo y afectaría a otros muchos sectores. Por todo ello responsabilizan al Gobierno de la actual situación del sector, y exigen que sus errores no repercutan una vez más sobre la economía de la clase más postergada de la sociedad española.