Entre parodia y pesadilla

Con ser semejantes en su condición insular, hay poco de común entre la insularidad de G. K. Chesterton y la de Leonardo Sciascia y menos aún entre la condición sociológica, que ponen en cuestión en un momento determinado. Hay un desfase de medio siglo al menos entre uno y otro. Sin embargo, hay mucho de chestertoniano en El contexto de Sciascia, mucho humor, aunque proceda de la escuela de otro sículo, Pirandello, y una indicación de la dirección recta en que debe ser colocado este humor en relación con la sociología que se dirige. Hay que recordar que El ...

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Con ser semejantes en su condición insular, hay poco de común entre la insularidad de G. K. Chesterton y la de Leonardo Sciascia y menos aún entre la condición sociológica, que ponen en cuestión en un momento determinado. Hay un desfase de medio siglo al menos entre uno y otro. Sin embargo, hay mucho de chestertoniano en El contexto de Sciascia, mucho humor, aunque proceda de la escuela de otro sículo, Pirandello, y una indicación de la dirección recta en que debe ser colocado este humor en relación con la sociología que se dirige. Hay que recordar que El hombre que fue Jueves lleva como subtítulo A nightmare, una pesadilla y el subtítulo de El contexto es el de Una parodia. Además, Chesterton, como ahora Sciascia, adoptaba, con frecuencia, la forma de la trama inquisitiva y policíaca.Por eso, y a pesar de estas semejanzas básicas, el medio siglo es esencial para señalar diferencias. Las hay también, pero procedentes de lo desfasado que ha quedado Chesterton, no por él, sino por los chestertonianos urgentes que le cayeron en suerte, agitando desenfrenadamente sus defectos. Hacer referencia a las similitudes es inexcusable, pero no se puede pasar de ahí. Existe una acidez mucho más acusada, no sólo procedente de la época respectiva, en la parodia satírica, tristemente satírica para decirlo todo, conque Leonardo Sciascia pone en solfa el ordenamiento jurídico penal de un ámbito determinado, el italiano, probablemente el lugar del mundo en donde esta acerada parodia recae sobre el solar del derecho. Sciascia proclama el declive y más que esto la quiebra y extinción del sistema de un modo chestertoniano. Le mismo que en El hombre que fue Jueves policías y anarquistas son los mismos (era la época en que G. K. C. no era citado por los beatos, sino por Baroja en primer término) en El contexto el policía que se persuade del funcionamiento de la justicia, se suma a la aniquilación de jueces, fiscales y magistrados y del sendo extremismo que los sostiene con efectos recíprocos.

El contexto

Leonardo Sciascia. Editorial Noguer, S. A. 1976.

El autor de El contexto se refiere hic et nunc a una realidad cercana sociológica, aunque italiana, bien reconocible a través de los gruesos cristales de la parodia. Sin embargo, su acuidad ingeniosa, su talento, abren brecha mucho más lejos, porque se trata, sobre todo, de una realidad extensible: la eficacia des una institución teórica, nominalmente sostenida en unas condiciones sociológicas distantes de su contexto actual. Es decir, Sciascia cuestiona la validez de unos determinados clisés desfasados, mediante una serie de reducciones al absurdo, como lo ha hecho en otros de sus libros con una serie de situaciones -la mafia, la democracia cristiana- demostrando por el absurdo las realidades que existen debajo de las realidades aparentes

El juego es muy ingenioso, satírico e inteligente y el libro puede ser una parodia llena de interés a una pesadilla como le denominaría Chesterton.

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