Rumor, Gui y Tanassi vuelven a ser acusados en Italia
Tres ex ministros, los democristianos Mariano Rumor (antiguo jefe de Gobierno) y Luigi Gui, y el socialdemócrata Mario Tanassi, pueden estar implicados en el escándalo Lockheed, según ha declarado el diputado comunista Francesco d'Angelosante, ponente de la comisión investigadora del Parlamento.D'Angelosante declaró también que los tres ex ministros podrían ser arrestados en el plazo de un mes y afirmó que «Antelope Cobbler», el misterioso personaje organizador de la corrupción y de la distribución de los «sobres» de la compañía estadounidense en Italia, podría ser el propio Rumor.
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Tres ex ministros, los democristianos Mariano Rumor (antiguo jefe de Gobierno) y Luigi Gui, y el socialdemócrata Mario Tanassi, pueden estar implicados en el escándalo Lockheed, según ha declarado el diputado comunista Francesco d'Angelosante, ponente de la comisión investigadora del Parlamento.D'Angelosante declaró también que los tres ex ministros podrían ser arrestados en el plazo de un mes y afirmó que «Antelope Cobbler», el misterioso personaje organizador de la corrupción y de la distribución de los «sobres» de la compañía estadounidense en Italia, podría ser el propio Rumor.
La decisión de interrogar a los tres políticos sobre el asunto debe ser tomada por mayoría en la comisión parlamentaria, pero la democracia cristiana ha reaccionado ya, declarando, por medio del diputado Mino Martinazzoli, que las afirmaciones del parlamentario comunista «son opiniones estrictamente personales y no comprobables».
El diario Il Popolo, democristiano, atacaba ayer al parlamentario comunista indicando que «nos encontramos ante un caso de mala educación política, que no debe escapar a la comisión y a las fuerzas políticas», al mismo tiempo que señalaba que se trataba de «la vieja técnica del juego de la matanza» por parte de los parlamentarios comunistas.
El 16 de junio el parlamentario comunista D'Angelosante ya había propuesto el arresto de los ex ministros, pero a cuatro días de las elecciones el hecho fue considerado demasiado grave y espectacular, por lo que democristianos y socialdemócratas vetaron la propuesta comunista.