Tribuna:Música

José Moreno Gans músico de Levante

Si cabe hablar de una escuela o espíritu musical levantino, José Moreno Gans, constituye uno de sus representantes mejor definidos. Formado en Madrid, con Conrado del Campo, viajero por Europa, el compositor recientemente fallecido conservó su carácter levantino hasta en páginas de intención diversa. Es el caso de las Pinceladas goyescas para orquesta, premio nacional 1928, como Granados, se acercó Moreno Gans a la temática goyesca desde una doble fidelidad: al asunto escogido y a su misma naturaleza creadora. Los resultados fueron de refinada estilización, de peculiar elegancia.La ampl...

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Si cabe hablar de una escuela o espíritu musical levantino, José Moreno Gans, constituye uno de sus representantes mejor definidos. Formado en Madrid, con Conrado del Campo, viajero por Europa, el compositor recientemente fallecido conservó su carácter levantino hasta en páginas de intención diversa. Es el caso de las Pinceladas goyescas para orquesta, premio nacional 1928, como Granados, se acercó Moreno Gans a la temática goyesca desde una doble fidelidad: al asunto escogido y a su misma naturaleza creadora. Los resultados fueron de refinada estilización, de peculiar elegancia.La amplia obra de Moreno Gans discurrió en varias direcciones, varias de las cuales se cruzaban y entrecruzaban en muchas ocasiones. Direcciones o matices significativos que podriamos resumir así: raíz popular sin servilismo nacionalista; cierto halo impresionista iluminado, sin embargo, por las luces mediterráneas que precisan los contornos, práctica de combinaciones armónicas atrevidas que, a modo de especias, sazonaban discurso musical; tendencia a partir de la tradición para modificarla sin quiebros violentos, tanto en el aspecto tonal y modal como en las concepciones formales, muchas veces amplias y ambiciosas; sentido de la evocación a través de un sistema perceptivo de lejanías en el que habitan indudables resonancias románticas a la española. Sonatas, conciertos, suites, sinfonías o poemas. representan el costado de la gran forma en la obra de Moreno Gans. en tanto danzas, pinceladas y otro género de evocaciones geográficas o históricas, valen como modelo de distinta concepción, la plástica-evocativa.

Por todos los caminos llegamos a una conclusión: la obra de Moreno Gans funciona como un renuevo del españolismo a lo Granados pues, en definitiva, la entera producción del músico algemesinense, tiene sus raíces, conscientes e inconscientes. en la estética y la sensibilidad del autor de Gorescas al que recuerdan en su expresividad como en su ideal sonoro. Esta claro que Moreno Gans, inmerso en otro mundo y distinta circunstancia que su ilustre predecesor, habló un lenguaje diferenciado por razones de tiempo y gusto personal.

Como hombre y como artista, Moreno Gans, fue enemigo de toda vanidad, lo que se refleja en sus pentagramas. Su hablar quedo y despacioso, parecía anunciar la intimidad de su mensaje sonoro, que penetra en el oyente con moderación y eficacia. Estamos ante una música para disfrutada mientras se escucha y pensada después muy largamente. Como Claudio Debussy, opinaría sobre la música de Granados, es un persistente que penetrante. Hombre sin prisas, el «tempo» de su existencia resultaba bien distinto al de la ajetreada mayoria. quizá porque a lo largo de cada jornada escuchaba con igual atención la voz del entorno -su circunstancia- y la de su más honda intimidad. El recuerdo de Moreno Gans -nacido en Algemesí el año 1897- debe perdurar en lo que mejor retrata a todo creador: su obra, tan cargada de vivencias poéticas, sentida con tanta selección, coloreada de manera muy sutil.

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