Mallorca: "Nit de la canço per al poble"

Superaban las 5.999 personas las que se dieron cita en el campo de deportes del pequeño pueblo de Selva, la noche del sábado al domingo para asistir a la denominada Nit de la can co per al poble. Sobre un estrado en el que figuraba una monumental -bandera del reino de Mallorca, durante seis horas, desde las diez de la noche, hasta las cuatro de la madrugada, fueron desfilando los cantantes representantes de casi todas las regiones de España. Allí estaban el asturiano Daniel Vega; Francese Pi de la Serra, de Cataluña; Pablo Guerrero, de Extremadura, el grupo UC, de Ibiza; Mikel Laboa, del País ...

Superaban las 5.999 personas las que se dieron cita en el campo de deportes del pequeño pueblo de Selva, la noche del sábado al domingo para asistir a la denominada Nit de la can co per al poble. Sobre un estrado en el que figuraba una monumental -bandera del reino de Mallorca, durante seis horas, desde las diez de la noche, hasta las cuatro de la madrugada, fueron desfilando los cantantes representantes de casi todas las regiones de España. Allí estaban el asturiano Daniel Vega; Francese Pi de la Serra, de Cataluña; Pablo Guerrero, de Extremadura, el grupo UC, de Ibiza; Mikel Laboa, del País Vasco; el andaluz Enrique Morente; Mirá Casabella, de Galicia; Elisa Serna, de Castilla, que fue la que hizo vibrar más al público con una canción que hablaba de unidad y democracia. También actuó durante el descanso el grupo mallorquí S'Estornell.El público se había acomodado en el suelo, sobre el terreno de juego, mientras que jóvenes llegados de todos los puntos de la isla ondeaban banderas de Mallorca, del País Vasco, de Galicia, de Cataluña, y de la República, y levantaban sus pancartas pidiendo una auténtica amnistía y una sociedad libre dentro de un Estado libre.

Todo transcurrió sin el más mínimo incidente, en un tono de euforia y alegría. Ni un policía, ni un solo representante del orden público se vio durante toda la noche por el pueblo de Selva, en la noche más larga de toda su historia, que terminó con el gesto de solidaridad de que varios de los asistentes se unieron a las cinco de la madrugada a los encargados de los servicios de limpieza para ayudarles.