Entrevista:

"Nuestro proyecto abarca a todos los movimientos de Vanguardia"

Entrevista con Alberto Corazón, miembro de la comisión que ha elaborado el proyecto español en la Bienal de Venecia

De entrada, Alberto Corazón, diseñador de una gran parte de las publicaciones de la izquierda española, aunque no rehuye el tema de la polémica, se muestra más interesado por hablar del contenido del proyecto. «La discusión, que me parece -dice- positiva y necesaria, tendría que versar sobre el discurso que elaboró la comisión, no sobre las cuestiones de procedimiento.»-Ya. Pero esta es una ocasión propicia para hablar también de las cuestiones de procedimiento... Por ejemplo, ¿cómo se formó la comisión encargada de elaborar el proyecto?



-Se formó en junio de 1975,...

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De entrada, Alberto Corazón, diseñador de una gran parte de las publicaciones de la izquierda española, aunque no rehuye el tema de la polémica, se muestra más interesado por hablar del contenido del proyecto. «La discusión, que me parece -dice- positiva y necesaria, tendría que versar sobre el discurso que elaboró la comisión, no sobre las cuestiones de procedimiento.»-Ya. Pero esta es una ocasión propicia para hablar también de las cuestiones de procedimiento... Por ejemplo, ¿cómo se formó la comisión encargada de elaborar el proyecto?

-Se formó en junio de 1975, por decisión de la Bienal. En esa fecha se pidió a los que formamos la comisión la elaboración de un proyecto que desarrolle el tema España: vanguardia artística y realidad social, 1936-76.

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-Se dice que, en realidad, quien ha tomado una parte importante en la constitución de la comisión ha sido el pintor Eduardo Arroyo, residente en París.

-Eduardo Arroyo es miembro del Comité Internacional de la Bienal, que es el que propone, acepta y discute los diferentes trabajos que la Bienal desarrolla durante los dos años de su duración. Todo el papel de Arroyo ha consistido en defender nuestro proyecto en el comité, sin haber intervenido nunca en el nombramiento de la comisión ni en ninguno de los trabajos específicos que hemos desarrollado.

-¿Por qué, entonces, la polémica con Arroyo?

-Hasta donde yo sé, se debe a problemas estrictamente personales en relación con antiguas polémicas que en este momento no tienen ninguna relevancia. Por eso, a la comisión le ha sorprendido la violencia de unos ataques completamente personales contra este artista, que ha tenido una entrega absoluta y desinteresada a la defensa de nuestro proyecto.

-Pero el proyecto, ¿es representativo? Es decir, ¿abarca todas las manifestaciones del arte vanguardista español?

-Nuestro proyecto no es un proyecto historicista, sino de tendencia. Más en concreto, tengo que decir que abarca y analiza desde un punto de vista crítico todos los movimientos de vanguardia de estos últimos cuarenta años.

-Parece, sin embargo, que la Asociación de Artistas Plásticos no está muy de acuerdo con esto.

-La actitud de esta asociación plantea dos problemas: el de los críticos que no han sido llamados a formar parte de la comisión y después, naturalmente, aparece el problema específico de la Asociación de Artistas Plásticos, la cual reivindica su papel como organización de artistas en el proyecto. La respuesta a esto es insistir una vez más en que nuestro discurso no trata de establecer un censo, ni de la vida artística del país ni de las actitudes políticas de los artistas, sino de analizar las relaciones contradictorias, no siempre resueltas positivamente, entre las vanguardias y el contexto histórico-social en los últimos cuarenta años. Las asociaciones de artistas están llamadas en el futuro a asumir un papel protagonista en el desarrollo de la vida cultural del país, pero en este momento creo que sólo un trabajo crítico y riguroso de análisis, de nuestro inmediato pasado puede posibilitar los pasos.

-¿Cuál ha sido su papel dentro de la comisión?

-Mi papel dentro del proyecto, cuya finalidad ha sido precisar las relaciones existentes entre los movimientos de vanguardia y la realidad social del país, se desarrolla a un triple nivel. En primer lugar, como miembro de la comisión que discute el proyecto. Después, como diseñador del discurso histórico, en el que se explica el contexto histórico de la obra artística a través de una cinta de doscientos metros, consistente en una valla con fotografías, textos y toda clase de documentación. En tercer lugar, como artista. La Bienal me pidió que hiciera un trabajo, desglosado en tres unidades. Lo que yo quería plantear en mi trabajo es el problema de la iconicidad como problema básico, tanto dentro de la estructura artística como de la estructura del conocimiento. Las tres unidades en las que se desglosa el trabajo tratan temas diferentes. La primera sé refiere a la construcción de la imagen a través de los mass-media. El ejemplo que pongo es la imagen de la mujer en la prensa. He formado un dossier con todas las imágenes de mujer aparecidas en la prensa de Madrid durante una semana y he hecho su análisis iconográfico-antropológico. El segundo tema se denomina La imagen de una dictadura. Está realizado sobre las portadas del 18 de julio de ABC, durante el periodo 1939-76. Se trata de un análisis semiótico de la evolución de la construcción de la imagen que se nos propone en la portada. Finalmente, el tercer tema, denominado Identidad-entropía, trata de desarrollar una propuesta de análisis de la construcción-reproducción de la imagen.

-¿Cuál ha sido la respuesta del público italiano al proyecto español?

-Espectacular. Tanto a nivel de la crítica en los periódicos y en las revistas especializadas como a nivel de público. Resultaba impresionante ver la cantidad de gente intentando entrar en el pabellón, hasta el punto que hubo que regular el acceso al mismo por razones de seguridad. Creo que esto se debe tanto al interés polémico que ha despertado el proyecto como a la exhibición de piezas míticas del arte contemporáneo. En primer lugar, La fuente de Mercurio, de Calder, realizada para el pabellón de la República española en París, en 1937, y que se había dado por desaparecido. También, la presentación, por primera vez, de los trabajos de fotomontaje de Josep, Renau y, finalmente, los cuadros de Picasso pintados en el momento de la liberación de París y la serie completa de Miró titulada Barcelona.

-¿Cuál es, a su juicio, el trabajo más importante del proyecto español?

-El libro catálogo. Es un estudio de 700 páginas y constituye un análisis a fondo, tanto histórico romo artístico, del tema del proyecto.

-En la Bienal parece que han confluido dos niveles: el artístico y el político, ¿no?

-Sí, efectivamente, aunque la Bienal es un ente cultural sin posibilidades políticas. La invitación a organismos de la oposición democrática para participar en la inauguración de la Bienal partió del Ayuntamiento de Venecia.

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