Recreación novelística del período 39-42

Presentación de «La noche sin riberas», de Angel María de Lera

«Los hechos que yo describo demuestran suficientemente la inutilidad e ineficacia de la terapéutica de la violencia y el fanatismo » -declaró a EL PAIS Angel María de Lera-, autor de la novela La noche sin riberas, editada por Argos Vergara, en el acto de presentación de la misma, y de AIguien voló sobre el nido del cuco, de Ken Kesey, y Los patos de Ca Mao, de Oliver Todd, ambas también de la misma editorial.La noche sin riberas es el tercer libro de la tetralogía Los años de la Ira, junto con Las últimas banderas, Los que perdimos y la última ...

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«Los hechos que yo describo demuestran suficientemente la inutilidad e ineficacia de la terapéutica de la violencia y el fanatismo » -declaró a EL PAIS Angel María de Lera-, autor de la novela La noche sin riberas, editada por Argos Vergara, en el acto de presentación de la misma, y de AIguien voló sobre el nido del cuco, de Ken Kesey, y Los patos de Ca Mao, de Oliver Todd, ambas también de la misma editorial.La noche sin riberas es el tercer libro de la tetralogía Los años de la Ira, junto con Las últimas banderas, Los que perdimos y la última obra, que todavía no ha visto la luz, Oscuro, amanecer. «Se trata -añadió el autor- de una recreación novelística del oscuro período de la vida española y en parte también de la moderna historia europea: el comprendido entre el año 39 y finales del 42. Los personajes se encuentran sumidos en la vida oscura y dolorosa de un penal español de aquellos tiempos. Su único hilo de esperanza era la derrota del fascismo en la II Guerra Mundial. Pero es precisamente en esos años cuando las democracias y los aliados padecieron las más grandes derrotas de la guerra».

Sobre una posible aplicación de los contenidos de la novela a la situación actual, Angel María de Lera dijo que era evidente que habíamos entrado en una época en que se replantea la concordia y reconciliación nacional. «Ello conlleva el asumir íntegramente nuestro común pasado que constituye una herencia irrenunciable, que si hemos de aceptarla, debemos conocerla previamente. A este fin van encaminados mis libros.»

La finalidad de la novela de Lera es, según comentó el mismo autor dar a conocer un período que hasta ahora ha permanecido sepultado por el miedo y el silencio y también darlo a conocer a las nuevas generaciones para que no se sientan tentadas por las falsas sirenas y los falsos profetas que predican la cirugía del hierro y el fuego para curar nuestros males. Creo, por tanto, que es el momento oportuno para que en el replanteamiento de nuestra convivencia nadie levante banderas caínitas entre nosotros. El desquite, la revancha y el fanatismo son posiciones contradictorias de lo mejor que los hombres de m¡ generación hemos hecho en nuestra vida: luchar por el espíritu y la dignidad humanos.» «Para mí -dijo Angel María de Lera sobre, las motivaciones íntimas de la obra- escribir estos libros es doblemente doloroso; primero, por el esfuerzo que ello exige, y segundo, porque me hace revivir por segunda vez el mismo dolor.»

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