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Viva Suecia, en los conciertos de EL PAÍS: “Iremos a la cárcel del rock por cambiar la cocaína por jalea real”

El grupo presentó su nuevo trabajo, ‘Hecho en tiempos de paz’, ante más de 400 lectores del diario

Viva Suecia, en los encuentros de EL PAÍS con suscriptores en Madrid, el 15 de diciembre. Foto: Santi Burgos | Vídeo: EPV

Terminaba 2013 y los cuatro integrantes de un grupo aún sin nombre ensayaban por primera vez en un local de Murcia. El batería, Fernando Campillo, sentía fascinación por grupos suecos de post-rock y, durante una noche de fiesta, alguien gritó “¡Viva Suecia!”. Doce años después, son una de las bandas emblema del rock nacional. El pasado 15 de diciembre, Viva Suecia estuvo en los Encuentros EL PAÍS para presentar su nuevo trabajo, Hecho en tiempos de paz, un refugio frente a los tiempos que corren. Ya puedes disfrutar en vídeo de la entrevista y de la actuación en directo que ofreció la banda. Si quieres asistir a más encuentros como este, puedes hacerlo aquí.

Los títulos de los discos de Viva Suecia han nacido siempre de un destello, de anécdotas que definen el buen humor del grupo murciano. El nombre de su quinto álbum de estudio llegó el día del apagón, el pasado 28 de abril, como una “aparición mariana”. Su guitarrista, Alberto Cantúa, salió a caminar y, al llegar al santuario de La Fuensanta, en la falda del parque regional de Carrascoy y El Valle, encontró un lema esculpido en piedra: “Hecho en tiempos de paz”. El resto del grupo coincidió en que, a pesar de la convulsa situación global, el álbum llega en un momento de paz interna. Este nuevo trabajo marca también un salto cualitativo en cuanto a sonido e influencias: “Es el disco con más instrumentos de toda nuestra carrera”, señaló su vocalista, Rafa Val. “Nos obligamos a hacer cosas que, como instrumentistas, nos siguen exigiendo algo. Siempre trabajamos en favor de la canción”, añadió.

El periodista de EL PAÍS Fernando Navarro fue el encargado de moderar la entrevista, que comenzó con el ritual que celebra la banda antes de cada concierto: siempre una canción de Isabel Pantoja, la mayoría de las veces Así fue, en un círculo cerrado, que termina al grito de “¡Buen bolo!”. Val explicó que comenzaron en el primer concierto, casi sin hablarlo, y ahora son más de 20 personas en ese corro. La imagen sirve para dar cuenta de la evolución del grupo, que ya ha agotado las entradas para varias de las paradas de su próxima gira por España.

La banda reconoció que, además de honrar a la tonadillera, cada uno tiene sus propios rituales. Val confesó que siempre usa el mismo colgante y pendientes. Cantúa deja infinidad de plátanos a medias, convirtiendo el camerino en “una especie de Mario Kart”, y Fabric tenía tantas supersticiones que ha necesitado la ayuda de una amiga psicóloga para echar el freno: “Si es que tenía más tareas que a la hora de tocar. Sales al escenario y te liberas”, comentó entre risas. Incluso llegaron a necesitar beber jalea real antes de cada concierto: “Nos van a echar del rock cuando lleguemos al cielo. [Iremos] a la cárcel del rock por cambiar la cocaína por jalea real”, bromeó.

Nos obligamos a hacer cosas que, como instrumentistas, nos siguen exigiendo algo. Siempre trabajamos en favor de la canción
Rafa Val, vocalista de Viva Suecia

Su bajista, Jess Fabric, confesó que, si bien al principio querían aparentar una personalidad más fría, en línea con las canciones “más tristes” de sus primeros discos, ahora han tomado la sinceridad por bandera. Y continuó: “Es imposible esconder lo que realmente somos”. Al grupo le funciona: en pocos minutos lograron que las más de 400 personas del público aplaudieran, rieran e incluso se emocionaran con sus palabras.

La banda dio detalles sobre su proceso de composición: varias veces al año alquilan una casa en Riópar, en la sierra albaceteña, donde se encierran a componer “cinco o seis días seguidos, durante 12 o 14 horas al día”, afirmó Cantúa. Cuando cruzan esa puerta, “no están ni los números, ni las entradas, ni los discos, ni nada”, señaló Val. “Somos cuatro colegas que se conocen desde hace un montón de tiempo haciendo música”, aseguró.

Dejarlo todo para apostar por la música

No siempre vivieron de la música. Cantúa reveló que en pocos días terminará la excedencia que pidió en el banco en el que trabajaba antes de apostar por la banda. Fabric y Campillo también tuvieron que cambiar de rumbo con “treinta y largos”. No fue fácil para ninguno de los tres, pero el apoyo de sus familias en este cambio fue fundamental. “No pasa nada, no se acaba el mundo. Ahora es fácil decirlo, pero es verdad que, si estás mal en un sitio, dejadlo, no pasa nada. Vendrá otra oportunidad”, añadió Cantúa sobre su experiencia.

Entre los asistentes al encuentro había desde padres e hijos hasta jóvenes de la generación Z y mayores de cincuenta. Viva Suecia ha conquistado a oyentes de todas las edades. Durante el turno de preguntas, Guillermo, un niño de unos 10 años, quiso saber qué fue antes, si la amistad o la música. “Nos conocimos por la música y nos hicimos amigos por todo lo demás”, afirmó Val. La banda se despidió con la versión acústica de Tú y yo contra los demás, uno de los sencillos de su nuevo disco.

Viva Suecia ha sido el último protagonista de los Encuentros EL PAÍS. Cada mes, los mejores artistas del panorama nacional charlan con los lectores en encuentros únicos con actuación en directo. Por ser suscriptor de EL PAÍS, tendrás acceso a encuentros como este y muchas más experiencias exclusivas. Empieza a disfrutar en la web de EL PAÍS+.

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