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‘Zootrópolis 2’ navega entre la comodidad de una secuela y el atrevimiento del humor animal: “Da miedo porque hay expectativas”

Disney recaudó con su primera parte en 2016 cerca de 1.000 millones de euros. Ahora insisten con el cóctel de éxito, diversión y ternura

En los estudios de Disney en Burbank, a las espaldas de Hollywood, las referencias a Zootrópolis son tantas que le dan la vuelta al asunto: ya no es solo que haya dibujos en pasillos y puertas (hasta del baño, señalizado para animalitos), es que, en vez de dibujos de la conejita Judy Hopps, hay hasta conejos reales. Los animadores de la factoría los han traído para tratar de explicar cómo los dibujan, para mostrar su depurada técnica, y quizá para demostrar a los aguerridos periodistas que agarran papel y lápiz con escasa soltura para seguir sus trazos que, por mucho que haya programas ...

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En los estudios de Disney en Burbank, a las espaldas de Hollywood, las referencias a Zootrópolis son tantas que le dan la vuelta al asunto: ya no es solo que haya dibujos en pasillos y puertas (hasta del baño, señalizado para animalitos), es que, en vez de dibujos de la conejita Judy Hopps, hay hasta conejos reales. Los animadores de la factoría los han traído para tratar de explicar cómo los dibujan, para mostrar su depurada técnica, y quizá para demostrar a los aguerridos periodistas que agarran papel y lápiz con escasa soltura para seguir sus trazos que, por mucho que haya programas y ordenadores e inteligencias artificiales, la animación sigue siendo un oficio que se hace a mano, con cuidado y tiempo. De ahí que llegue ahora esta nueva Zootrópolis II (o Zootopia II, en el original), 10 años después de la anterior, que fue exitosa, divertida y tierna, los tres ingredientes que tanto busca Disney. Pero la pregunta, como pasa últimamente, es ¿y era necesario?

Las últimas películas de Disney (incluyendo las realizadas junto a Pixar, propiedad del estudio de Mickey Mouse desde hace dos décadas) han oscilado entre la originalidad, aunque con un éxito muy limitado (Soul, Raya y el último dragón, Luca, El diario de Greg, Red, Wish y Elio; la excepción que es Encanto), o estirar con segundas y terceras partes títulos con tirón, pero perdiendo originalidad, como las secuelas de Frozen o Toy Story, las continuaciones de Vaiana y Del revés, ambas en 2024, y ahora, previsiblemente, la nueva entrega de las aventuras del zorro Nick y la policía Judy en Zootrópolis II. Es difícil mantener esos componentes de diversión y éxito, que lograron hasta el Oscar. ¿Quedaba algo más que contar en una película como esta?

El guion viene de la mano de Jared Bush, así como la dirección, compartida con Byron Howard. Ambos tuvieron similares papeles en la primera, y rápidamente vieron que el mundo de los animales parlanchines, donde la conejita Hopps luchaba para convertirse en policía y cumplir tediosas tareas, e importantes investigaciones, de la mano del pillo zorro Nick Wilde, tenía muchísimas oportunidades para expandirse.

Judy Hopps y Nick Wilde junto a su nuevo compañero, la serpiente Gary De’Snake, en 'Zootrópolis 2'.Foto: Disney | Vídeo: Disney

“Supongo que Jared y yo sabíamos que la primera película solo podía abarcar hasta cierto punto, era un mundo enorme. Había un montón de cosas que no pudimos incluir, como otras especies de animales”, reconoce Howard. “Nos encanta ese mundo, pasar tiempo en él, hay muchos lugares a los que ir”, relata Bush. De hecho, cuentan que, cuando estaban terminando Encanto, allá por la pandemia, “Jared ya había hecho un pequeño boceto que decía Zootopia 2, y el dos era una serpiente. Así que esa serpiente, viniera de donde viniera en su cerebro, ya estaba reptando por ahí. Pero parecía la forma perfecta de introducirla, porque no habíamos hablado en absoluto de reptiles en la primera película", reconocen.

La serpiente tiene, en la versión estadounidense, la voz de Ke Huy Quan, conocido por ser Tapón en Indiana Jones y por Los Goonies. Es una de las novedades 10 años después, donde se mantienen Shakira (como Gazelle y con su canción correspondiente, en este caso, Zoo) y, en inglés, Jason Bateman como Nick y Ginnifer Goodwin como Judy; en España, le pone voz Rigoberta Bandini. Los tres protagonistas ahora se pasean por escenarios nuevos, como pantanos o una enorme fiesta helada; todo un reto para los creadores.

“Siempre supimos que queríamos volver a ese mundo. Pero creo que la cuestión era: ¿de qué irá la historia?“, plantea Bush, dando con la clave: obviamente, el universo de la ciudad que es Zootrópolis es muy apetecible, pero debía tener algo más detrás. ”Sí que queríamos hablar de la relación entre Judy y Nick y de cómo funciona poniéndole presión. Tener este nuevo grupo de reptiles siendo parte de ello, sobre todo una serpiente que pondría a Nick nervioso, era parte de ello. Y luego están todas las partes de Zootrópolis que no llegamos a visitar en la primera, ¿cómo llevar allí a los personajes?“.

La película de 2016 fue un éxito incontestable: estreno en 4.000 salas de cine, más de 1.000 millones de dólares de recaudación (dos tercios de ellos fuera de EE UU) y unos personajes que calaron en el imaginario popular. Volver a ella podía ser tan apetecible como tremendamente peligroso. ¿No tenían un cierto miedo al sentarse frente a la hoja en blanco de la segunda parte? “Sigo teniendo miedo”, ríe sin parar Byron Howard. “Estamos aterrorizados”, confiesa divertido Jared Bush.

“Es que es exactamente así”, explica Howard. “Creo que la primera tuvo éxito gracias a esos personajes, y esa es la fuerza de las películas de Disney, que tienen personajes reales y geniales. Y si alguna vez se nos olvida, porque a veces nos obsesionamos con la trama o con detalles o con esas grandes secuencias tan abrumadoras, [recordemos que] a la gente le importa que dos personajes se junten y se conozcan, y lo divertido que es eso”. Para él, todo eso encajó, y querían que volviera a hacerlo en la primera: “Queríamos esas relaciones entre los personajes, el humor, la emoción, los nuevos mundos, montones de nuevos animales, porque como dice Jared, somos fanáticos de los animales, así que cuantos más animales, mejor”.

Pero también lo reconocen: “Da miedo porque hay expectativas”, confiesa Bush. “Cuando trabajas en una película original, nadie conoce a los personajes, por lo que no hay expectativas. Cuando te adentras en una historia en la que continúas el viaje de esos personajes, la gente tiene expectativas respecto a ellos”, relata. “Quieren ver a los personajes tal y como los recuerdan, pero también quieren algo nuevo, por lo que siempre hay que encontrar el equilibrio entre asegurarse de que la gente sienta que, sí, este es un mundo que conoce, y también un ¿qué más hay ahí fuera?”. Pero los directores también creen que, sobre todo, “la mayor presión” parte de ellos mismos, que adoran a los personajes y sus historias. “Este es un mundo que amamos y creo que todos aquí en los estudios de animación de Disney somos los guardianes de ese mundo, y es realmente importante asegurarnos de sacar algo con sentido para esos personajes en ese mundo. Y luego, por supuesto, la gente va al cine y queremos que se lo pasen muy bien. Es una película enorme. Pero en el fondo es una historia de personajes muy sencilla y hemos dedicado mucho tiempo a asegurarnos de que así sea”.

Isaak Fernández es uno de los animadores que ha trabajado en la película, y que también aportó sus trazos a la primera. El español, con dos décadas en Disney, explica que, como artesano, siempre intenta aportar un poco más en estas segundas partes. “Cuando creas personajes como Nick y Judy no acaban ahí, siempre hay algo más. En esta película, dentro de lo que es el nuevo misterio, entramos un poco más en la relación en los personajes. Esta empieza una semana después de donde acabó la primera; hay cositas interesantes que explorar”, explica. Aunque se reutilizan elementos de la primera, como explica, la primera salió en 2016 y, por tanto, se hizo en 2015, “y ahora todo ha mejorado”. “Esta es la primera película que hacen con un nuevo software de animación. Es mucho más compleja que la primera”, relata.

El humor y la gestualidad eran claves para el éxito. “Como funcionaron tan bien y la gente los quiere tanto, revisamos la primera y vimos qué fue lo que gustó tanto, y decidimos traerlo a la segunda y explorar más facetas. Es que son tan divertidos y tan fácil trabajar con ellos que son una maravilla, lo pasé muy bien. Es mucho trabajo, muy complejo, mucho más de lo que parece. Todo lo que se ha creado, los escenarios, es muchísimo trabajo de mucha gente. Sin embargo, durante el proceso tenemos pases de la película, e ir viendo que era tan buena motiva muchísimo. Sé que la gente la va a recibir bien”.

Entonces, ¿cómo equilibrar el hecho de tener unos personajes tan carismáticos con la necesidad y las ganas de incorporar a otros, pero sin opacarlos? El equilibrio no es fácil, confiesan animador y directores. “Lo importante es hacerlo a través de la lente de Judy y Nick”, cuenta Byron Howard.

“Independientemente de la historia que contemos, Nick y Judy son el centro”, reflexionan. “Algo que he aprendido es que solo estamos arañando la superficie de todo lo que un mundo puede contener y de las historias por contar, porque es vastísimo”. ¿Eso significa que ese mundo de Zootrópolis puede seguir creciendo, con más películas? “Sí, lo creo”, reconoce con una media sonrisa Howard, más ahora, que han empezado a indagar con más animales, historias, entornos. “Os diría: estad atentos”.

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