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Un informe del Tribunal de Cuentas francés previo al robo ya advertía de fallos “considerables” en la seguridad del Louvre

La pinacoteca permanece cerrada al día siguiente del espectacular robo que sustrajo ocho piezas de las colecciones imperiales de incalculable valor

Un informe del Tribunal de Cuentas francés, previo al robo de este domingo en el Louvre, había detectado fallos en la seguridad del museo parisino, del que un grupo de encapuchados sustrajo ocho joyas de las colecciones imperiales de “valor incalculable”.

El documento, cuya versión completa se publicará a principios de noviembre y que ha sido adelantado este lunes por el diario Le Figaro, señala retrasos “considerables” y “persistentes” en la puesta al día de las instalaciones técnicas del museo más visitado del mundo. En el sector Denon, donde se encuentra la Galería de Apolo —donde se produjo el robo—, así como La Gioconda, un tercio de las salas no cuenta con ninguna cámara de vigilancia. En el sector Richelieu, tres cuartas partes de las salas carecen de equipo de videovigilancia.

En cinco años, solo se han instalado 138 cámaras adicionales en el museo. Apenas más de un tercio de las salas dispone de al menos una cámara, señala el Tribunal de Cuentas, que también lamenta la falta de voluntad de la dirección del museo. A pesar de un presupuesto anual de funcionamiento de 323 millones de euros, “los montos comprometidos son de escasa magnitud en relación con las necesidades estimadas”, subraya, aludiendo a “una tendencia a convertir el inicio de las obras en una variable de ajuste presupuestario”.

El mismo domingo, la directora del Louvre desde 2021, Laurence des Cars, afirmó que desde que asumió su cargo alertó “a las autoridades sobre la necesidad de mejorar” la seguridad de la pinacoteca. “Por ello, solicité a la prefectura de policía una auditoría”, agregó.

La pinacoteca permanece cerrada al día siguiente del espectacular robo que sustrajo ocho joyas de incalculable valor de las colecciones imperiales. La decisión del cierre, confirmada a EFE por una portavoz del museo, se ha tomado en el último momento, después de que los visitantes hayan podido acceder desde la entrada de la pirámide a las 9.00 de la mañana, la hora habitual de apertura. Entre las piezas robadas, algunas de las reinas Hortensia y María Amelia y de la emperatriz Eugenia de Montijo, que fue esposa de Napoleón III.

Los asaltantes quebraron la seguridad del museo más visitado del mundo, dieron el golpe en siete minutos y huyeron en motos de gran cilindrada. Antes habían amenazado a los agentes presentes en la sala con las mismas radiales con las que rompieron las vitrinas. Se llevaron nueve piezas de las que una fue recuperada, con daños: la corona de la emperatriz Eugenia. Las otras ocho piezas se encuentran en paradero desconocido.

Tras reconocer los obvios fallos de seguridad en el Louvre, el ministro de Justicia francés, Gerald Darmanin, señaló que el asalto del domingo “da una imagen terrible de Francia”. “Pudieron aparcar un camión con una escalera de mudanzas en mitad de París, subir y en unos pocos minutos robar joyas de valor incalculable”, señaló.

El robo en el Louvre tuvo lugar a plena luz del día, entre las 9.30 y las 9.40. Los asaltantes fueron cuatro. Llegaron al museo, dos en motos de gran cilindrada, otros dos en un vehículo. El centro acababa de abrir. Accedieron al interior a través la fachada situada en el lado que da al río Sena, por una escalera mecanizada como las que se utilizan en las mudanzas y entraron por un balcón a la galería de Apolo, situada en el primer piso. Los encapuchados amenazaron a los agentes presentes en la sala con las mismas radiales con las que luego rompieron las vitrinas para que no se acercaran. Se llevaron nueve piezas, pero perdieron una en su fuga, la corona de la emperatriz Eugenia.

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