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Taylor Swift lanza su nuevo álbum ‘The Life of a Showgirl’, filtrado un día antes, donde destapa a su cabaretera interior más deslenguada

El 12º disco de estudio de la artista, más pop que sus últimos trabajos, se ha lanzado este viernes con temas muy personales

Adiós, poeta torturada; bienvenida, chica del espectáculo. Taylor Swift da comienzo a una nueva era, como ella misma llama a cada una de las etapas de su carrera, que inaugura cada vez que saca disco. Y ya está aquí el 12º: The Life of a Showgirl. Tras el más intimista The Tortured Poets Department, que lanzó con 31 canciones en abril de 2024 y cuyos colores bandera eran el blanco y negro, llega el momento de brillar en naranjas y turquesas, con plumas y brillos. Y de hacerlo con letras honestas y directas.

Eso es lo que busca Swift, de 35 años, con esta vida de chica del espectáculo que ha publicado este viernes entre enorme expectación (más de seis millones de personas lo tenían preguardado en sus cuentas de Spotify). Es un disco más bailable, ágil y hasta divertido, producido de la mano de los brillantes suecos Max Martin y Shellback. No es que pretenda ser la sensación de las pistas de baile, pero sale de los tonos más contemplativos del anterior para centrarse en temas donde está presente su clásica gran profundidad de letras, pero más ágiles. Los fans lo esperaban y lo sabían, primero porque ella ya había dejado caer que iba a ser un conjunto más bailable; pero además, porque parte del disco se había filtrado el día de antes.

Las redes son traicioneras a veces, pero también los pedidos a domicilio: millones de fans habían comprado sus discos tanto a través de la tienda de Swift (que depende de Universal) como desde los supermercados Target, que tienen una edición exclusiva del mismo. Y estos últimos han sido demasiado rápidos y han entregado el disco el jueves. Por eso hay quienes lo han recibido con antelación, y unos pocos lo han filtrado, y también han subido fotografías de algunas de las letras. Pero la mayor parte de los fans, como siempre, tremendamente fieles a la artista, han decidido blindar la música para que no saliera hasta la hora marcada. Además, muchas de esas canciones han desaparecido según iba pasando el día, denunciadas por quebrar los derechos de autor.

Pero a las doce en punto, como buena Cenicienta, se ha destapado finalmente el verdadero contenido de las 12 canciones del disco. Además, lo ha acompañado de una publicación en sus redes sociales, como suele hacer. En ella afirma: “Esta noche todas estas vidas convergen aquí. El mosaico de risas y el cóctel de lágrimas. Donde las almas fraternas cantan cosas idénticas. Y es hermoso. Resulta exultante. Es aterrador”. Y continúa: “No puedo expresar lo orgullosa que estoy de compartir esto con vosotros, un álbum que siento tan bien. Mi eterno agradecimiento a mis mentores y amigos Max y Shellback por ayudarme a pintar este autorretrato. Si pensabas que el gran espectáculo era alocado, quizá deberías venir a echar un vistazo entre bastidores...”. Junto a las palabras, nueve imágenes de la cantante como la más pura de las cabareteras, tomadas por el célebre dúo de fotógrafos Mert Alas & Marcus Piggott.

Swift había ido dejando pistas, frases, a través de sus redes, de otras canciones y de una instalación efímera colocada en Nueva York. Y efectivamente esas pequeñas frases han ido encajando en los 12 temas, pero también muchas más, donde habla de dinero, de materialismo (llega a hablar de quienes sueñan con Oscars o con “un contrato con el Real Madrid”), de soledad, troles de internet, de amistades canceladas, de antiguos amantes y relaciones que nunca pensó poder lograr, de sueños cumplidos y de otros rotos.

El primer tema de la lista es también el primer single, The Fate of Ophelia, en referencia al destino de la figura de Ofelia, la fallida heroína de Hamlet que, después de que este asesine a su padre, muere ahogada tras caerse de la rama de un sauce mientras recogía flores. La temática parece también guiar la estética de la portada del disco. Aunque ha sacado otras versiones más espectaculares, cargadas de plumas, brillos y perlas, la escogida como principal resulta más intimista, con el agua cubriendo a una Swift enjoyada, medio despeinada y con el maquillaje borroso, una especie de escena tras el telón donde se quiere mostrar ante sus fans, auténtica, una vez apagados los focos. Y The Fate of Ophelia, donde cuenta cómo escapó de ese destino (“Ya no más ahogada ni engañada”), de esa profecía de soledad que rogaba por romper en el disco anterior, fue, al final, la canción que primero y más se filtró.

Entre el listado de canciones destaca también la segunda, Elizabeth Taylor, donde está una de las primeras letras que se conocieron del disco, pues estaba pintada con barra de labios en un espejo en Nueva York (similar a una escena de la actriz en la película Una mujer marcada, de 1960): “Oftentimes it doesn’t feel so glamorous to be me”, “A menudo, el ser yo no resulta tan glamuroso”. Swift ha hecho más referencias a la fallecida actriz en algunas otras canciones, como en ...Ready For It?, de su sexto disco, Reputation, pero nunca tan explícita. Como ella misma ha explicado durante la grabación del programa de Graham Norton, en Londres (que se emitirá el viernes por la noche, pero del que los fans presentes ya han destapado algunas conversaciones), es un tema romántico escrito desde el punto de vista de la actriz, porque, según ha explicado, siente que tienen vidas paralelas. De hecho, habla de un viaje a Portofino, y uno de los primeros destinos en los que estuvo con su ahora prometido, Travis Kelce, fue el norte de Italia.

El cuarto tema es Father Figure, que toma el nombre del mismo de 1987 del fallecido George Michael; de hecho, él aparece como cocompositor de la misma. Los gestores de su legado han escrito un texto en redes sociales (con los colores y la estética de este disco) en el que desean suerte a Swift, al tema y al álbum y en el que afirman: “Estuvimos encantados cuando Taylor Swift y su equipo se acercaron a nosotros a principios de año para hablarnos de incorporar un fragmento del clásico de George Michael Father Figure en una canción nueva del mismo título que aparecería en su siguiente álbum. Cuando escuchamos el tema no tuvimos dudas en aceptar esta asociación entre dos grandes artistas, y sabemos que George se hubiera sentido igual”.

Además, la canción tiene —como casi todas las letras de Swift— mucho más trasfondo: como ha dejado caer en el show de Norton, trata sobre Scott Borchetta y/o sobre Scooter Braun (de hecho, hace un juego de palabras con su apellido, y dice “I drink that brown liquor”, “Beberé ese licor marrón”, que suena igual que Braun). Borchetta fue su primer mánager, mientras que Braun fue el todopoderoso manager y descubridor de artistas como Justin Bieber o Ariana Grande. Braun se hizo con los derechos de todos los discos publicados por Taylor Swift cuando Borchetta y su anterior discográfica los vendieron a sus espaldas, y ella no tuvo oportunidad de comprarlos. Aquello fue en 2018 y desde entonces la guerra fue pública. Pero esa también fue la inspiración de Swift para regrabar esos seis primeros discos y llevarlos de gira, junto a los nuevos, dando lugar a su millonario The Eras Tour. Finalmente, en mayo, Swift logró recomprar los derechos de todas aquellas canciones.

Entre los más esperados también está el último, el 12º, el que da nombre al 12º disco (para algo Swift es muy específica con los números, y sus fans lo saben), The Life of a Showgirl. Es una colaboración pop con Sabrina Carpenter, que ha sido primero su fan y, desde hace unos años, su telonera y amiga. En ella hablan de la historia de una supuesta estrella, en este caso una historia inventada al estilo de las de su álbum Folklore. Como ha contado en un pódcast en la británica Magic Radio en la mañana del viernes, es un ejemplo de cómo ella misma ha vivido en la industria al conocer a sus ídolos: “En vez de ser lo que piensas, te advierten contra ello, contra seguir sus pasos, porque quieren ser honestos sobre lo dura que es la industria, pero lo haces de todos modos”.

También hay una canción, la séptima, Actually Romantic, que en realidad va mucho más de una relación romántica. Para muestra, el arranque: “Te escuché llamarme Barbie Aburrida cuando la cocaína te dio valentía [...] Me escribiste una canción diciendo que te pone enferma verme la cara. Algunos se ofenderían. Pero es dulce, la verdad. Todo el tiempo que has gastado en mí, es salvaje, todo el esfuerzo que has puesto, la verdad es que es romántico”. La destinataria o destinatario (si es que hay uno real) no está del todo claro, aunque los fans, como siempre, tienen sus teorías, y tanto ellos como algunos medios (entre ellos Variety) apuntan a que el dardo va para la cantante Charli XCX.

Quedan muchos más mensajes entre líneas que descifrar del nuevo disco de Swift. Ella los esconde como ovillos, entremezclados, tapando unos a los otros, a veces claramente lineales, otros intrincados. Algunos tendrán su explicación en horas, sobre todo cuando desde el viernes por la noche ella los cuente en un documental que llegará durante el fin de semana a los cines; otros, en cambio, quizá tarden años en desenrollarse del todo. A la artista de Pensilvania le encanta jugar, esconder metahistorias, colocar pistas que pueden no revelarse hasta muchas canciones, muchas eras, después. Eso ya queda como tarea para los swifties del mundo.

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