El Carnaval se adelanta en las calles de Cádiz mientras el Falla proclama sus ganadores

La chirigota Los Calaíta hace historia en su modalidad con su meteórico ascenso y se convierte en una de las cuatro ganadoras del Concurso

Integrantes del cuarteto 'Ku Klux Klan Klan' durante su actuación en la final del concurso del Carnaval de Cádiz, en la que se han llevado el primer premio de su modalidad.Román Ríos (EFE)

Pasado el filo de la medianoche del Día de Andalucía, el Gran Teatro Falla dictó sentencia. “Campeones, campeones”, gritaba el público, justo cuando la chirigota Los calaíta terminaba de cantar su repertorio en su pase de la Gran Final del Concurso de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz (COAC). La agrupación, prácticamente nueva y en su primera vez en la final del concurso, confirmaba así que es la sensación de este Carnaval. No sería la primera vez que no coinciden las vibraciones del público con el veredicto oficial del jurado, pero en este caso hasta esos astros se alinearon y el grupo se llevó el primer premio de su modalidad, acompañada de las otras tres ganadoras de sus respectivas modalidades.

Fue una final larga, de más de 10 horas. Así que los premios no han llegado hasta que, en torno a las siete de la mañana, el alba de este sábado de Carnaval ha comenzado a despuntar. El jurado se ha subido al tablao del Falla y entre una nube de papelillos ha anunciado los ganadores con el ya famoso arranque: “En la ciudad de Cádiz…”. Junto a Los calaíta (fuimos a por tabaco), una chirigota de toda la vida en la modalidad de chirigotas, el coro El gallinero, la comparsa Las ratas y el cuarteto Ku Klux Klan Klan triunfaron en una noche marcada por la celebración del Día de Andalucía.

Muchas de las agrupaciones que se jugaban el primer puesto tiraron de la coincidencia del calendario para dedicar letras a Andalucía. Memorable fue la reinterpretación del himno andaluz que realizó la chirigota de Kike Remolino, Los butaneros, una chirigota de CAI/CDC (que se alzó con el segundo premio), o el pasodoble cargado de doble sentido de Los calaíta, en el que se compararon a bufones rotos, al igual que Andalucía es “un bufón para el resto de España”.

Que Los calaíta y su parodia al humorista catalán desaparecido Eugenio Jofra partían como favoritos del público era algo sabido casi desde el primer pase de la fase de preliminares. Pero ha resultado que el joven grupo, con autoría y dirección de Alejandro Pérez, alias El Peluca, ha pulverizado todas las marcas posibles del Carnaval de Cádiz. Procedentes de la modalidad de juveniles, solo cuatro de sus componentes repetían tras su primera incursión en la modalidad de adultos del año 2023, en el que fueron Sácamela de la boca. El año pasado apenas sobrepasaron el primer corte y este han superado con holgura las cuatro fases hasta llegar a la final y coronarse como primer premio, seguidos de Los butaneros, Los James Bond que da gloria verlos (tercer premio), Los que van a cantar te la sudan (los disléxicos) (cuatro premios) y Al cielo con él (primer accésit).

Además de las referencias al 28-F andaluz, las letras de los grupos giraron en torno a los problemas que genera la turistificación y pérdida poblacional que sufre Cádiz. Era el tipo de comparsa de Jesús Bienvenido Las ratas —una referencia a los únicos que quedan ya en la ciudad— y la comparsa El cementerio —que se alzaron con el segundo premio—. Los ganadores de esta modalidad desplegaron un cuidado repertorio, de gran calidad musical y vocal, cargado de reivindicación. “Has comprado una tierra sin alma, como se te ha pasado ese detalle porque el alma soy yo y a mi no me compra nadie”, espetaba el grupo como diatriba a los especuladores inmobiliarios. Además de las dos comparsas referidas, el palmarés de la modalidad se ha completado con Los del otro barrio (tercer premio), La tribu (cuarto) y Los poderosos (accésit).

El cuarteto Ku Klux Klan Klan también tenía cantadas las posibilidades para ganar en su modalidad con sus letras dedicadas a la corrección y el humor blanco con coplas que desplegaban un arsenal justo de lo contrario. El grupo de Ángel Gago no se cortó al asegurar que uno de sus miembros era un tesorero venido desde el PP por la práctica que tienen en el partido en “pagar en B o en caja de pino”, “pregúntale a Rita Barberá o al exalcalde de Gandía”, cantaron. En el pase de la final también repitieron el parafraseo de la canción infantil de Los Gnomos: “Soy siete veces más tonto que tú, soy de Vox”. Por esta modalidad, una de las más complicadas de la fiesta, tan solo llegó otro cuarteto más, Un clásico nunca falla, que se llevó el segundo premio.

Mientras la Gran Final —retransmitida y seguida por los aficionados en Canal Sur y Onda Cádiz— transcurría en el interior del Falla, los exteriores se convirtieron en un improvisado y enorme botellón que complicó a algunas agrupaciones llegar al teatro con su tradicional pasacalles. La coincidencia en festivo hizo que no se respetase el código no escrito de que el final del concurso marca el arranque de la fiesta en la calle y también hubo letras para ese Carnaval de borrachera que se ha convertido en un problema recurrente de la fiesta. El coro El gallinero, con su buen montaje musical, dedicó una de sus críticas precisamente a eso que estaba ocurriendo a las puertas del Falla. También hubo carga para la princesa Leonor, embarcada en el Juan Sebastián Elcano, a la que aseguraron que si se parece a su abuelo acabará en la bodega. El palmarés de la modalidad se completó con Cádiz, el show (segundo premio), Las entrañas de Cádiz (tercero), El lado oscuro (cuarto) y La desafinada (accésit).

Una fiesta con polémicas

La Gran Final, con sus 10 horas de duración, contó con la presencia de personalidades políticas y famoseo, muchos de ellos disfrazados. Entre ellos destacó el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que dejó claro que su agrupación favorita era Los calaíta. Además, Urtasun cerró filas con la candidatura a Patrimonio de la Humanidad del Carnaval. “Esto es una de las joyas culturales de España. Se respira libertad”, aseguró en una entrevista ante los micrófonos de la televisión municipal Onda Cádiz.

La Gran Final ha resultado ser tan maratoniana como el propio concurso, que arrancó el pasado 23 de enero. A lo largo de este mes largo han pasado por las tablas del teatro Falla 134 agrupaciones en las cuatro modalidades. Solo la primera fase de preliminares contó con 22 sesiones y es la que más se ha extendido en las semanas. Esa longitud ha abierto el debate sobre la necesidad de comprimir más esa primera criba con mayor número de grupos por día. A lo largo de las cinco semanas de concurso se han cantado críticas de todo tipo: al presidente Trump, al rey emérito, a los recortes en sanidad, al Gobierno o a la ultraderecha.

La edición también ha estado marcado por las metarreferencias que las agrupaciones se hacen entre ellas e incluso los piques de los grupos que no han encajado del todo bien quedarse por el camino. De hecho, por primera vez en varios años, la chirigota de Jose Luis García Cossío, Selu, no ha llegado a una final a la que estaban acostumbrados a desembarcar con cierta holgura. Las Juani Wainjaus, nombre de este año del grupo, no han logrado clasificarse para el último pase debido al elevado listón en la modalidad de chirigotas, con apuestas de calidad como la de los propios Calaíta.

La fase de preliminares fue también donde se produjo la mayor polémica de esta edición del concurso, con alcance nacional, después de que la primera chirigota negacionista y de ultraderecha se subiese a las tablas del teatro para intentar cantar su repertorio. Abre los ojos desplegó entre coplas desafinadas y letras que ni se sabían el clásico repertorio conspiranoico que hablaba de plandemias, la maldad de la Agenda 2030 y de las vacunas. El público, que ya estaba advertido de lo que iba a pasar por un reportaje publicado meses atrás en Diario de Cádiz, despachó al grupo con gritos que pedían que le echasen el telón y luego con cánticos para evitar que la actuación se oyese.

Con la final terminada a las claras del alba de este sábado de Carnaval y pese al botellón que no pudo esperar, la fiesta explotará en las calles este sábado durante los próximos ocho días. Ya esta noche el primer gran evento en la calle será el pregón de la fiesta, protagonizado por cantautor Antoñito Molina. Aunque este año, la coincidencia de este último pase con el festivo del Día de Andalucía ha hecho que el Ayuntamiento de Cádiz adelante las programaciones de actividades en la calle. De hecho, la primera actuación de la programación de conciertos en la calle comenzó el jueves con el grupo Viva Suecia. A ellos se sumarán en los próximos días Fangoria, Nancys Rubias o Kiko Veneno. El Ayuntamiento gastará más de 422.000 euros solo en esta programación. El importe, muy superior a los 161.000 euros que invierte en la programación del Gran Teatro Falla, ha suscitado las críticas de la oposición, mientras que el actual equipo de gobierno del PP salía al paso de las críticas.

Más allá de todos los actos oficiales —además de esos conciertos, hay carruseles de coros, degustaciones gastronómicas, actuaciones y concursos de grupos y actividades para niños—, la gran baza del Carnaval gaditano está la entropía que se genera en las calles gracias a sus agrupaciones callejeras o ilegales, conocidas así en contraposición de las que participan en el Concurso. Para encontrar a estos grupos no hay ni horarios ni sitios concretos. El atractivo consiste en andar ojo avizor a los corros de público que se crean improvisadamente en portales y puntos indeterminados de calles del centro. Zonas del casco histórico como el barrio de La Viña —con especial atención a los alrededores de la iglesia de San Lorenzo o Portería de Capuchinos—, la escalinata del edificio de Correos o el barrio de El Pópulo —aquí principalmente por las noches— se llenan de chirigotas o romanceros en unos componentes y letras totalmente libres. Aquí solo el público dicta sentencia.

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