‘La mitad de Ana’: identidad de género y esquinazos vitales en una niña y una madre

La actriz Marta Nieto debuta con una película en un trabajo tan ambicioso como difícil de cuajar en algunos momentos

Marta Nieto y Noa Álvarez, en ‘La mitad de Ana’.

El mundo, nuestro mundo, el de cualquiera, nunca es lineal. Aún menos, circular. El mundo, tal y como lo pintó Ángeles Santos a los 17 años en su prestigioso cuadro homónimo, está lleno de esquinazos, de revueltas, de diferentes caras que son la misma y distintas a la vez, entre lo cotidiano y lo mágico, entre lo palpable y lo ensoñador. Una pintura que la cineasta novel y habitual actriz ...

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El mundo, nuestro mundo, el de cualquiera, nunca es lineal. Aún menos, circular. El mundo, tal y como lo pintó Ángeles Santos a los 17 años en su prestigioso cuadro homónimo, está lleno de esquinazos, de revueltas, de diferentes caras que son la misma y distintas a la vez, entre lo cotidiano y lo mágico, entre lo palpable y lo ensoñador. Una pintura que la cineasta novel y habitual actriz Marta Nieto ha elegido para guiar simbólicamente su ópera prima como directora, que también protagoniza: La mitad de Ana, una historia de autodescubrimiento que transita en una doble dirección mientras mantiene una constante, el amor entre una madre y su hija de siete años, en la que ha empezado a anidar la sensación de que su identidad de género no coincide con su sexo, aunque, evidentemente, ella no lo exprese así.

En principio, la película ha sido encajada y lo seguirá estando entre las variadas obras recientes que han abordado un tema tan contemporáneo como el de la transición de género en edad infantil. Pero Nieto pone el foco no tanto en esa persona en formación que pregunta a su madre “por qué” es “una niña”, como en esa progenitora que lucha en su interior con no pocas inquietudes, desde lo afectivo a lo laboral, pasando por lo sentimental y sexual. De hecho, la incertidumbre (la de ambas) podría ser el eje central de un relato que despliega sus alas por numerosas vertientes (al igual que los ensoñadores dibujos que hace la madre a petición de su hija), no siempre con la suficiente hondura, aunque sí con valentía y cierta capacidad de sugestión.

Marta Nieto, en el rodaje de 'La mitad de Ana'.Niete

El relato de La mitad de Ana, que nace de las esencias de un cortometraje previo, Son (2022), con el que la magnífica actriz que es Nieto dio sus primeros pasos como directora, empieza con una serie de situaciones de corte cotidiano entre madre e hija que, más que con sutileza, parece avanzar con excesiva sencillez. La película tarda en arrancar, pero cuando lo hace, armada ya con la concreción y el ímpetu de su temática, y también desde el flanco más simbólico —el del cuadro de Santos, del año 1929, sito en el Museo Reina Sofía, donde precisamente trabaja la madre—, alcanza un nivel estimable.

Ahora bien, la desigualdad de las situaciones es constante en un trabajo tan ambicioso como difícil de cuajar. Frente a algunos momentos de andar por casa que no logran la verdad necesaria (las secuencias de baloncesto en el colegio; las de las dudas laborales de ella), hay instantes emocionantes, como la lectura en la que, desde el punto de vista de los padres escondidos, su hija pide a sus compañeros que la traten como un chico, o las (in)evitables desavenencias con otros miembros de la familia ante la complejidad de la situación.

Aupada por la necesidad de las pasiones personales y, sobre todo, por el indiscutible amor por los hijos, La mitad de Ana, como la sobresaliente 20.000 especies de abejas, tiene el mérito de llevar al espectador hacia la pregunta constante, hacia una reflexión interior sobre una cuestión central en las sociedades de nuestros días, y cómo nos afecta y atañe a todos. Los esquinazos de un mundo como el de la pintura de Santos. Sin embargo, también hay un aspecto básico en la creación de una película así, que pulula a lo largo de toda la historia, y que no la favorece: la falta de química entre la actriz Nieto y la debutante Noa Álvarez, que al menos este crítico no acaba de ver si es buscada por las especiales circunstancias del relato, o porque artísticamente no se ha podido llegar a la plenitud necesaria a través de la dirección interpretativa.

La mitad de Ana

Dirección: Marta Nieto.
Intérpretes: Marta Nieto, Noa Álvarez, Nahuel Pérez Biscayart, Sonia Almarcha.
Género: drama. España, 2024.
Duración: 88 minutos.
Estreno: 10 de enero.

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