“El Ministerio de Cultura es militante por la igualdad”: Urtasun presenta un plan para reducir la brecha salarial y luchar contra las violencias machistas

El proyecto ha sido elaborado en colaboración con varias instituciones y más de una veintena de expertas externas

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, interviene en la presentación del Plan de Igualdad de género de la Cultura 2024-2026, en Madrid.J.P.Gandul (EFE)

El Ministerio de Cultura ha presentado este miércoles el Plan de Igualdad 2024-2026, con el que pretende, entre varios objetivos, reducir la brecha salarial y las violencias machistas contra las mujeres que trabajen en cualquier sector de la cultura. “Creemos en un ministerio militante por la igualdad”, ha dicho Ernest Urtasun, titular de la cartera, “queremos que todo lo que hacemos se haga con gafas feministas, con gafas de igualdad, que sea un eje central”.

Durante los dos pr...

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El Ministerio de Cultura ha presentado este miércoles el Plan de Igualdad 2024-2026, con el que pretende, entre varios objetivos, reducir la brecha salarial y las violencias machistas contra las mujeres que trabajen en cualquier sector de la cultura. “Creemos en un ministerio militante por la igualdad”, ha dicho Ernest Urtasun, titular de la cartera, “queremos que todo lo que hacemos se haga con gafas feministas, con gafas de igualdad, que sea un eje central”.

Durante los dos próximos años, Cultura, en colaboración con las asociaciones que forman parte del Observatorio de Igualdad de Género en el ámbito de la Cultura y más de una veintena de expertas externas, desarrollará 46 acciones relacionadas con la igualdad de oportunidades, visibilidad y reconocimiento, formación y conocimiento, y prevención de violencias machistas. Este proyecto no cuenta con un presupuesto global, 25 de estas medidas (17 de ellas con recursos del propio ministerio) sí tienen una partida económica. Fuentes del Ministerio aseguran a este diario que se concretará cuando se aprueben los Presupuestos Generales del Estado; además, será en el momento en el que se desarrollen los proyectos cuando se decidirá si la parte económica sale de Cultura o del ministerio en colaboración con el resto de las organizaciones involucradas.

Irene García, responsable de Pandora Mirabilia, asociación feminista que ha colaborado primero en la recogida de información, para después “poder identificar los problemas y obstáculos a los que se enfrentan las mujeres y a partir ahí establecer objetivos y medidas”, ha detallado el trabajo que se pretende hacer en cada una de las cuatro áreas que abarca el Plan de Igualdad. “Debemos tener las mismas oportunidades porque los estudios muestran que somos las grandes consumidoras de cultura, pero cuando se analiza desde la creación cultural existe una gran precariedad y brecha laboral”, ha explicado García.

En la sala estaba también Gisela Vaquero, diseñadora de videojuegos, representante de un sector especialmente vulnerable en cuando al acceso de las desarrolladoras al mercado laboral. La experta ha detallado que las mujeres ya suponen la mitad de quienes juegan (un dato que respalda AEVI, Asociación española del videojuego), pero que siguen recibiendo “mucho acoso”.

Una situación similar vive el sector del cómic. Elisa McCausland, especialista en feminismo y cómic, ha recordado que “queda un gran trabajo por hacer en la genealogía feminista” y ha abogado por proteger “el patrimonio gráfico” y paliar “la falta de reconocimiento de las autoras”.

Cultura pretende dotar de mayor visibilidad a las mujeres del sector tratando de eliminar “la mirada androcéntrica”, en palabras de García, y añadiendo una perspectiva interseccional que tenga en cuenta todas las discriminaciones que sufren las mujeres, no solo el género, también por su situación administrativa, sus orígenes, su color de piel… Alejandra Ntutumu, presidenta de Afromurcia en Movimiento, de origen guineano, ha demandado que en “el currículo académico y en las bibliotecas públicas se incluyan más libros que cuentan las historias de las personas racializadas. Es de gran importancia la representación en la autoestima de los pequeños. El poder de las historias radica en el arte de la posibilidad”.

Por el momento, el ministerio solo ha concretado dos de las medidas de este plan. Por un lado, el protocolo de prevención del acoso sexual. Por otro, el pasado octubre comenzó a funcionar la Unidad de Prevención y Atención contra las Violencias en el Sector Audiovisual y Cultural, con un presupuesto inicial de 30.000 euros que se ampliará hasta los 60.000 a partir de 2025. Esta nueva entidad ofrece primera atención tanto psicológica como jurídica para mujeres que hayan sufrido algún tipo de violencia machista en el sector cultural en cualquier lugar de España. La Fundación Aspacia es la encargada de atender los casos de manera confidencial y gratuita y sin necesidad de que haya una denuncia judicial previa.

La presidenta de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), Guadalupe Balaguer, ha recalcado que esta es una de las lacras que debe abordarse con mayor urgencia: “En el sector audiovisual y cultural hay mucha necesidad de responder a todos los casos, la unidad de atención es fundamental, también tener protocolos que informen y nos permitan acompañar”.

“Pretendemos alcanzar la equidad desde la cultura lo que nos permitirá trabajar en una sociedad más igualitaria”, ha resumido Jazmín Beirak, directora general de Derechos Culturales, que al ser preguntada por medidas más concretas como por ejemplo cómo se van a cambiar las subvenciones públicas según criterios de igualdad e interseccionalidad se ha limitado a contestar que, esta, como otras iniciativas, “se irán estudiando”.

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