Joan Dausà, cantautor: “Jo mai mai’ es mi Messi, siempre será la primera canción”
El músico presenta su concierto ‘La Gran Bogeria 2′ en el Palacio Vistalegre Arena este sábado y el día 5 de diciembre empieza su gira de Navidad en Cataluña
Llama la atención la mata de pelo que exhibe, la proximidad que irradia y la amabilidad. Sin complejos aunque con una leve afonía, Joan Dausà (Sant Feliu de Llobregat, 1979) se prepara para asaltar Madrid este próximo 26 de octubre en el Palacio Vistalegre para celebrar su concierto La Gran Bogeria 2. A partir del 5 de diciembre comienza su gira de Navidad en Cataluña. Músico, actor y presentador, Dausà es sob...
Llama la atención la mata de pelo que exhibe, la proximidad que irradia y la amabilidad. Sin complejos aunque con una leve afonía, Joan Dausà (Sant Feliu de Llobregat, 1979) se prepara para asaltar Madrid este próximo 26 de octubre en el Palacio Vistalegre para celebrar su concierto La Gran Bogeria 2. A partir del 5 de diciembre comienza su gira de Navidad en Cataluña. Músico, actor y presentador, Dausà es sobre todo ese hombre que conecta con gente a la que le pasan cosas.
Pregunta. La pregunta que odia más, pero... ¿volverá a saltar de un escenario?
Respuesta. Me lanzó constantemente de manera metafórica, físicamente creo que ya está hecho, fue una época en la que tenía otra manera de vincularme con el público, saltar, hasta el día que me metí una castaña.
P. La música pop suele ser mirada por encima del hombro, por fácil, comercial, dictada por la industria y sometida a los algoritmos. ¿Baja cultura?
R. No me fijo tanto si es baja cultura como si es alta de conexión emocional y acompañamiento de vida. Me da igual la parte técnica, me interesa la parte humana. Si la música pop o la que sea te acompaña en un momento de la vida en el que te sientes abrazado por esa canción, es mi objetivo. A veces hay cosas que pueden ser referentes musicales en la historia porque son técnicamente impecables, yo no pretendo esto, quiero acompañar a la gente y a mí mismo a través de las canciones.
P. Jo mai mai tiene más de 12 millones de reproducciones en Spotify. La siguiente pieza, La gran eufòria tiene más de 5 millones. Cuándo se tiene un éxito tan abrumador con un tema, ¿se piensa que es superable?
R. Cuando has tenido al Messi, debes pretender buscar el segundo o el tercero. Jo mai mai es mi Messi, debes dejar al primero ser el primero. Jo mai mai siempre será la primera, pero la buena noticia es que el resto son canciones de los últimos años, la plantilla es joven. La gente está conectada con un proyecto presente.
R. Es una cápsula corta que engancha por los cojones mucha gente cuando la escucha, que dice yo también lo he sentido alguna vez. La hice hace 12 o 13 años. Salió directa. Es la punta del iceberg de un proyecto que nos ha permitido vivir todo lo que estamos viviendo.
P. Muchos artistas piensan que llega un momento en el que todo lo que tenían que decir lo han dicho. ¿Ha tenido miedo de sentir en algún momento esta sensación?
R. Para mí la música es un acompañamiento vital, creo que todavía no he dicho nada, todavía está todo por decir, todavía tengo todo por descubrir. Todo es nuevo, tengo cuerda para cantar hasta la vejez.
P. Es la banda sonora de muchos campamentos de verano. ¿Cómo es su público?
R. Es la excusa para tener una familia escuchando una canción juntos. La canción de autor, un proyecto que te acompaña a largo de tu vida. Han sido 12 años de ir sumando gente al proyecto, cada concierto pregunto quién es nuevo y quién había venido y cada concierto el 50% son nuevos, siempre. Ahora, en cada concierto, hay gente nueva. En Vistalegre seguro que habrá gente que nunca ha venido.
P. ¿Ha aparcado la interpretación?
R. He intentado ser actor, pero lo mío es la música. Estuve cuatro años en el Institut del Teatre, pero hay mucha gente mejor que yo. Lo que se me da bien es conectar con la gente con un mensaje, y ahora el mensaje es mío.
P. La imagen es importante.
R. Creo que no, es más importante tener una imagen de salud que de guaperas, pero es verdad que mi mujer viene del mundo de la moda y me ayuda. Todo toma un tono más profesional si la imagen, la puesta en escena, tiene una coherencia.
P. Actúa este sábado en Madrid. Cuando iban los Manel, ellos mismos reconocían que el público eran catalanes que viven en Madrid. ¿Cree que usted conseguirá atraer a madrileños?
R. Habrá catalanes que viven en Madrid, pero creo que será necesario picar piedra. Será una primera llamada de atención para que la gente de Madrid se fije, ya que tienen los ojos en otro sitio. Habrá catalanes de Madrid y muchos catalanes de aquí que han comprado la experiencia.
P. ¿Catalán siempre?
R. Hago sobre todo catalán, pero cada vez más introduzco el castellano por una cuestión de abrir sensibilidades, posibilidades, conectar con otra gente, voy haciendo, no hay una estrategia, me autoproduzco y me autoedito. Es una carrera de ir decidiendo. Estoy abierto, lo que tengo clarísimo es que quiero que mi trayectoria vaya a favor de mi vida, no que la música se me coma. Intento hacerlo compatible.
P. Una vida que empezó con una experiencia muy dura.
R. Trabajando mucho y siendo consciente, cada vez más, y más cuando eres padre, del impacto que debe tener que tu madre muera cuando tienes dos meses. Ahora pienso... qué desierto. He vivido una vida de sí pero no: ahora estoy haciendo un importante trabajo de colocación de las piezas. Tu madre merece que la tengas en tu vida, aunque no la hayas conocido. Ella tenía un lupus y sabía que si se quedaba embarazada se podía morir. Decidió seguir adelante. Hasta ahora yo había estado muy ciego. Una de las cosas que he aprendido de Luis Enrique y Elena: tener siempre presente a Xana (la hija del entrenador de fútbol y de Elena Cullell, que murió de cáncer a los nueve años) es un homenaje. La clave es tenerlo presente, no huir.
P. Vive en la Cerdanya. ¿Sufre de ‘turismofobia’?
R. No es culpa de los turistas ni de los que tienen segunda residencia, sino de los que gestionan el terreno y permiten que se construya y no dan ayudas a la gente de allí. Es una cuestión política. Veo esta realidad: tengo amigos que han tenido que irse a vivir a la Seu d’Urgell porque no se pueden pagar una casa en la Cerdanya. Dicho esto, se está muy bien. Vivo la Cerdanya idílica, entre semana, serenos, tranquilos, sin colas, me voy los fines de semana y en verano.