Meloni retira su querella contra Luciano Canfora, el historiador que la llamó “neonazi en el ánimo”
“Estoy muy contento”, dice el profesor, que aún debe aceptar la decisión antes del juicio, previsto para el lunes. La primera ministra italiana y su Gobierno han llevado ya al banquillo a cinco periodistas e intelectuales
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha retirado la querella que presentó el año pasado contra el filólogo e historiador del mundo clásico Luciano Canfora, por haberla llamado “neonazi en el ánimo” durante una charla en un instituto en abril de 2022. Así lo ha confirmado el profesor a EL PAÍS por teléfono, tras haberlo sabido por su abogado. En aquel momento, Meloni estaba en...
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha retirado la querella que presentó el año pasado contra el filólogo e historiador del mundo clásico Luciano Canfora, por haberla llamado “neonazi en el ánimo” durante una charla en un instituto en abril de 2022. Así lo ha confirmado el profesor a EL PAÍS por teléfono, tras haberlo sabido por su abogado. En aquel momento, Meloni estaba en la oposición, pero el proceso ha seguido adelante hasta ahora, con una petición de 20.000 euros de resarcimiento y el juicio previsto para el próximo lunes, 7 de octubre.
No obstante, para que la causa quede archivada, el propio interesado debe aceptar la retirada de la acusación. “Mi abogado me ha dicho que no diga nada estos tres días, hasta el lunes”, explica Canfora. ¿Pero está contento? “Ciertamente, estoy muy contento, es evidente”.
El profesor, emérito de la universidad de Bari, había defendido sus palabras, como explicó a este diario en una entrevista hace dos semanas, con el argumento de que “neonazi es una categoría política, como neoestalinista, neoliberal”. “Hay quien está contento de que le llamen así y otros no. Pero no es un insulto, es una valoración, acertada o no”, razonó.
También insistió en que Meloni declaró en su investidura “que provenía del Movimiento Social Italiano (MSI), que se llama así por la República Social de Mussolini, un Estado satélite del Tercer Reich”. En cuanto a la querella, consideraba “ridículo que un primer ministro entable un duelo desigual con un ciudadano común”.
No es la única denuncia que Meloni ha presentado, dentro de una ofensiva de la líder de Hermanos de Italia y de miembros de su Ejecutivo de ultraderecha contra periodistas e intelectuales críticos. En total, han llevado a cinco a los tribunales. Además de Canfora, el caso más conocido es el de Roberto Saviano. En octubre de 2023, el tribunal de Roma condenó al escritor a pagar 1.000 euros por apreciar difamación cuando en 2020 la llamó “bastarda” por sus posturas sobre la inmigración en un programa televisivo. El autor de Gomorra hablaba de un naufragio con víctimas mortales y dijo: “Volverá a vuestra mente todo lo que habéis dicho sobre las ONG: taxis del mar, cruceros […]. Solo queda llamaros bastardos. A Meloni, a Salvini, ¿cómo habéis podido? ¿Cómo ha sido posible esto?”.
“Nos hace entender la situación que estamos viviendo, con un poder ejecutivo que intenta intimidar continuamente a quien cuente sus mentiras, exactamente como hace [Viktor] Orbán”, destacó Saviano tras la sentencia. La parte civil había pedido 75.000 euros y la fiscalía, 10.000. “¿De verdad estamos aceptando que el poder político pretenda que el poder judicial delimite el perímetro en el que se puede mover un escritor? ¿Es tan difícil notar la proporción entre quien tiene el poder político y quien tiene solo las propias palabras?”, declaró.
Meloni incluso denunció a una periodista freelance por haber insinuado que era bajita, y ganó. Fue el pasado julio. Un tribunal condenó a Giulia Cortese al pago de 5.000 euros por dos tuits de 2021, considerados “difamatorios” y con frases de burla del físico de la mandataria. Tras enzarzarse en redes sociales con Meloni, esta periodista la llamó “mujerzuela” y en otro tuit dijo: “No me das miedo Giorgia Meloni. Además, mides un metro y 20. Ni siquiera te veo”. Por estas dos frases fue condenada. La prensa italiana señaló que había rechazado un acuerdo previo. El entorno de la primera ministra aseguró que Meloni daría el dinero a causas benéficas.
También Francesco Lollobrigida, ministro de Agricultura y cuñado de Meloni hasta que se separó de su hermana este verano, se querelló contra la filósofa Donatella di Cesare cuando le calificó de “neohitleriano” por hablar del riesgo de “sustitución étnica”, refiriéndose a la inmigración. En este caso, el tribunal absolvió a Di Cesare, profesora de la universidad La Sapienza de Roma. Del mismo modo, Lollobrigida se querelló contra el rector de la universidad de Siena para extranjeros, Tomaso Montanari, por opiniones parecidas en un artículo.
Además de estos conflictos que han acabado en los tribunales, el Gobierno de Meloni ha sido acusado de intentar someter a la televisión pública, la RAI. Los trabajadores han denunciado una “censura diaria” en los informativos de la cadena, que han bautizado como TeleMeloni. El pasado mes de mayo convocaron una inédita huelga. Un mes antes, se desató una gran polémica por la supresión en un programa de una intervención del escritor Antonio Scurati, autor de la serie de novelas M. sobre Mussolini, con un monólogo muy crítico con el Gobierno. Todo ello llevó a la Comisión Europea a mostrar su preocupación sobre la libertad de prensa en Italia y la independencia de la cadena pública RAI en su informe sobre el Estado de derecho en los países de la Unión Europea.
Otra controversia ha afectado a los escritores seleccionados para acudir a la feria del libro de Fráncfort, que se celebra a partir del próximo 16 de octubre y donde Italia es este año el país invitado. Saviano fue dejado fuera de la lista, y muchos otros se solidarizaron con él. El escritor Paolo Giordano promovió una carta de 41 autores protestando contra las injerencias del Gobierno en la gestión cultural. Finalmente, Saviano, al igual que Scurati, estarán presentes en la cita invitados por la organización, pero varios escritores no acudirán en protesta por lo ocurrido.