‘Los destellos’: emociones, hermosura, verdad

Con la película de Pilar Palomero sales del cine tocado, conmovido, sus personajes te acompañan durante un tiempo al pasear por las calles o en la soledad de tu casa

Patricia López Arnaiz y Antonio de la Torre, en 'Los destellos'.

Ocurre con determinadas y escasas películas. Al menos, a mí. Y es que te transmiten hipnosis mientras que las ves y las escuchas, pero ese alboroto emocional que te provoca, esos personajes que no hablan demasiado de sus problemas ni son impúdicos, pero con los que tienes la impresión de haberlos conocido profundamente y que te han implicado en sus tristes circunstancias, permanecen incrustados en tu memoria y en tus sentimientos.

Sales del cine tocado, conmovido, te acompañan durante un tiempo al pasear por las calles o en la soledad de tu casa. Y sientes agradecimiento ante la verdad,...

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Ocurre con determinadas y escasas películas. Al menos, a mí. Y es que te transmiten hipnosis mientras que las ves y las escuchas, pero ese alboroto emocional que te provoca, esos personajes que no hablan demasiado de sus problemas ni son impúdicos, pero con los que tienes la impresión de haberlos conocido profundamente y que te han implicado en sus tristes circunstancias, permanecen incrustados en tu memoria y en tus sentimientos.

Sales del cine tocado, conmovido, te acompañan durante un tiempo al pasear por las calles o en la soledad de tu casa. Y sientes agradecimiento ante la verdad, la humanidad y la complejidad de su historia, su autenticidad, sus miedos, su comportamiento, las relaciones que establecen cuando la enfermedad y la oscuridad definitiva están acorralando a uno de ellos. Todo ello lo desarrolla la directora Pilar Palomero, alguien que había demostrado en Las niñas estar en posesión de sensibilidad y talento, en la hermosa y generosa Los destellos, todo un mundo construido alrededor de gestos leves, miradas, parlamentos breves pero abarrotados de sutileza, sobriedad y la creación de una atmósfera sentimental que no necesita recurrir a la intensidad, ni al psicologismo, ni al énfasis para entender las reacciones de los personajes ni la relación que establecen entre ellos para aliviar el ocaso de un tipo que es padre y alguna vez fue marido.

Patricia López Arnaiz, en 'Los destellos'.

Palomero utiliza virtuosamente la cámara, nada que ver con el exhibicionismo, para describir lo que ocurre en el corazón de esta gente, la implicación de una cría para conseguir que su madre, alguien que dispone de una pareja sólida, la ayude en cuerpo y alma y que la despedida de este mundo de su antiguo y desolado marido (no nos cuentan que pasó entre ellos, cuáles fueron las razones del naufragio, ni falta que hace) sea lo menos solitaria posible, que el terror y la devastación física y mental se vean atenuados por la cercanía de esa hija tan fiel, dulce, natural, pragmática y amada y de una antigua esposa con la que alguna vez debió de haber existido el esplendor en la hierba.

La directora no recurre a diálogos trascendentes o enfáticos, le basta con un sentido visual extraordinario, con que su cámara construya un clima, con lograr sin inútiles discursos que el espectador observe y palpite con lo que le está ocurriendo a los personajes, con sus reacciones internas y externas, con el paisaje en el que viven. Y qué sentido del cine posee esta señora filmando la despedida a través de los mensajes que intercambian en el teléfono la madre y la hija, cuando todo se ha consumado y ambas retornan a su mundo.

Y son primorosas las interpretaciones, la credibilidad que desprenden, los matices que desprenden. Patricia López Arnaiz es una de las grandes. Interprete a un volcán o a un tempano, a gente normal o traumada. Ofrece lo máximo con lo mínimo. Es magnética hablando o en silencio, moviéndose o estática. Tiene una personalidad deslumbrante, hace veraz a cualquier personaje. Y admirable la sobriedad y la fuerza interna con la que Antonio de la Torre retrata a ese enfermo al que ya no le quedan fuerzas pero que intenta ponerse de acuerdo con la vida antes de irse. Y me enamora la naturalidad y la determinación de la muy joven Marina Guerola. Y Julián López, especializado en papeles cómicos, aquí no tiene que hacer reír. Interpreta con convencimiento a un tío muy normal en una situación complicada. Volveré a ver esta película. Es de verdad. Es emocionante.

Los destellos

Dirección: Pilar Palomero.

Intérprete: Patricia López Arnaiz, Antonio de la Torre, Marina Guerola, Julián López.

Género: drama. España, 2024.

Duración: 101 minutos.

Estreno: 4 de octubre.


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