Muere Sérgio Mendes, leyenda de la música brasileña

El ganador de tres Grammy ha fallecido en Los Ángeles a los 83 años después de haber luchado largamente con problemas derivados del coronavirus

El músico brasileño Sérgio Mendes durante una de sus últimas actuaciones en Laguna Beach (California), en agosto del año pasado.Harmony Gerber (Getty Images)

Sérgio Mendes, quien ayudó a definir el sonido moderno de la música brasileña junto a su grupo Brasil ‘66 y con la voz de Lani Hall, ha fallecido este jueves a los 83 años en Los Ángeles. Su familia, a través de un comunicado, aseguró que la salud del compositor y arreglista había sufrido un importante deterioro por síntomas prolongados del coronavirus. Mendes deja atrás un gran legado sonoro de 35 álbumes en los que exploró los sonidos de la bossa nova, el folklore y el jazz. Fue ganador de tres premios Grammy y estuvo nominado al Oscar. Su muerte ha sido confirmada a EL PAÍS por su publicista, Karen Vock.

Al momento de su fallecimiento, Sérgio Mendes estaba acompañado de su esposa, Gracinha Leporace y los hijos de la pareja. El comunicado de la familia destaca el perfil internacional del artista, quien actuó en directo por última vez en noviembre de 2023 en conciertos celebrados en París, Londres y Barcelona. “Mendes nos deja con un increíble legado musical que se expande por más de seis décadas con un sonido único mostrado por primera vez con su grupo Brasil ‘66″, asegura su familia.

Estudiante de piano clásico y aspirante a concertista en su Brasil natal, Mendes alcanzó el éxito en Estados Unidos. Vivió en Los Ángeles desde finales de los sesenta. Sin embargo, su llegada al país fue por la costa Este. Cuando tenía 21 años, y llevaba al menos dos gozando de la reputación de ser un excelente pianista, voló desde Niterói, su ciudad natal en el Estado de Río de Janeiro, a Nueva York para participar en un concierto de música brasileña en el Carnegie Hall. Aquel célebre recital, el 21 de noviembre de 1962, descubrió al público estadounidense los sonidos del gigante sudamericano. En él participaron João Gilberto, Óscar Castro Neves, Milton Banana, entre otros.

Sergio Mendes sobre el escenario en los años setenta. David Redfern (Redferns)

Mendes aprovechó la repercusión de ese concierto para grabar discos con artistas consolidados. En 1962 fueron publicados Cannonball’s Bossa Nova, donde tocó junto al saxofonista Julian Cannonball Adderley y Do the Bossa Nova con el flautista Herbie Mann. Oficialmente, el género se convirtió en la gran sensación de la época.

Su primer grupo, Brasil ‘65 formó parte de la iniciativa Itamaraty, un esfuerzo del ministerio de Exteriores de Brasil para promocionar la música brasileña en el extranjero. La agrupación comenzó en 1964 en México y después pasaron por Los Ángeles y Filadelfia. Pero no logró despegar a pesar de tener cálidas recepciones en clubes de jazz. La historia cambió con la transformación de esa nueva agrupación, Brasil ‘66. Mendes se quedó en los teclados, José Soares en las percusiones, Joao Palma en la batería. Sin embargo, la dulce voz de Lani Hall se convirtió en el factor definitivo que ayudó a encontrar el éxito en una década de melodías armoniosas y suaves.

Mas que Nada, una versión de Jorge Ben, se convirtió en el gigantesco éxito que entró a la lista de Hot 100 de Billboard. Esta permitió a Mendes definir el sonido brasileño desde Estados Unidos. “Fue la primera vez que una canción cantada completamente en portugués fue un éxito en el país y en todo el mundo”, aseguró Mendes a la radio pública en 2014. “La gente ni siquiera sabía lo que decíamos, y no importaba. Hacía que se sintieran bien”, añadió.

El estilo del grupo llamó la atención del trompetista Herb Alpert y Jerry Moss, los fundadores del sello A&M. La pareja fichó a Brasil ‘66 para la compañía, que se convirtió en la casa de sonidos tan eclécticos como Cat Stevens, The Police o The Tijuana Brass, el grupo de Alpert. “Simplemente, me enamoré de su sonido”, aseguró Alpert en un documental.

Aunque después fue criticado por ello, Mendes supo mantenerse en el gusto del público convirtiendo estándares del jazz en sonidos más frescos de la bossa nova. En 1968, un crítico de The New York Times, celebraba cómo su arreglo a My Favorite Things, el clásico de Hammerstein, lo había convertido en una melodía “salvajemente excitante”.

Sergio Mendes, con el futbolista Pelé y Elton John en Los Ángeles, en julio de 1977. Michael Ochs Archives (Getty Images)

La fórmula continuó después con algunas versiones. Para el segundo álbum de Brasil ‘66, en el que Mendes cambió completamente la alineación del grupo con excepción de Lani Hall, convirtieron Fool On the Hill de los Beatles a ritmos tropicales. El álbum, que tenía también un cover de Simon & Garfunkel se convirtió en un superventas y lo hizo merecedor de su primera nominación al Grammy, en 1968, en la categoría de Mejor Actuación de Pop Vocal. En 2012, el brasileño rindió tributo a Paul McCartney en una ceremonia de gala benéfica.

Con Brasileiro, su álbum de 1992, Mendes pudo reafirmarse como brasileño después de varias décadas viviendo en el norte. La producción le sirvió para tender puentes nuevos con su país. Grabó tambores de escuelas de samba en las calles cariocas y de Salvador de Bahía. El álbum abre con el sonido de una batucada y es seguido por Magalenha, que se convirtió en otro gran éxito. En What is This? se atreve incluso con un poco de Spoken Word y rap. Brasileiro ganó el Grammy de Mejor Álbum Global en 1992.

Mendes usó su nombre para impulsar a una nueva generación de artistas brasileños, entre otros Carlinhos Brown, voz principal de Magalenha. Brown ha despedido a Mendes en las redes sociales: “Es el brasileño que tocó con Frank Sinatra, que grabó con Sarah Vaughan, Stevie Wonder y quien siempre tuvo un pensamiento joven sobre la música. Siempre fue como un adolescente que buscaba descubrir cosas”, señala en Instagram.

En 2006 llegó el álbum Timeless, con colaboraciones de Justin Timberlake, Erykah Badú, Jill Scott e India.Arie. Un rejuvenecido Mendes se apuntó también a las bandas sonoras con el nuevo milenio. Su música ya había encontrado lugar en varias películas, pero en 2010 compuso la música para la película animada Río junto a Carlinhos Brown. La dupla fue nominada al Oscar en 2011 por Mejor Canción, Real in Rio.

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