Muere a los 75 años la actriz Shelley Duvall, protagonista de ‘El resplandor’

La intérprete, conocida por su versatilidad, participó en casi todo el cine de Robert Altman, dio vida a Olivia en ‘Popeye’, uno de los grandes fracasos de la historia, y apareció en ‘Annie Hall’

La actriz Shelley Duvall.Foto: REG INELL (GETTY) | Vídeo: AP

La actriz Shelley Duvall, la esposa atormentada de El resplandor, la Olivia del Popeye de Robin Williams —considerado uno de los grandes fracasos de la historia del cine―, comedia que dirigió Robert Altman, mentor de la intérprete, ha muerto este jueves a los 75 años en su casa de Blanco (Texas). Duvall ha fallecido mientras dormía por complicaciones de la diabetes, según ha anunciado su marido, el actor Dan Gilroy, su compañero de vida desde 1989 (tuvieron una breve relación sentimental y después él cuidó de ella): “Mi querida, dulce y maravillosa compañera de vida y amiga nos dejó. Demasiado sufrimiento últimamente, ahora está libre. Vuela, hermosa Shelley”, ha escrito Gilroy en The Hollywood Reporter.

Shelley Duvall, como Wendy Torrance en 'El resplandor'.Warner Bros. (Getty Images)

Duvall era una estrella que a finales de los noventa abandonó Hollywood y se refugió en su Texas natal para poder afrontar una enfermedad mental. En aquel momento era una productora prolífica y de gran éxito, pionera en la televisión por cable con su enfoque poco convencional de la programación infantil. Esa faceta artística comenzó Faerie Tale Theatre, una serie emitida de 1982 a 1987, en la que estrellas como Carrie Fisher, Mick Jagger, Teri Garr, Liza Minnelli, Vanessa Redgrave o Jeff Bridges actuaban en historias clásicas dirigidas por Tim Burton y Francis Ford Coppola. Y Duvall supervisaba las producciones. Tres años más tarde, creó Tall Tales & Legends, otra serie, también para Showtime, que versionaba adaptaciones de cuentos populares estadounidenses. Con su productora, Think Entertainment, logró dos nominaciones a los Emmy. Sin embargo, hubo un momento en que huyó a Texas.

En realidad, salvo las poco más de dos décadas en que trabajó en Hollywood (de 1974 a finales de los noventa), Duvall siempre vivió en Texas. Nació en Fort Worth el 7 de julio de 1949. Fue a hija mayor (y única chica) de los cuatro vástagos del matrimonio de Bob y Bobbie Duvall. Su padre era un subastador de ganado que más tarde se licenció como abogado; su madre, agente de bienes raíces. Ella fundó en Houston, adonde se había mudado la familia Duvall, Space City Realty, una empresa enfocada en el espacio cuando aún estaba arrancando la NASA.

Shelley Duvall y Woody Allen, en 'Annie Hall' (1977).mptvimages.com

Por eso su hija quiso ser científica hasta que asistió a una vivisección de monos y abandonó el South Texas Junior College en Houston. Trabajó en unos grandes almacenes y comenzó su pequeña carrera de modelo. Así conoció a su único marido, el artista Bernard Sampson. El matrimonio (se divorciaría en 1974) vivía en la casa de los padres de Sampson, donde Duvall organizó una fiesta para vender algunas de sus obras y ganar dinero. A esa fiesta acudieron tres miembros del equipo de El volar es para los pájaros, con la que Robert Altman quería repetir el éxito de M*A*S*H. Ellos fueron quienes dirigieron a Duvall hacia una audición con Altman y así arrancó la carrera de la actriz, que se convirtió en la protegida del cineasta. En una entrevista en The New York Times, contaba: “Recuerdo el primer consejo que me dio Robert: ‘No te tomes en serio’. A veces me siento egocéntrica, y luego, de repente, ese consejo aparece en mi cabeza y me río”.

Con Altman, Duvall no paró en los setenta: como novia por correo en Los vividores; como la mujer que tiene un romance en Misisipi con el ladrón de bancos Keith Carradine en Ladrones como nosotros; como la groupie aficionada a los pantalones cortos y los zapatos de plataforma, en Nashville; como la esposa del presidente Grover Cleveland en Buffalo Bill y los indios; y como Millie Lamoureaux, una trabajadora fantasiosa en un balneario de Palm Springs para ancianos en 3 mujeres. Y por supuesto, como Olivia, en la versión protagonizada por Robin Williams y dirigida por Altman de Popeye. En ese final de los años setenta Duvall participó también en Annie Hall y se estuvo 13 meses rodando en Inglaterra (“Lloré durante 12 horas al días muchísimas semanas”, contaba en una entrevista en People) con Stanley Kubrick El resplandor. “Nunca volveré a dar tanto. Si quieres meterte en el dolor y llamarlo arte, adelante, pero no conmigo”.

Shelley Duvall y Robin Williams, en el rodaje de 'Popeye'.

Con todo, su papel de Wendy Torrance, la esposa del escritor Jack Torrance (Jack Nicholson), fue el más popular de su carrera. En El resplandor, los Torrance son contratados para cuidar un hotel en invierno, cuando el establecimiento, el mítico Overlook, cierra sus puertas temporalmente. Allí les espera una presencia maligna que volverá loco a Jack. En 2021, en una entrevista en The Hollywood Reporter, contó: “Antes de una secuencia, m ponía un walkman de Sony y escuchaba canciones tristes”. O cambiaba su estado de ánimo así: “Simplemente piensas en algo muy triste en tu vida o en lo mucho que extrañas a tu familia o amigos. Pero después de un tiempo, tu cuerpo se rebela. Dice: ‘Deja de hacerme esto. No quiero llorar todos los días’. Y a veces solo ese pensamiento me hacía llorar. Despertarme un lunes por la mañana, tan temprano, y darme cuenta de que tendría que llorar todo el día porque estaba programado, simplemente me llevaba a llorar. Yo pensaba: ‘Oh, no, no puedo, no puedo’. Y, sin embargo, lo hice. No sé cómo. Jack también me dijo eso. Me dijo: ‘No sé cómo lo haces”. La famosa secuencia del bate la repitió 127 veces. En España su voz fue doblada por Verónica Forqué.

Para mayor dolor había llegado tocada emocionalmente a aquel rodaje: en aquel momento la actriz salía con el músico Paul Simon. Vivían juntos en Central Park West hasta que Simon la dejó por una amiga de Duvall, Carrie Fisher. La actriz recordaba que el músico se lo anunció cuando se montaba en el Concorde para volar a Londres.

En el resto de su carrera también destacan títulos como Los héroes del tiempo, Roxanne, The Underneath (Bajos fondos) o Retrato de una dama, porque en esos finales de los ochenta se centró en su labor como productora, mientras que en los noventa dosificó mucho más sus apariciones. El siglo XXI lo pasó en Texas y solo salió para actuar en The Forest Hills (2023), de Scott Goldberg.

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