Perros, gatos, caballos o patos: las “familias multiespecie” de la fotógrafa Estela de Castro llegan a Málaga
La Térmica acoge una exposición de los retratos que la fotógrafa ha tomado de personas con los animales con quienes conviven. El proyecto viajará a Cuba donde se propone ampliarlo
Isabel Judas y Juanfran Fernández tienen una familia enorme: 150 miembros. La mayoría tiene cuatro patas, porque son perros y gatos rescatados de la calle. Hasta una oveja convive con esta pareja, que reside en una caravana en un terreno a las afueras de Úbeda (Jaén). Allí realizan su tarea salvadora mientras cuidan de los que ya consideran como sus familiares y les buscan un hogar en adopción. Con algunos —Lima, Gazpacho, Bentley, Lennon— han posado para la cámara de Estela de Castro (Madri...
Isabel Judas y Juanfran Fernández tienen una familia enorme: 150 miembros. La mayoría tiene cuatro patas, porque son perros y gatos rescatados de la calle. Hasta una oveja convive con esta pareja, que reside en una caravana en un terreno a las afueras de Úbeda (Jaén). Allí realizan su tarea salvadora mientras cuidan de los que ya consideran como sus familiares y les buscan un hogar en adopción. Con algunos —Lima, Gazpacho, Bentley, Lennon— han posado para la cámara de Estela de Castro (Madrid, 46 años), que a lo largo de los dos últimos años ha realizado retratos a “familias multiespecie”, según las define. “Yo soy madre de perros y gatos, no de niños o niñas. Y no son mascotas: es una palabra con un marcado carácter de objeto”, explica la artista, que expone 32 de esas imágenes en la exposición Retratos de familia en La Térmica, en Málaga, hasta el 6 de octubre.
La idea surgió de casualidad. Tres personas habían ayudado a De Castro en distintos trabajos y ella quiso devolverles el favor regalándoles un retrato familiar. Es su especialidad, como demostró con las fotografías de los reyes Felipe VI y Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, a principios de 2020. Las tres familias tenían perro. Cuando la editorial La Fábrica le pidió alguna imagen para el libro España: retrato de un país, les habló de esas imágenes y la idea que transmitían.
Gustaron tanto que una de esas imágenes acabó en la portada. El proyecto cuajó. Y la idea tomó forma en una serie de 60 familias residentes en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Sevilla o Málaga. En La Térmica se exponen 32, y las 28 restantes se pueden ver en una pantalla. Comparten espacio con otras que la artista tomó a principios de junio en la capital malagueña durante una convocatoria pública: cualquiera podía acercarse con sus animales para que la fotógrafa le retratara.
Tomados con una cámara Fuji GFX de medio formato, los retratos de la exhibición suponen un repaso a la geografía familiar española. Hay ovejas, caballos, patos, gallinas, palomas, corderos, cerdos. Los perros son mayoría. También los gatos, como Günter, Rayito y Cantimploro, que posan junto a Alicia Gutiérrez y el artista Javier Calleja en su casa de Málaga. En la muestra —la número 26 en la trayectoria de la fotógrafa— hay imágenes en salones, patios, bosques, prados, santuarios. “No son mascotas lo que aquí vamos a ver conviviendo con seres humanos y confeccionando familias, lo que estas fotografías nos muestran son animales no humanos de las familias”, subraya el historiador del arte, escritor y gestor cultural Rafael Doctor, comisario de la muestra.
Cada fotografía, siempre hechas con trípode, se prepara al detalle: luz, composición, espacio, objetos, personas. Los animales son los últimos en entrar en acción. “Me enseñaron a trabajar la toma: apenas retoco nada después”, revela. En sus imágenes se ven animales que parecen haber nacido para ser captados por una cámara de fotos. “Los gatos son los más inquietos, el resto suele ser más fácil. Pero yo tengo uno al que le encanta que le haga fotos, así que depende mucho de cada animal”. Ella misma abre la muestra con un autorretrato en el que comparte encuadre con Sulay, Pimpo, Cloe, Renko, Nina y Pocho. Tres gatos y tres perros rescatados de las calles. Una es una galga salvada tras ser abandonada por unos cazadores en la ciudad de Getafe (Madrid) donde reside. Su caso es más habitual de lo que parece: según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay más hogares con animales que con niños. “Yo siempre tuve perro de pequeña y entiendo que son parte fundamental de la familia”, señala. “Se puede querer a otras especies. No entiendo lo de cuestionar el amor o el duelo hacia un animal”, apunta quien en 2012 vivió un punto de inflexión en su vida que le llevó a ser la que es hoy. “Adopté a una gata, Lola, que murió pronto. No la pude salvar a ella, pero sí empecé a salvar a otros”.
Desde entonces comenzó a desarrollar un trabajo dirigido a la defensa del animalismo. En 2017, tras su participación en el proyecto Capital Animal, también dirigido por Doctor, desarrolló Zoocosis, en el que puso de manifiesto la necesidad de replantear los zoológicos contemporáneos. Más tarde empezó a colaborar con santuarios y protectoras de animales, cuyo fruto fue la exposición The Animals, en la edición de 2022 de PHotoEspaña. La recopilación de aquel trabajo fue considerado Mejor libro de arte de 2023 por el Ministerio de Cultura. Fue la primera vez que el galardón recaía en una publicación dedicada a la fotografía.
Algunas de las imágenes expuestas darán el salto a un evento fotográfico en Cuba, donde De Castro espera continuar la serie con retratos de familias del país caribeño. No es el único proyecto que tiene entre manos. Más allá de los numerosos talleres que imparte —en septiembre volverá a Málaga para dar uno— y de formar parte de la plataforma de mujeres profesionales de la fotografía Cómo ser Fotógrafa, mantiene vivo su propósito de retratar a fotógrafos y fotógrafas españolas. Inició esa labor hace 14 años y, cree que aún le quedan otros seis por delante hasta conseguir las mismas mujeres que hombres. “Hace unos días retraté a una fotógrafa de 96 años en Vigo, fue fascinante”, afirma De Castro, feliz de que su trabajo tenga un punto reivindicativo. De hecho, en la muestra de Málaga hay hueco para un mural con una treintena de fotos de perros en adopción en distintas protectoras malagueñas.