Belleza peligrosa

Preciosos y complicados toros de Partido de Resina y Sobral con los que la terna se justificó sobradamente

Juan de Castilla, ante su segundo toro.Alfredo Arévalo

Está claro que la belleza del toro no es un valor en alza. Prueba de ello es que los más guapos se corren, por lo general, en los festejos populares antes que en las plazas, y cuando visitan los chiqueros es para que los lidien los toreros más aguerridos que no suelen disfrutar de los primeros puestos del escalafón.

También es cierto que los más apuestos no suelen ser los más bravos, encastados y nobles; la belleza de los toros corridos en este segundo desafío ganadero en Las Ventas, por ejemplo, ha sido engañosa y peligrosa. Preciosa la estampa de los seis, sí, pero de corto viaje en l...

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Está claro que la belleza del toro no es un valor en alza. Prueba de ello es que los más guapos se corren, por lo general, en los festejos populares antes que en las plazas, y cuando visitan los chiqueros es para que los lidien los toreros más aguerridos que no suelen disfrutar de los primeros puestos del escalafón.

También es cierto que los más apuestos no suelen ser los más bravos, encastados y nobles; la belleza de los toros corridos en este segundo desafío ganadero en Las Ventas, por ejemplo, ha sido engañosa y peligrosa. Preciosa la estampa de los seis, sí, pero de corto viaje en los capotes, mansurrones en varas, midiendo en banderillas, y complicados, duros y peligrosos en el tercio final. Muy blando, además, el primero de Partido de Resina, con el que Juan de Castilla confirmó la alternativa, inválido el tercero, que fue devuelto, y muy deslucido el cuarto. Y los tres de Sobral, astifinos como sus compañeros, y muy escasos de calidad.

A estos elegantones oponentes se enfrentaron tres toreros necesitados de justicia en los despachos, que justificaron sobradamente que se les ofrezcan nuevas oportunidades con toros quizá no tan guapos de cara, pero sí más resultones.

De los tres matadores, destacaron, en primer lugar, las buenas maneras, la extrema decisión y el valor del colombiano Juan de Castilla, al que la presidencia le negó sorpresivamente una oreja en su segundo toro, un burraco muy peligroso de Sobral, al que le plantó cara con una entrega encomiable. Quiso homenajear a su paisano el maestro César Rincón, que estaba en el tendido, brindó a la concurrencia y, muleta en mano, se fue a los medios, desde donde citó a lo lejos a un animal que no había ofrecido motivo alguno para la confianza. Aguantó el torero el galope incierto, asentadas las zapatillas y el paño plano, para sortear la incierta embestida del toro con una escalofriante gallardía. Y así hasta tres veces en las que quedó patente la peligrosidad del toro que derrotaba con la cara por las nubes al segundo viaje. No se arredró el colombiano, ‘tragó’ lo impensable y dijo en alta voz que lo suyo es escalar puestos en el escalafón. La petición de oreja pareció mayoritaria, opinión que no compartió el palco.

Ya en el toro de su confirmación De Castilla también mostró sus buenas maneras ante un blando toro de Partido de Resina al que tuvo que cuidar para que no se desplomara definitivamente en el suelo. A pesar de ello le pudo robar un par de cortas tandas con la mano izquierda que desprendieron sabor.

'Recluido', de 501 kilos de peso, perteneciente al hierro de Sobral, lidiado en segundo lugar.Alfredo Arévalo

La espada y el descabello emborronaron una meritísima actuación de Octavio Chacón, tan olvidado sin justificación alguna. Su primero, ‘Recluido’ de nombre, fue, sin duda, un firme candidato a ‘mister España’ entre los toros guapos, pero, amigo, duro como el pedernal, que exigió valor, firmeza y oficio de un torero que, sin alharaca alguna, lo lidió con tanta seguridad como eficacia. El cuarto, de Partido de Resina, no tenía un pase. A los dos los mató mal y los descabelló peor, a pesar de lo cual Octavio Chacón merece más atención que la que recibe de las empresas.

Y Ángel Sánchez también acudió a Las Ventas con el deseo de figurar en nuevos carteles, pero tampoco tuvo fortuna con su lote; soso y cansino fue el sobrero de Hermanos Collado Ruiz, ante el que solo pudo esbozar un par de naturales, y aseado se mostró con el muy descastado sexto.

Partido de Resina-Sobral/Chacón, De Castilla, Sánchez

Desafío ganadero. Tres toros -primero, tercero, que fue devuelto por inválido, y cuarto- de Partido de Resina, muy bien presentados y mansos, tullido y noble el que abrió plaza, y muy deslucido el otro; y tres -segundo, quinto, y sexto- de Sobral, de bellas hechuras, desiguales en varas y muy complicados. Sobrero de Hnos. Collado Ruiz, muy serio, manso y descastado.

Octavio Chacón: pinchazo _aviso_ estocada tendida _2º aviso_ y cinco descabellos (ovación); media perpendicular y atravesada, cuatro descabellos _aviso_ y tres descabellos (silencio).

Juan de Castilla, que confirmó la alternativa: pinchazo _aviso_ cuatro pinchazos _2º aviso_ y dos descabellos (silencio); estocada caída (petición y vuelta).

Ángel Sánchez: pinchazo y gran estocada (ovación); dos pinchazos y estocada corta (silencio).

Plaza de Las Ventas. 17 de septiembre. Algo más de un cuarto de entrada (6.235 espectadores, según la empresa).

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