Los personajes LGTBI+ crecen en musicales y comedias dramáticas, pero no en películas de acción o suspense
El Observatorio de la Diversidad del audiovisual español constata la consolidación del colectivo pero no su completa normalización, uno de los objetivos del campus de verano de la Academia de Cine en Valencia
La presencia de personajes LGBTIQA+ (lesbiana, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual y queer) y con discapacidad en las películas y en las series españolas se ha consolidado, pero se mantiene una gran polarización y la situación está lejos de alcanzar la normalización. Esta es una de las conclusiones del último informe del Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales de España, que se ha p...
La presencia de personajes LGBTIQA+ (lesbiana, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual y queer) y con discapacidad en las películas y en las series españolas se ha consolidado, pero se mantiene una gran polarización y la situación está lejos de alcanzar la normalización. Esta es una de las conclusiones del último informe del Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales de España, que se ha presentado este martes en Madrid. En el 9,2% de las 99 películas de 2022 analizadas aparecen personajes de los colectivos citados, un porcentaje muy similar al del balance del pasado año. En cuanto a las series de ficción, el porcentaje es del 10,8% con respecto a las 61 temporadas examinadas.
“Nos preocupa sobre todo la gran polarización”, explica Emilio Papamija, director de la investigación del Observatorio. Más de la mitad de personajes LGBTIQA+ están concentrados especialmente en siete películas. Si se restaran estos títulos del cómputo global, el porcentaje se reduciría al 3,8%. En el caso de las series españolas, una sexta parte de las temporadas acapara la mayoría de los personajes.
Además, esa polarización se constata en el hecho de que la mayoría de los personajes están presentes “en la comedia dramática y en los musicales de género, pero casi no se encuentran referentes en las películas o serie de acción, de aventura de suspense, perpetuando el cliché”, apunta. ”No se ha superado el cliché, pero al menos los números van aumentando, lo cual es una buena señal, aunque queda mucho camino por recorrer”, añade el investigador del Observatorio, que ha publicado su cuarto informe, “amadrinado por Prime Video”. “Al menos tres de los cuatro personajes trans analizados estaban interpretados por personas trans”, apostilla.
Esa polarización se detecta también en las franjas de edades. “A medida que aumentas la edad, dejas de tener representación. Hasta los 18 años, los personajes suelen ser bisexuales; luego, hay muy pocos LGTBIQA+ en la tercera edad”, apunta. Hay excepciones, agrega, productoras que se preocupan por introducir la diversidad presente en la sociedad en sus películas, conscientes de que la televisión y el cine marcan en buena medida el imaginario colectivo, proyectan pautas de comportamiento y fijan estereotipos. Su pretensión es normalizar la imagen que se proyecta en el audiovisual español y que refleje la pluralidad social.
Un propósito compartido por el Campus de Verano Academia de Cine, que está celebrando su segunda edición en Valencia hasta el 1 de julio. Papamija presentará también su informe este miércoles a productores y productoras de cine español en esta cita, tras dar una charla la pasada semana en la cárcel de Picassent sobre “diversidad, autorrepresentación y representación en el audiovisual”. “La gente fue receptiva, con pocos juicios de valor, respetuosa aunque tuviera otra visión. Hablé un poco de mi experiencia como hombre trans. Hay que hablar con todes de todo, es necesario para cambiar la mentalidad. Los presos están trabajando en un proyecto muy interesante que propone el documental como una herramienta pedagógica”, explica.
La inclusión de la diversidad es el lema del campus, organizado por la Academia de Cine, con la colaboración de Netflix y el apoyo del Ayuntamiento de Valencia. El encuentro ha reunido a ocho creadores de colectivos de minorías o con proyectos que retratan personas de dichos colectivos con mentores como los cineastas Pilar Palomero, Celia Rico, Chema García Ibarra, Carlota Pereda, Neus Ballús y Carlos Marqués-Marcet, entre otros profesionales participantes, como la experta y asesora en diversidad Salima Jirari.
Eva Libertad es una de las seleccionadas en el campus. Está preparando un largometraje inspirado en su corto Sorda, que fue nominado a los Goya. “Está siendo una experiencia muy intensa y siento que mi proyecto va a salir mejor de lo que entró”, apunta la cineasta murciana, cuya hermana, Miriam Garlo, con una pérdida auditiva del 90%, fue la protagonista del reputado corto. Libertad destaca las aportaciones de discursos que no se había planteado, que abren una nueva perspectiva en el trabajo y ayudan a “dar una vuelta de tuerca”. Comenta cómo Salima, por ejemplo, le propuso la posibilidad de que las personas sordas pudieran “sentir” a la perra de la película cuando corre a través de vibraciones que se pueden generar a partir del diseño de sonido con sintetizadores.
La cineasta admite ser especialmente sensible con la diversidad y con los problemas de personas como su hermana (hay 1,2 millones de personas en España con una discapacidad auditiva de distinto tipo y grado, según datos del INE de 2022). La inmensa mayoría de las películas españolas no ofrece subtítulos en las salas de exhibición. “Llevamos tiempo hablando y escribiendo sobre esta discriminación, siempre esperando que saquen la película en DVD para regalársela a mi hermana... Y hay muchos sitios donde no hay cines en versión original, en los que se pueden ver películas extranjeras con subtítulos”, recuerda. La lucha contra la discriminación tiene que empezar por incluir en los equipos que hay detrás de la cámara a personas con diversidad funcional para tener su punto de vista, sugiere. La accesibilidad de los contenidos para públicos con discapacidad también será protagonista en la jornada de mañana del campus.
El director del divertido y premiado largometraje Espíritu sagrado, el ilicitano Chema García Ibarra, ha ejercido de mentor este año en el campus. “No usaría la palabra enseñar. Se trata de acompañar, de proponer y debatir tras leer todos los guiones, de ayudar en los proyectos desde nuestra experiencia, que ya hemos hecho largos”, explica. Subraya el interés de la temática social de los proyectos participantes, como en el de Baladre, de Víctor Sánchez Rodríguez. “Está muy bien, es un proyecto que transcurre en el Puerto de Sagunto, con chicos gays, en la España de 1992, con los problemas del VIH, de la homofobia, de los nazis pegando por las calles, contada de un punto de vista del creador cuando tenía esa edad”. Baladre es el nombre de un barrio marginado de Sagunto.
“Hay un abanico mejor, un acordeón de temas que llaman la atención”, señala el cineasta. Y pone otro ejemplo, el proyecto de comedia De Madrid al suelo, de Anna Marchessi, sobre una actriz con diversidad funcional que “está harta” de que solo la llamen para interpretar papeles de personajes con diversidad funcional. “Cuando empiezas un proyecto todo son inseguridades. Es algo normal. Te pareces todo un desastre, que nada funciona, Compartir ese momento no está mal y te puede ayudar la opinión de otros que han pasado por allí”, comenta el cineasta y mentor. A la inauguración del campus la pasada semana por el vicepresidente de la Academia, Rafael Portela, asistió el concejal popular José Luis Moreno, representante del nuevo Ayuntamiento de Valencia, que ahora gobierna el PP sin la necesidad de momento del apoyo de Vox, además de la responsable de inversión y desarrollo de talento creativo de Netflix en España, Susana Casares.