Vóley playa en Las Ventas

En un ruedo impracticable y con un molesto viento, se lidiaron novillos descastados de Fuente Ymbro con los que solo pudo brillar Mario Navas

Mario Navas, en la vuelta al ruedo tras la lidia del tercer novillo de la tarde.Alfredo Arévalo

Solo faltó el rumor de las olas porque arena había para celebrar toda una competición de vóley. El ruedo, perfecto para lanzar el balón por encima de la red y pasar una tarde divertida en la playa. Corría, además, una brisa fresca, alborotada a veces, que contribuía al espectáculo.

El problema era que se trataba de la plaza de Las Ventas y lo que allí se celebraba era un festejo taurino. El suelo estaba impracticable para torea...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Solo faltó el rumor de las olas porque arena había para celebrar toda una competición de vóley. El ruedo, perfecto para lanzar el balón por encima de la red y pasar una tarde divertida en la playa. Corría, además, una brisa fresca, alborotada a veces, que contribuía al espectáculo.

El problema era que se trataba de la plaza de Las Ventas y lo que allí se celebraba era un festejo taurino. El suelo estaba impracticable para torear, y hasta el empleado que pinta las rayas tuvo problemas para sortear los desniveles. “Es que no habrán tenido tiempo de arreglar el piso”, dijo una voz popular, con esa sorna de quien sabe que se trataba del festejo inaugural de la temporada.

Además, el viento, que impedía el normal manejo de los engaños, levantaba una polvareda constante, de modo que al llegar a casa había que hacer uso del cepillo para limpiar la ropa.

En fin, un pequeño desastre, impropio de la categoría de la plaza. Resulta inadmisible que se abra la puerta de cuadrillas con un ruedo patatero. Menos mal que no estaba Morante en el cartel, porque a más de uno le hubiera caído una seria bronca, y con toda la razón.

Por si fuera poco, la novillada de Fuente Ymbro resultó ser una birria; muy desigualmente presentada, manseó en los caballos, de soso y descompuesto comportamiento, corto recorrido y muy incómoda para los toreros.

Entre las toneladas de arena, los socavones, la polvareda, el vientazo y los novillos, algo habrá que justificar a los tres chavales que hicieron el paseíllo.

El más notable, no obstante, fue el vallisoletano Mario Navas, que se presentaba en el capital. Tiene planta de torero, buenas maneras, soltura, sentido estético y armonía en los movimientos. Y parece que también le adorna un valor suficiente. Un par de naturales le robó a su primero y supieron a gloria por su largura y templanza. Después, se lució ante el sexto, en la misma puerta de toriles, con un toreo a media altura con la muleta en la zurda, con lo que dejó muestras de innata torería.

Su compañero Álvaro Alarcón, que toma la alternativa en esta plaza el primer día de San Isidro, el 10 de mayo, no ha perdido frescura, firmeza ni decisión, pero su lote no le permitió florituras, y solo se pudo lucir en cuatro templadas verónicas de recibo al quinto. Al entrar a matar a su primero, se quedó en la cara del novillo, que lo levantó en peso y lo zarandeó a placer. Se levantó magullado, tardó en volver a montar la espada y, muerto el oponente, pasó a la enfermería, donde los médicos le detectaron una contusión en el hemitórax izquierdo que no le impidió continuar la lidia.

Y abrió plaza el francés Lamothe, que fue el primero que se enfrentó a los elementos de la arena, el viento y los aplomados novillos, razones que no justifican que haya pasado por Madrid sin dejar una sola huella de su toreo. No tuvo animal propicio, pero se le vio frío en exceso, y con escaso sentimiento en sus muñecas. Hubo una huella, sí, la estocada fulminante con la que mató a su segundo novillo.

Es de esperar que el Domingo de Ramos esté arreglado el piso de la plaza; si no es así, que coloquen, al menos, una red para que los espectadores se puedan divertir con un buen partido de vóley playa.

Fuente Ymbro/ Lamothe, Alarcón, Navas

Novillos de Fuente Ymbro, desiguales de presentación, mansurrones, sosos, descastados e incómodos.

Yon Lamothe: estocada (silencio); estocada fulminante (silencio).

Álvaro Alarcón: pinchazo, estocada _aviso_ (silencio); metisaca, pinchazo, _aviso_ y estocada (silencio).

Mario Navas: estocada (vuelta al ruedo); estocada atravesada _aviso_ y tres descabellos (ovación).

Plaza de toros de Las Ventas. 26 de marzo. Festejo inaugural de la temporada. Algo menos de media entrada (8.764 espectadores, según la empresa).

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Sobre la firma

Más información

Archivado En