OneToro (Mundotoro TV), la tauromaquia moderna chapurrea inglés y alemán

La nueva plataforma televisiva, de capital americano, nace con una especial vocación internacional

La plaza de La Maestranza en tarde de festejo.Torostv

Lo tenía muy claro Moritz Roever, director ejecutivo de OneToro. Lo primero que dijo fue una frase lapidaria: “Todo lo nuevo genera dudas”. Y tenía mucha razón; el problema es cuando convocas una rueda de prensa por todo lo alto en un hotel de postín, y tras dos horas de intervenciones, preguntas y respuestas, las dudas no se despejan. Había una expectación enorme con esta comparecencia en la que los directivos de la platafo...

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Lo tenía muy claro Moritz Roever, director ejecutivo de OneToro. Lo primero que dijo fue una frase lapidaria: “Todo lo nuevo genera dudas”. Y tenía mucha razón; el problema es cuando convocas una rueda de prensa por todo lo alto en un hotel de postín, y tras dos horas de intervenciones, preguntas y respuestas, las dudas no se despejan. Había una expectación enorme con esta comparecencia en la que los directivos de la plataforma que se ha hecho con los derechos de televisión de la Feria de Abril, San Isidro y la de julio de Valencia iban a contar su proyecto y perspectivas de futuro. Y esa curiosidad se fue desinflando a medida que transcurría el acto. Corrida de expectación, corrida de decepción.

Porque ni el señor Roever, ni el director general, Ignacio Díez de la Cortina, ni el realizador Víctor Santamaría, ni el periodista David Casas fueron capaces de convencer a los presentes de que su propósito cuenta con bases sólidas. Por el contrario, de sus palabras se deducía que poco había más allá de un decálogo de buenas intenciones, que todo está en el aire y que la infraestructura necesaria no ha saltado de los papeles a la realidad. Esa fue, al menos, la impresión.

Pero vaya por delante una ilusionada y cordial bienvenida, porque OneToro —a partir de ahora, Mundotoro TV— es el único recambio posible ante la huida de Canal Toros. Si no es por esta empresa americana, la fiesta de los toros se funde a negro, con las desastrosas consecuencias que ello hubiera acarreado.

Mundotoro TV decepcionó en su presentación pública, pero es el único recambio posible ante la huida de Canal Toros

Claro que la irrupción de la plataforma llega cargada de interrogantes. OneToro es una empresa domiciliada en Delaware, un pequeño estado de EE UU conocido por su flexibilidad en la normativa mercantil y bajos impuestos hasta el punto de ser considerado un teórico paraíso fiscal. Y cuenta el señor Roever que está constituida mayoritariamente por pequeños fondos de inversión americanos que no han dudado en colocar sus dólares en la difusión de la fiesta de los toros. Raro suena un rato largo, pero si es verdad, bendito sea Dios…

También señaló que no tienen previsto pagar impuestos a la hacienda española porque su negocio no es la retransmisión de las corridas, sino las cuotas de los suscriptores, repartidos por el mundo.

Al propio Moritz Roever se le preguntó por su currículo profesional, empresarial y taurino, y no dudó en bajar la voz, y con semblante taciturno respondió que dirigía una empresa de finanzas de seguros de vida con sede en Munich y Miami, que había descubierto la fiesta de los toros en México allá por el año 2001, y que, junto a un grupo de amigos, llegó a la conclusión de que había que ampliar los canales de expansión del toreo hacia el mundo. Lo que no contó es cómo ha conseguido convencer a los titulares de los fondos de inversión para afrontar la aventura. Hay quien dice que OneToro es una rama de OneFootball —extremo que desmintió Roever—, aunque los dirigentes de la empresa del balón prefieren mantenerse en segundo plano para no manchar su honor con la sangre de los toros.

Ciudadanos asiáticos en la plaza de Las Ventas.Plaza 1

Y Díez de la Cortina —que imploró auxilio una y otra vez como si estuviera con el agua al cuello—, hizo hincapié en la vocación internacional de la empresa, de modo que el negocio, más allá de los abonados que puedan suscribir en España, está dirigido (cada país tendrá su propio paquete) a aficionados y curiosos del mundo entero.

Lo que sí es cierto es que dinero tienen, porque parece que ya han pagado la Feria de Abril, y cabe pensar que lo mismo habrá sucedido en Madrid. Este pronto pago habrá colmado de satisfacción a los empresarios, acostumbrados a que Movistar pagara sesenta o setenta días después de la celebración de una corrida o un ciclo ferial. ¿Por qué OneToro ha aceptado que Telemadrid retransmita 14 corridas de la Feria de San Isidro cuando los derechos exclusivos los ha firmado la empresa americana?

La pregunta no tuvo una contestación sincera, obviamente, pero fuentes bien informadas apuntan a que a finales de enero se celebró una reunión secreta entre la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el empresario de Las Ventas, Rafael García Garrido, y Moritz Roever en la que la primera hizo valer su derecho como representante de la propiedad y exigió a los firmantes del acuerdo que aceptaran su imposición. Y así ha sido. (San Isidro coincide con las elecciones en la Comunidad de Madrid).

Llamó la atención en la rueda de prensa que, más allá de los buenos propósitos expresados con vehemencia por los nuevos gestores, no había un plan concreto de producción ni una infraestructura que sostenga lo que dictan los papeles.

La difusión de la fiesta está en manos de un caballero alemán y unos inversores americanos. Las vueltas que da la vida…

Curioso es que la carpeta informativa solo contenía dos folios, frases publicitarias en uno y los precios en el otro. Y sobre los precios surgen nuevas dudas al margen de la opinión de cada cual sobre su carestía. Mundotoro TV aún no tiene diseñada una programación diaria de su plataforma, pero sí anuncia que un mes costará 39,99 euros —la suscripción se inicia el día primero de cada mes y finaliza el último, sin importar qué día se adquiere el abono—, y un plan anual cuando se desconoce qué ferias retransmitirá a partir de junio, a excepción de la de julio de Valencia.

En fin, que todo el proyecto destila un cierto olor a improvisación, a la aventura de un aficionado alemán, deslumbrado con la tauromaquia y toreador como aficionado práctico en Sevilla junto al matador de toros Dávila Miura. O no. Quizá haya detrás toda una estructura empresarial en el lejano Delaware que, por razones que se desconocen, no ha salido a la luz.

Algo está muy claro: ojalá los inversores americanos obtengan pingües beneficios. Esa será la mejor noticia para la tauromaquia. “No venimos para estar aquí un cuarto de hora, sino, como mínimo, tres años”, dijo el director general, y a más de uno se le torció el gesto.

Conclusión: la difusión de la fiesta de los toros está en manos de un caballero alemán y unos inversores americanos. Las vueltas que da la vida…


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