Muere Wilko Johnson, inolvidable guitarrista de Dr. Feelgood
El músico británico, muy querido en España y considerado un precedente del punk, ha fallecido a los 75 años
Su imagen era muy reconocible en el rock and roll, al menos en ese que se forja en los garitos ante unos cientos de personas. Docenas de esos clubes se recorrió Wilko Johnson durante sus cinco décadas de carrera. Siempre salía al escenario como si hubiese recibido una descarga eléctrica segundos antes. La cabeza moviéndose de un lado para el otro, los ojos bien abiertos y a punto de salirse de las cuencas, las piernas agitándose, el mástil de su guitarra zarandeándose cual metralleta. Eso sí q...
Su imagen era muy reconocible en el rock and roll, al menos en ese que se forja en los garitos ante unos cientos de personas. Docenas de esos clubes se recorrió Wilko Johnson durante sus cinco décadas de carrera. Siempre salía al escenario como si hubiese recibido una descarga eléctrica segundos antes. La cabeza moviéndose de un lado para el otro, los ojos bien abiertos y a punto de salirse de las cuencas, las piernas agitándose, el mástil de su guitarra zarandeándose cual metralleta. Eso sí que era salir enchufado. Y su forma de tocar la guitarra, casi siempre sin púa, con todos los dedos construyendo un sonido de sierra rítmica: melodía y punteos casi al mismo tiempo. Lo hizo sobre todo en Dr. Feelgood, banda fundamental de lo que se llamó pub rock, movimiento que surgió principalmente en los pubs de Londres y que fue un precedente del punk. Wilko Johnson ha muerto en su casa a los 75 años, según han confirmado fuentes familiares.
En realidad, Johnson (Canvey Island, Essex, Reino Unido, 1947) ya había muerto. O al menos eso le pronosticaron en 2013, cuando le encontraron un cáncer de páncreas en estado avanzado y le dieron un año de vida. El guitarrista, un tipo tozudo criado en los pubs cerveceros de Canvey Island, se negó a recibir quimioterapia. “Preferí seguir tocando a estar agotado por los efectos del tratamiento ”, dijo a este periodista en una entrevista para EL PAÍS. Se fue a Japón a actuar y como si tal cosa. A los pocos meses encontró un especialista en este tipo de tumores y se lo extirpó. Y hasta ayer, que se marchó definitivamente. Johnson relató en aquella entrevista las características de la enfermedad antes de someterse a la operación: “El tumor fue aumentando en mi cuerpo y hubo un momento en que salía a actuar y la guitarra se balanceaba sobre mi tripa”. Lo contaba en Madrid con una sonrisa.
Johnson tocó muchas veces en España, siempre en garitos pequeños y siempre alentado por un público rockero que lo adoraba. Nacido John Peter Wilkinson, comenzó a tocar la guitarra a principios de los años setenta con Dr. Feelgood. El cantante era Lee Brilleaux, otro elemento pirado por el rock and roll y la cerveza, vocalista y armonicista. Junto a John B. Sparks (bajo) y The Big Figure (batería) formaron el cuarteto clásico del grupo. En realidad, Dr. Feelgood descargaban rhythm and blues, pero con una fiereza y un nervio que sirvió de ejemplo para el punk.
Johnson estuvo en Dr. Feelgood durante los primeros tres discos de estudio: los imprescindibles Down by the Jetty (1975), Malpractice (1975) y Sneakin’ Suspicion (1977). Había dos líderes en una misma banda y eso nunca ha sido bueno para garantizar la continuidad. El guitarrista se marchó y se quedó al frente Lee Brilleaux, hasta que murió, de cáncer, en 1994 con 41 años. El testimonio de lo tremendos que eran en concierto es Stupidity, un álbum que no aparece entre los mejores de la historia en directo, pero que debería. El trabajo, con una portada icónica (Lee Brilleaux soplando la armónica y al lado Johnson, mirándolo con su cara demente), se cierra con su mayor éxito, Roxette. En ese trabajo el grupo ofrece una demostración de una de sus fortalezas: imprimir furia a clásicos de la música negra (temas de Sonny Boy Williamson, Chuck Berry, Solomon Burke o Bo Diddley).
Cuando el guitarrista abandonó Dr. Feelgood formó la banda Solid Senders y tocó durante algún tiempo con Ian Dury y con Johnny Thunders. Desde entonces se presentó bajo el nombre de Wilko Johnson Band, editando una decena de trabajos y actuando sin descanso. Pero su legado siempre estará ubicado en los tiempos de Dr. Feelgood. Solo los muy seguidores de aquel grupo le reconocieron cuando apareció en varios capítulos de Juego de tronos como Ilyn Payne, un verdugo mudo.
Curiosamente, el segundo mayor éxito de su carrera (tras Stupidity, con Dr. Feelgood) se produjo con uno de sus últimos trabajos, Going Back Home (2014), en compañía del cantante de The Who, Roger Daltrey.
Durante todo este miércoles músicos de varias generaciones le están recordando. Desde el veterano Jimmy Page (”estoy triste después de enterarme del fallecimiento de Wilko Johnson”) al líder de Franz Ferdinand, Alex Kapranos, quien escribió en sus redes sociales: “Su interpretación única y su presencia en el escenario emocionó e inspiró a muchos guitarristas, incluido yo. Su talento se sentirá por muchos años más”. En España, él y Dr. Feelgood influyeron a bandas como Mermelada o Los Enemigos. También en escenas más oscuras. Preguntada por este periódico, Ana Curra, mítica figura del punk y componente de bandas como Parálisis Permanente, señala: “Wilko Johnson significó mucho para mí. El primer concierto al que fui fue de Dr. Feelgood. Me llevó mi hermano. Y Wilko me propulsó hacia el punk. Siempre le estaré agradecida”.