Terciados y exigentes novillos

Isaac Fonseca, que resultó herido, y Víctor Hernández cortaron sendas orejas a una mal presentada y encastada novillada de Fuente Ymbro en Las Ventas

Momento en que Isaac Fonseca es corneado por el tercer novillo de la tarde.Alfredo Arévalo

La novillada de Fuente Ymbro no respondió a las expectativas en cuanto a presentación; muy terciados los seis ejemplares, carentes de trapío y cara para una plaza de esta categoría. Ni el toro-toro al que se enfrentaban hace un par de años los noveles, ni estos novillotes con semblante de no haber roto un plato.

Chiquitos, pero matones, eso sí. Todos, en mayor o menor medida, cumplieron en varas, dieron muestras de la fortaleza que proporciona la juventud, desarrollaron movilidad y acudieron ...

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La novillada de Fuente Ymbro no respondió a las expectativas en cuanto a presentación; muy terciados los seis ejemplares, carentes de trapío y cara para una plaza de esta categoría. Ni el toro-toro al que se enfrentaban hace un par de años los noveles, ni estos novillotes con semblante de no haber roto un plato.

Chiquitos, pero matones, eso sí. Todos, en mayor o menor medida, cumplieron en varas, dieron muestras de la fortaleza que proporciona la juventud, desarrollaron movilidad y acudieron con presteza a los engaños, prueba fehaciente de que la casta era un ingrediente de su sangre brava.

En consecuencia, no fue una novillada dócil ni de carril; por el contrario, muy exigente con los novilleros —los tres sufrieron volteretas— y les pidió el carnet del oficio, la entrega, el valor y la actitud de los toreros de verdad.

Y los tres —triunfadores en esta plaza en lo que va de año— afrontaron el compromiso con gallardía, aunque con resultado diferente. El más perjudicado fue el mexicano Isaac Fonseca, que se lleva un mal recuerdo de su última comparecencia en esta plaza antes de tomar la alternativa, prevista para el 12 de agosto en la plaza francesa de Dax. Fue volteado y herido en el inicio de faena de muleta en su primer novillo, el único que pudo matar. Pataleó con todas sus fuerzas para deshacerse de las asistencias cuando ya lo trasladaban a la enfermería y con una cornada en la pierna derecha y una posible fractura de la mandíbula. Volvió a dejar claro que quiere ser torero por encima de todo. Así, ofreció una lección de buen oficio y hondo manejo de los engaños, basada en un desbordante espíritu de lucha suficiente para superar las dificultades de sus oponentes. Con la paliza de la tremenda voltereta en el cuerpo y las heridas, Fonseca salió victorioso de una ardua pelea que le planteó el bravo y encastado novillo de Fuente Ymbro.

Otro que tampoco se podrá levantar de la cama esta mañana es Víctor Hernández. Salió por la Puerta Grande el pasado 27 de marzo, día de su presentación en esta plaza, y a punto estuvo de repetir la gesta, impedida con buen criterio por el palco presidencial. Mató tres novillos, demostró sobradamente que es valiente y le adornan buenas maneras y gusto como torero, pero hubiera sido un despropósito tamaño galardón porque su labor de conjunto no dio para tanto.

No se podrá levantar esta mañana porque su primer novillo le propinó dos volteretones de órdago de los que, misteriosamente, salió ileso; pero es que también mordió el polvo cuando recibía a la verónica al cuarto, y este aún tuvo tiempo de golpearle la rodilla izquierda minutos más tarde.

En el novillo que abrió plaza se estrenó con una ceñida larga cambiada de rodillas al hilo de las tablas, inició el último tercio por estatuarios y un pase cambiado, con la planta erguida y quieta, y se lució al final, repuesto aparentemente de las dos palizas, con un manojo de excelentes naturales. Con las rodillas en tierra, en el centro de anillo, comenzó la faena de muleta en el cuarto, otro exigente novillo, con el que volvió expresar su buena concepción por naturales, y ante el sexto no acabó de acoplarse a las desordenadas embestidas de su oponente, pero mató de una estocada de efecto rápido y sus muchos partidarios pidieron un trofeo que, con buen criterio, no se le concedió.

También Diego García se llevó un susto sin consecuencias en un quite por chicuelinas al cuarto, pero su actuación no estuvo a la altura de lo esperado; muy destemplado y superficial ante el novillo que salió en segundo lugar, y por debajo también de la movilidad del quinto.

Un día más brillaron algunos miembros de las cuadrillas: Ángel Otero e Iván García se lucieron con el capote y las banderillas, tercio en el que también destacaron Diego Valladar, Raúl Ruiz y Jesús Robledo Tito.

Fuente Ymbro / Hernández, García, Fonseca

Novillos de Fuente Ymbro, muy terciados, cumplidores en varas, nobles, con movilidad, encastados y exigentes; destacaron tercero, cuarto y quinto, aplaudidos en el arrastre.

Víctor Hernández: estocada fulminante (oreja); -aviso- estocada y dos descabellos (ovación); estocada _aviso_ (petición y vuelta al ruedo).

Diego García: estocada (ovación); pinchazo hondo (ovación).

Isaac Fonseca: estocada fulminante (oreja). Fue volteado en el inicio de la faena de muleta y el parte médico señala que sufre una herida en el tercio medio de la cara interna de la pierna derecha con dos trayectorias, una ascendente de 15 centímetros y otra hacia fuera de 10 centímetros, que producen destrozos en la musculatura gemelar; y fractura mandibular izquierda y contusión en la mano derecha, ambas pendientes de estudio radiológico.

Plaza de Las Ventas. 26 de junio. Un tercio de entrada (6.974 espectadores, según la empresa).

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