Muere Ricky Gardiner, guitarrista de David Bowie e Iggy Pop, a los 73 años
El músico escocés tocó en discos como ‘Low’, del artista británico, y es el creador del famoso ‘riff’ de ‘The Passenger’
“Querido Ricky, hombre encantador, tocaba habitualmente con un mono y sin camisa, el tipo más agradable que jamás haya tocado la guitarra. Gracias por los recuerdos y las canciones. Descanse en paz eternamente”, escribía Iggy Pop en su Twitter tras conocer la muerte del guitarrista escocés Ricky Gardiner a los 73 años. La noticia la dio Tony Visconti, afamado productor y encargado del sonido de Low, el...
“Querido Ricky, hombre encantador, tocaba habitualmente con un mono y sin camisa, el tipo más agradable que jamás haya tocado la guitarra. Gracias por los recuerdos y las canciones. Descanse en paz eternamente”, escribía Iggy Pop en su Twitter tras conocer la muerte del guitarrista escocés Ricky Gardiner a los 73 años. La noticia la dio Tony Visconti, afamado productor y encargado del sonido de Low, el disco de 1977 de David Bowie en el que participó Gardiner. Visconti lo describió al despedirse de él como “un genio de la guitarra”. Además de Low, el otro momento cumbre de Gardiner fue su participación en el álbum de Iggy Pop Lust for Life, también de 1977 y producido en parte por el propio Bowie. Al escocés le diagnosticaron hace unos años la enfermedad de Parkinson.
En Low, Gardiner fue el responsable de los oscuros punteos de guitarra punzantes. El disco se encuadra dentro de la famosa Trilogía de Berlín de Bowie, que completan Héroes (1977) y Lodger (1979). Son trabajos experimentales en los que Bowie necesitó músicos sin prejuicios, de mente abierta, capaces de improvisar y encaminarse hacia los sonidos vanguardistas. El cantante británico se mudó a la ciudad alemana para alejarse de las drogas duras que amenazaban su estabilidad mental y física en los ambientes ingleses y estadounidenses donde se movía. Iggy Pop arrastraba similares problemas. Berlín fue para ambos una etapa creativa liberadora.
Gardiner fue además el autor del riff trotón de The Passenger, cantada por Iggy Pop, sin duda la pieza más popular en el que participó el escocés y que pertenece al disco de Pop Lust for Life. Es el tema con más escuchas de Iggy Pop en Spotify, 284 millones, y una pieza fija en las escaletas de las emisoras de rock clásico. Tanto The Passenger como Lust for Life tuvieron una segunda vida en los años noventa cuando fueron incluidas en la banda sonora de Trainspotting (1996). De hecho, muchos jóvenes las descubrieron gracias al filme de Danny Boyle.
Confesó Gardiner que la composición se le ocurrió años antes mientras paseaba tranquilamente por el campo. Y la archivó en su cerebro. “Iggy Pop y David Bowie estaban buscando material para Lust for Life en 1977. Me preguntaron si tenía algo y la verdad es que me pilló por sorpresa. Entonces recordé aquellos juegos de guitarra que se me ocurrieron en el campo. A Bowie le gustaron enseguida. Iggy, sin embargo, no estaba muy convencido. Pero al día siguiente vino con una letra y todo encajó”, describió Gardiner a The Independent sobre la composición de The Passenger.
Gardiner (nacido en 1948 en Edimburgo, Escocia) fue un músico autodidacta. Montó sus primeras bandas a finales de los sesenta y tuvo un grupo de rock progresivo de cierta relevancia, Beggar’s Opera. También participó en alguna grabación de Tony Visconti. Luego llegó el viaje a Berlín. Participó en conciertos para David Bowie e Iggy Pop a finales de los setenta. Cuando empezó a formar una familia decidió alejarse de la vida de las giras. Hombre poco dado a los privilegios del mundo del rock, trabajó de músico de sesión y montó su propio estudio de grabación.
El músico se centró en la música para la meditación. Junto con su pareja y su hijo realizó producciones encaminadas a proporcionar paz y espacio para desarrollar reflexiones sobre uno mismo y el sentido de la existencia. Todo enfocado a la espiritualidad. Murió acompañado de su familia.