El deán de la catedral de Toledo dimite tras la polémica por el vídeo de C. Tangana y Nathy Peluso grabado en el templo

Juan Miguel Ferrer asegura que deja el cargo para evitar que el escándalo se estire y reconoce que hubo fallos de comunicación con el arzobispo

El deán de la catedral de Toledo, Juan Miguel Ferrer (centro), en el acto institucional de conmemoración de la patrona de la Guardia Civil, este martes en Toledo.Ismael Herrero (EFE)
Agencias
Toledo -

El deán de la catedral de Toledo, Juan Miguel Ferrer, ha presentado su dimisión este martes tras la polémica desatada el viernes pasado por la grabación dentro del templo de un videoclip de los músicos C. Tangana y Nathy Peluso que escandalizó a muchos fieles católicos y fue reprobado por el arzobispo de la archidiócesis, Francisco Cerro, a pesar de que había sido autorizado por Ferrer. Una treintena de personas llegaron a concen...

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El deán de la catedral de Toledo, Juan Miguel Ferrer, ha presentado su dimisión este martes tras la polémica desatada el viernes pasado por la grabación dentro del templo de un videoclip de los músicos C. Tangana y Nathy Peluso que escandalizó a muchos fieles católicos y fue reprobado por el arzobispo de la archidiócesis, Francisco Cerro, a pesar de que había sido autorizado por Ferrer. Una treintena de personas llegaron a concentrarse la noche del domingo ante la catedral con velas para rezar el rosario como “acto de reparación”.

El deán ha asistido este martes a los actos castrenses de la patrona de la Guardia Civil en Toledo y, al terminar la celebración, ha respondido preguntas de los periodistas sobre el polémico vídeo, titulado Ateo, en el que los dos cantantes se mueven a ritmo de bachata en el templo religioso mientras el estribillo dice: “Yo era ateo, pero ahora creo, porque un milagro como tú ha tenido que bajar del cielo”. Ferrer ha pedido disculpas por la polémica generada y ha pedido “perdón institucional” en su nombre y en el de las diversas instancias del Cabildo “por cuantos errores y faltas se hayan podido cometer de palabra, obra y omisión en los hechos de los últimos días”, aunque no se ha retractado del comunicado que lanzó el viernes en el que justificaba por qué había aprobado la grabación: reconocía que el vídeo utiliza “un lenguaje visual provocador”, pero argumentaba que esto “no afecta a la fe”, añadiendo además que la catedral siempre “ha procurado mantener un diálogo sincero con las manifestaciones culturales del momento”.

No obstante, Ferrer ha admitido que “fue un error” que ningún representante de la catedral estuviera presente durante la grabación para “hacer advertencias” sobre algunas “cosas” que luego “han provocado el escándalo de algunas personas”. “Esto se tenía que haber evitado, fue un fallo”, ha subrayado el deán, que ha reconocido que personalmente no le ha afectado “tanto” la polémica, aunque “a nadie le agrada que le pongan verde”, pero le ha dolido por sus padres, que son ancianos. “Yo admito toda crítica y reconozco que me puedo equivocar e incluso hacer mal, espero que sin querer, pero cuando me corrigen también me gusta que me corrijan con un poco de caridad y respeto. Pero bueno, ya digo, esto es para mí agua pasada, las críticas que me han hecho. Lo que quiero es que ahora todo el mundo esté sereno, viva en paz, no haya rencores o tensiones entre unos y otros”, ha manifestado.

Nathy Peluso y C. Tangana, en el vídeo de 'Ateo'.

Ferrer ha asegurado a la prensa que hay “cordialidad y sintonía” entre el arzobispo y él, pero ha admitido que hubo “fallos de comunicación” teniendo en cuenta los dos comunicados que se difundieron con pocas horas de diferencia el viernes: el del deán justificando la grabación y el del arzobispo lamentando y pidiendo perdón. “He de reconocer que hemos tenido fallos de comunicación, pero eso ha sido lo de menos. Digo lo de menos aunque también ha colaborado, a lo mejor, a que la cosa se complicase”, ha explicado, esperando que ahora vuelva la “normalidad después de todo este doloroso incidente”.

El deán también ha precisado que la catedral ha cobrado 15.000 euros por la grabación del videoclip y ha dicho que siempre se cobra un dinero cuando hay un fin comercial. Según Ferrer, “desde hace años” ese dinero se destina luego a obras sociales de la catedral (como se ha hecho en este caso) o a un fin específico cultural.

Juan Miguel Ferrer ha insistido en que no se retracta del comunicado inicial que difundió el pasado viernes, porque trataba simplemente de explicar las razones por las que se dio el permiso. Ha añadido que, a su juicio, lo que buscan todas las personas de buena voluntad, desde la música o desde la oración, es “hacer bien a la gente” y ha reflexionado: “Espero que después de todo este dolor y esta polémica todos nos esforcemos, cada día más, yo el primero, por trabajar por hacer bien unos a otros”.

También ha dejado claro que “normalmente” este tipo de grabaciones de vídeos en la catedral no se comunican al arzobispo, algo que “puede ser otro fallo”, y en este sentido ha apoyado lo que ya el viernes planteó el arzobispo de mejorar los protocolos y de “pedir siempre el visto bueno del Arzobispado para este tipo de actos que se salen de lo normal”.

Ante esta situación y sabiendo que quedaba poco para terminar su mandato, previsto para el 5 de noviembre, el deán ha tomado la decisión de dimitir ―que será efectiva el 16 de octubre― porque le ha parecido “una manera elegante de facilitar que todo se solucione” y una forma de no seguir “estirando” la polémica, ha dicho. A la misma hora en que se estaba desarrollando el acto de la Guardia Civil, el Arzobispado ha lanzado el comunicado en el que informa de su dimisión. Ferrer ha explicado a los periodistas que seguirá siendo canónigo y profesor, entre otras responsabilidades.

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