Jan Fabre dedica un espectáculo al Teatro Central de Sevilla como regalo por su 30º cumpleaños
El escenario andaluz celebrará su aniversario la próxima temporada con una programación cargada de figuras internacionales
Después de convertirse este año en un oasis en Europa para las artes escénicas de vanguardia durante la pandemia, el Teatro Central de Sevilla se prepara para celebrar su 30º cumpleaños la próxima tem...
Después de convertirse este año en un oasis en Europa para las artes escénicas de vanguardia durante la pandemia, el Teatro Central de Sevilla se prepara para celebrar su 30º cumpleaños la próxima temporada a lo grande con 60 espectáculos, una veintena de ellos estrenos, en los que se diluyen las fronteras entre los géneros. Una apuesta por “la indisciplina”, según su director artístico, Manuel Llanes, basada en un “género mestizo” en el que teatro, danza y música se fusionan y dialogan con otras artes. Entre esos estrenos se incluye una pieza exclusiva que el creador belga Jan Fabre (Amberes, 62 años) ha concebido como “un regalo” para conmemorar el aniversario, Sevilla (Un pequeño homenaje al Teatro Central), que se estrenará el 13 de mayo de 2022.
El pasado mayo, cuando visitó Sevilla para presentar el estreno absoluto de La fluida fuerza del amor, Fabre convocó unas audiciones pensando ya en este espectáculo y seleccionó a 11 bailarines/actores entre los más de 70 de toda España que se presentaron. “Es mi tributo al amor que siento por el Teatro Central y por quienes lo habitan”, escribe en su texto de presentación el artista, que fue uno de los primeros que pisaron ese escenario cuando se inauguró en 1992, cuando trajo su obra Sweet Temptations. Fabre adelanta que su homenaje será la suma de las obras que ha representado en este escenario (11 hasta ahora, entre ellas las 24 horas ininterrumpidas de Mount Olympus en 2016), junto al amor que siente por la ciudad, por su Museo de Bellas Artes, por Zurbarán, “por la vida nocturna y los famosos bares de flamenco”.
“Fabre y Cédric Charron, bailarín con el que trabaja desde hace dos décadas, dirigirán un taller de una semana con los 11 seleccionados y después, ya con un grupo más reducido, tendrán 15 días de ensayos antes del estreno de su homenaje a Sevilla”, ha adelantado este lunes Llanes, que además del Central dirige también los teatros Alhambra (Granada) y Cánovas (Málaga), los tres espacios escénicos de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Además de este homenaje, el creador belga ha preparado también para sus “amigos del Central” el estreno en castellano del monólogo Resurrexit Cassandra, con Stella Höttler, que podrá verse el 13 y el 14 de mayo, los mismos días que entregará su “regalo” al Central. La pieza, con texto de Ruggero Cappuccio, es un monólogo protagonizado por la trágica visionaria de la mitología griega.
Fabre es el número uno de la “escudería Central”, como llama Llanes al grupo de artistas fieles al escenario sevillano, cuya evolución han podido seguir los espectadores todos estos años. Anne Teresa de Keersmaeker, el alma de la compañía belga Rosas; Rachid Ouramdane, quien interpretó su primer solo en el Central y esta temporada llega como director del Teatro Nacional de Chaillot (París); el también belga Jan Lauwers, director de la Needcompany, el suizo Martin Zimmermann y los españoles Àlex Rigola y Andrés Lima forman también parte de esa escudería. Lima ha sido uno de los “amigos del Central” que ha estado este lunes en la presentación de su nueva temporada, que se ha celebrado abierta al público, como un espectáculo de espectáculos. También han acudido a la cita Pablo Messiez, Ricardo Iniesta, Alfonso Zurro, Lucía Vázquez, Celso Giménez y Fernando Lima, entre otros.
La “escudería” la forman un grupo de creadores que, en muchos casos, comenzaron a recalar en Andalucía en la década de los ochenta a través del Festival Internacional de Teatro de Granada, organizado por la Universidad, que Llanes fundó en 1983 y dirigió hasta 1987, cuando se trasladó a Sevilla para hacerse cargo del proyecto del Central. Pocos directores de un espacio escénico pueden decir que estuvieron el día que se colocó la primera piedra (en 1990 en el caso del Central), lo han gestionado desde su inauguración (el 18 de abril con La gallarda de Rafael Alberti, como parte de la Exposición Universal de Sevilla de 1992) y siguen ahí tres décadas después.
“Estos 30 años han sido un impagable regalo de la vida. El encargo de la Expo 92 hizo que mi hobby cuando era profesor de Teoría de la Literatura en Granada se convirtiera en mi profesión. A lo largo de este tiempo hemos logrado crear un diálogo positivo entre los artistas andaluces, nacionales e internacionales y también con el público, que se ha ido formando con las propuestas de creadores cuyas carreras hemos podido seguir desde aquí, como Jan Fabre, el japonés Saburo Teshigawara, Peeping Tom con sus trilogías, el argentino Pablo Messiez o nuestros flamencos más audaces, como Israel Galván o Rocío Molina”, ha comentado Llanes después de la presentación.
Pero en la nueva temporada, que comenzará el 22 de octubre con Shock 2 (la tormenta y la guerra), el montaje que Andrés Lima ha dirigido para el Centro Dramático Nacional, no todos son viejos conocidos; hay también recién llegados como la coreógrafa surcoreana Eun-Me Ahn, con el estreno en España de North Korea Dance, en la que cuestiona la evolución de un arte que ha estado 60 años sometido por un régimen dictatorial. También será su primera vez en el teatro sevillano para el francés Mathurin Bolze, acróbata, bailarín y director de la compañía MPTA, que presentará su circo contemporáneo.
Otro de los estrenos es el de la coreógrafa israelí Sharon Eyal, quien logró el reconocimiento internacional en 2015 con su obra OCD Love, pasó por Sevilla en 2019 con la segunda parte y en diciembre regresará con la pieza convertida en trilogía: Viaje brutal del corazón, en la que la música neotropical lleva al trance a sus 10 intérpretes.