Muere el actor Óscar Sánchez Zafra

Vinculado a la Compañía Nacional de Teatro Clásico, su rostro se popularizó en televisión con series como ‘Los hombres de Paco’ o ‘Cuéntame cómo pasó'

El actor Óscar Sánchez Zafra, el pasado mes de enero.CNTC//TWITTER (Europa Press)

Óscar Sánchez Zafra, quien fuera uno de los integrantes del núcleo duro de la compañía Teatro Meridional antes de ingresar en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, murió este domingo a los 52 años de edad. Tenía presencia escénica y un rostro expresivo, con ojos vivaces, con el que transmitía humanidad a sus personajes, además de una vis cómica aguzada, orgánica, idónea para interpretar al arquetipo ...

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Óscar Sánchez Zafra, quien fuera uno de los integrantes del núcleo duro de la compañía Teatro Meridional antes de ingresar en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, murió este domingo a los 52 años de edad. Tenía presencia escénica y un rostro expresivo, con ojos vivaces, con el que transmitía humanidad a sus personajes, además de una vis cómica aguzada, orgánica, idónea para interpretar al arquetipo del gracioso del teatro aurisecular.

Con Teatro Meridional, compañía nacida con un pie en España y el otro en Portugal, debutó en 1993 con Cloun Dei, espectáculo sin palabras que ponía en diálogo lo divino con lo pedestre, la vida de la gente de a pie, simbolizada por la figura del clown, con la autoridad y el poder, encarnados por un dios que no dejaba de hacerle trastadas, pero también guiños y caricias, a cuatro pobres payasos encarnados con ternura fulgurante por Sánchez Zafra y sus compañeros Álvaro Lavín, Julio Salvatierra y Miguel Seabra.

También con Meridional encarnó a un Benvolio cómplice hasta la médula y un Fray Lorenzo conmovedor en Romeo, versión montesca de la tragedia de Verona, comedia en la que tres actores pintaban con plasticidad meridiana la acción de Romeo y Julieta, utilizando el relato como pincel. Su trabajo de mayor envergadura hasta entonces coincidió no en vano con el mejor de esta compañía, un Cyrano en el que con solo cuatro personajes, Julio Salvatierra, autor de la versión, conseguía ofrecer una versión panorámica y en cinemascope de la tragedia de Edmond Rostand.

Fundó su propia compañía, Teatro del Nómada, con la que estaba de gira actualmente

Si el cuarteto que formaba entonces la compañía dirigida por Álvaro Lavín bailaba sin tregua su danza cómica en un tenso cable tendido entre el amor y la muerte, Sánchez Zafra además de vigor humorístico le imprimía una emoción genuina y un empaque formidable a un Cyrano arrojado, romántico, altruista, lunático y pendenciero. La crítica elogió merecidamente su trabajo y el estreno en el Festival de Almagro de 2002. En el Festival Garnatxa de La Rioja el montaje obtuvo el premio del público, y en la Muestra de Teatro de Ribadavia fue proclamado como mejor espectáculo de la edición de 2004.

Todavía con Meridional, siempre bajo la dirección de Lavín, coprotagonizó Qfwfq, a partir de Las cosmicómicas, de Italo Calvino, cuarteto bienhumorado que se eternizó en giras por España, Portugal e Iberoamérica; Macbeth, una tragedia ibérica; Magalhaes, nobre tragédia histórico-cómico-maritima, sobre la gesta del navegante luso; Jacques el fatalista, con dramaturgia de Salvatierra, como las piezas anteriores, y Miguel Hernández, donde encarnaba con formidable pálpito la figura esperanzada de Ramón Sigé.

Secundarios con relieve

El director británico Laurence Boswell sacó lo mejor de Sánchez Zafra en el papel del Tristán de El perro del hortelano, al que supo extraer todos los matices del personaje: era un gracioso fidelísimo a Teodoro, su amo, pero también a la letra de Lope; divertido en toda ocasión, pero con el empaque del matón por el que tiene que hacerse pasar para llevar el agua a su molino. Después de este exitoso montaje de la compañía Rakatá, Sánchez Zafra ingresó en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, donde no acabó de encontrar el lugar que se merecía. Hizo un aluvión de personajes característicos, a los que imprimió siempre dignidad y a los que supo poner al servicio del concepto de cada puesta en escena. A todo personaje secundario le dio relieve: supo ser corifeo y corista con empeño y rigor idénticos. Después fundó su propia compañía, Teatro del Nómada, con la que estaba de gira actualmente.

La televisión popularizó su rostro en series como Los hombres de Paco, Cuéntame cómo pasó, Amar en tiempos revueltos y Querido maestro, en la que interpretó a Bernabé a lo largo de 40 episodios. Sus papeles más destacados fueron para la microserie hispanofinesa Kosta (The paradise) y para La víctima número 8, serie de las televisiones autonómicas que puede verse ahora en Netflix. En el cine apareció, entre otras películas, en la segunda entrega de REC, de Jaume Balagueró y Paco Plaza. En 2022, se estrenará Operation Mincemeat, largometraje donde Zafra se puso a las órdenes de John Madden. Era una persona lúcida, apasionada, cordial siempre y entregada a su trabajo y a sus amigos.

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