Las vacunas, cabeza de cartel en el Vax Live
Jennifer Lopez, Foo Fighters y J Balvin participan en un concierto que exige la distribución equitativa del medicamento contra la covid en todo el mundo
Las mascarillas ocultaron 20.000 sonrisas. Aunque no podían verse, uno sabía que estaban ahí. Era imposible que no fuera así. 90 minutos fueron suficientes para descongelar los viejos recuerdos de los tiempos prepandémicos. Los conciertos masivos han vuelto a Estados Unidos, un país que ha vacunado al menos con una dosis al 45 % de su población. Las vacunas han sido cabeza de cartel en Vax Live, un acontecimiento transmitido vía YouTube a 100 países que mezcló el activismo de l...
Las mascarillas ocultaron 20.000 sonrisas. Aunque no podían verse, uno sabía que estaban ahí. Era imposible que no fuera así. 90 minutos fueron suficientes para descongelar los viejos recuerdos de los tiempos prepandémicos. Los conciertos masivos han vuelto a Estados Unidos, un país que ha vacunado al menos con una dosis al 45 % de su población. Las vacunas han sido cabeza de cartel en Vax Live, un acontecimiento transmitido vía YouTube a 100 países que mezcló el activismo de las celebridades con los líderes políticos y con el que se ha pretendido mostrar al mundo que el retorno a lo mejor de nuestro pasado está a nuestro alcance.
Vax Live fue una experiencia extraña, acorde con los tiempos vividos. Un concierto organizado en un gigantesco estadio para 70.000, donde casi la totalidad de los espectadores eran sanitarios y trabajadores esenciales ya vacunados y a los que les fueron exigidas pruebas negativas de coronavirus. En los palcos había empresarios que no encajaban en el perfil, pero que estaban presentes en la que fue la inauguración extraoficial de un palacio del fútbol americano que costó más de 5.000 millones de dólares. Todos corearon y bailaron canciones en un evento cuidadosamente diseñado para la televisión, que nunca alcanzó un clímax por las repetidas pausas de cambios de los escenarios y las continuas lecturas del teleprompter de Selena Gomez, una de las conductoras de la noche. Era una noche para promover la mayor petición humanitaria del momento, la equitativa distribución de la vacuna contra el coronavirus en todo el mundo.
“Había estado esperando algo así desde hace meses. Y volver a estar junto a tanta gente da un poco de miedo ahora por la falta de costumbre pero esta noche es simplemente genial”, dijo Lina Martínez, enfermera de 34 años en un hospital al sur de Los Ángeles. Acudió el domingo 2 de mayo, el día de la grabación del evento, con su pareja y algunos compañeros de la clínica. Los conciertos eran uno de los entretenimientos favoritos de Martínez antes de la pandemia. El Vax Live ha acabado con la sequía iniciada en marzo de 2020.
Eddie Vedder, vocalista de Pearl Jam, se encargó del primer número musical después de haber sido presentado por su amigo Sean Penn. “Maldita sea, este es un sentimiento que no habíamos tenido en mucho tiempo”, dijo sorprendido, después de interpretar Corduroy, por estar nuevamente parado frente a un micrófono y una audiencia. “Si tienen vacunas no la acumulen, ¡distribúyanlas ya!”, fue el mensaje a los líderes políticos del rostro más reconocible de la banda de Seattle.
El papa Francisco, a través de un mensaje grabado, recordó que el mal no es invencible y pidió no olvidar a los más vulnerables en un momento donde parte de la población desarrollada mira con reticencia la vacuna mientras países como India rebasan los 4.000 muertos diarios. El pontífice pidió la suspensión temporal de la propiedad intelectual de los medicamentos como muestra de un “espíritu de comunión que permita generar un modelo económico diferente, más inclusivo, justo y sustentable”. La petición de Bergoglio parece ser también acompañada por Estados Unidos.
Otros líderes políticos hicieron compromisos concretos. El presidente de Gobierno de España, Pedro Sánchez, recordó que enviará a Latinoamérica y el Caribe unas 7,5 millones de dosis cuando su país alcance el 50% de vacunados. Francia también enviará medio millón de dosis para inmunizar a sanitarios africanos en los próximos dos meses. África solo suma el 1% de su población vacunada. Un ejemplo del rezago. Mientras en Estados Unidos se inmunizó a 15 millones de personas la semana pasada, solo 10.000 dosis fueron aplicadas en Sudáfrica, un país de 60 millones y uno de los más desarrollados del continente. Si nada cambia será hasta 2023 que todos los africanos estén vacunados.
El evento organizado por Global Citizen ha servido también para recaudar 53,8 millones de dólares, de los cuales 39,5 millones irán para el mecanismo Covax, dirigido por la OMS y enfocado en abastecer de dosis a los países pobres. “No podemos descansar hasta que haya una distribución justa a todas las esquinas del planeta. El virus no respeta fronteras y este debe ser un derecho universal para todos”, dijo el príncipe Enrique, duque de Sussex.
La estrella del pop Jennifer Lopez tuvo dos números musicales en una noche con un cartel musical variado. Uno lo dedicó a versionar el clásico Sweet Caroline de Neil Diamond, que tiene que una larga trayectoria siendo coreada en estadios a máxima capacidad. Lopez llamó al escenario a su madre, con la que no pudo pasar Navidades por primera vez en su vida a causa de la pandemia, y que ya ha sido vacunada. “Hemos esperado demasiado para tener cerca a nuestros seres queridos”, dijo la actriz y cantante, quien eligió el tema de Diamond porque era la canción de cuna que le cantaba.
J Balvin llevó a todos a la luna. El colombiano estuvo sobre una réplica del satélite para interpretar su éxito Otra noche sin ti, el número que más hizo bailar en la noche y el más discreto en cuando a sus palabras dirigidas a la causa. Algo similar sucedió con H.E.R., la intérprete que acaba de ganar un Oscar a mejor canción original con I can’t breathe, de la película Jesús y el mesías negro. Su acto fue el único fuera del estadio, grabado en el estacionamiento. Decenas de menores de los barrios cercanos a Inglewood tocaron sus guitarras Fender para acompañar a la estrella de R&B.
La verdadera experiencia comunal no solo ha sido un tema de pop, rock cuyas letras y ritmos son compartidos por miles de desconocidos en un mismo momento y lugar. Lo que ha hermanado a todos esta noche, incluyendo a quienes estaban sobre el escenario, han sido los 13 meses que hemos pasado encerrados en casa, llenos de pérdida, miedos e incertidumbre. Pensando si alguna vez íbamos a estar otra vez en una butaca frente a los altavoces y preguntándonos ¿será igual? ¿Qué habrá cambiado? ¿Cuál será el fin de esto?
“He tenido este sueño”, lo resumió Dave Grohl, el líder de Foo Fighters y el grupo más elocuente de la noche con cinco temas, entre ellos My Hero, dedicado a todos los presentes. “Esto es como estar en casa. Ahora es como estar en casa. Los humanos necesitamos reunirnos y estar reunidos es como se construye la música”, dijo en lo que ha sido su primer concierto en más de año y medio. Un ayuno que rompió invitando a una leyenda al escenario, Brian Johnson, vocalista de AC/DC. Juntos tocaron Back in Black, cuya letra dice todo lo que se tenía que decir. “No digo adiós porque sé que nos veremos después”, dijo Grohl minutos más tarde dando por finalizado el hechizo de una noche donde miles debían volver a un mundo roto por la pandemia.