El homenaje de Joann Sfar al terror alegre y tierno
La actividad favorita del protagonista es ver películas de miedo, su cinefilia les lleva del expresionismo alemán a los estudios Universal de los años 30
En una cita atribuida a su colega Javier Mariscal, el dibujante francés Joann Sfar se gana la alargada etiqueta del “Picasso del siglo XXI”. Adorado dentro y fuera de su país, Sfar dirige ahora la adaptación al cine de su cómic más autobiográfico, El pequeño vampiro, un alegre y tierno homenaje a la diferencia y al cine de terror clásico y para todos los públicos. Se trata de su segunda película animada después de la adaptación hace diez años de su gran éxito, El gato del rabino, y de su incursión en el biopic con actores con un filme sobre Gainsbourg.
Sfar suele re...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
En una cita atribuida a su colega Javier Mariscal, el dibujante francés Joann Sfar se gana la alargada etiqueta del “Picasso del siglo XXI”. Adorado dentro y fuera de su país, Sfar dirige ahora la adaptación al cine de su cómic más autobiográfico, El pequeño vampiro, un alegre y tierno homenaje a la diferencia y al cine de terror clásico y para todos los públicos. Se trata de su segunda película animada después de la adaptación hace diez años de su gran éxito, El gato del rabino, y de su incursión en el biopic con actores con un filme sobre Gainsbourg.
Sfar suele recordar que creció viendo cine fantástico junto a su abuelo. Frankenstein, Drácula, El hombre lobo o La momia inspiraron su fértil imaginación. Huérfano de madre, creció con los sentimientos de ausencia y sobreprotección demasiado agudizados, algo que está presente en El pequeño vampiro, un cómic que funciona como alegato a favor de la inclusión de los niños que se escapan a la norma. La gracia y el humor sobrevuelan una película de animación que presenta al pequeño Vampir en una encrucijada vital: tiene 10 años lleva 300 muerto y, sencillamente, se aburre. Siempre junto a su inseparable perro Fantomate, Vampir vive en una casa encantada en la costa junto a su bella madre, Pandora; su padrastro, el Capitán de los Muertos, y todo tipo de zombies, monstruos y fantasmas.
La actividad favorita del pequeño vampiro y sus amigos es ver películas de miedo, su cinefilia les lleva del expresionismo alemán a los estudios Universal de los años 30 o la British Hammer de los 50, películas que también alimentaron al pequeño Sfar cuando vivía en Antibes con sus abuelos. Miguel, el niño huérfano y solitario que se cruza en el camino de Vampir, es el alter ego más evidente del autor. Pero la realidad aquí importa poco y Sfar desdobla su experiencia entre el solitario Miguel y el pequeño e inadaptado Vampir. En definitiva, una fantasía capaz de darle la vuelta a las sombras de la experiencia infantil hasta convertirla en una luminosa y feliz aventura.
EL PEQUEÑO VAMPIRO
Dirección: Joann Sfar
Género: animación, Francia, 2020.
Duración: 85 minutos.