La conquista de Mattotti

Basada en un relato para niños publicado en 1945 por el escritor y periodista Dino Buzzati, La famosa invasión de los osos en Sicilia es el deslumbrante estreno en el cine de animación de Lorenzo Mattotti, toda una figura de la ilustración y la historieta. Mattotti ha firmado, entre otras muchas, algunas de las mejores portadas de The New Yorker, una de las versiones más bellas que existen del Pinocho de Collodi o la edición inspirada en El cuervo de Poe que ...

Basada en un relato para niños publicado en 1945 por el escritor y periodista Dino Buzzati, La famosa invasión de los osos en Sicilia es el deslumbrante estreno en el cine de animación de Lorenzo Mattotti, toda una figura de la ilustración y la historieta. Mattotti ha firmado, entre otras muchas, algunas de las mejores portadas de The New Yorker, una de las versiones más bellas que existen del Pinocho de Collodi o la edición inspirada en El cuervo de Poe que Lou Reed realizó en 2010. Pero a sus 66 años, el artista italiano ha dado un paso más en su larga y prestigiosa carrera con una película que recrea el mundo de Buzzati, quien además de escribir también ilustraba algunas de sus obras y que imaginó estos osos que ahora reviven en todo su esplendor.

La famosa invasión de los osos en Sicilia se presentó en la sección Una cierta mirada del pasado Festival de Cannes, certamen para el que Mattotti había creado su cartel del año 2000. Divida en dos voces, la de un cuentacuentos de la comedia del arte que viaja acompañado de su hija y la de un viejo oso que vive en una cueva, se trata de una fábula sobre osos reyes, oseznos secuestrados por cazadores, guerras, magos, conquistas, palacios y, finalmente, la corrupción del poder. Una película que cautiva por sus propios logros pero también por cómo toma distancia de los dos grandes imperios del cine de animación, Japón y Estados Unidos.

La película reivindica un trazo sólido y una paleta cromática de rojos, verdes, amarillos y azules entroncados con un legado artesanal genuinamente europeo. En algunos momentos hasta recuerda a esas figuras de madera con las que jugaban los niños de principios del siglo XX y cuya pedagogía tanto influyó en el arte contemporáneo y el diseño posterior. Y es que esta fábula en la que hombres y osos se enfrentan en un particular universo de naturaleza y fantasía reclama la belleza de la animación tradicional alejada de piruetas tecnológicas, con la sencillez y la profundidad de unos preciosos dibujos que parecen no tener fecha ni de nacimiento ni de caducidad.