Kathryn Bigelow nunca estuvo sola

Uno de los falsos mitos sobre Hollywood es que Kathryn Bigelow —que reparte mandobles desde que en 1981 dirigió The Loveless con sus motoristas liderados por Willem Dafoe— es la única directora de cine de acción. Nunca fue así; siempre ha habido otras cineastas capaces de rodar la violencia y los tiroteos con buena mano, pero en los últimos tres años, además, sus nombres ya han encontrado el eco adecuado entre los espectadores. No hay más que pensar en veteranas como ...

Uno de los falsos mitos sobre Hollywood es que Kathryn Bigelow —que reparte mandobles desde que en 1981 dirigió The Loveless con sus motoristas liderados por Willem Dafoe— es la única directora de cine de acción. Nunca fue así; siempre ha habido otras cineastas capaces de rodar la violencia y los tiroteos con buena mano, pero en los últimos tres años, además, sus nombres ya han encontrado el eco adecuado entre los espectadores. No hay más que pensar en veteranas como Mimi Leder (El pacificador, Deep Impact), de las películas de Catherine Hardwicke (Crepúsculo, el remake de Miss Bala), en lo que supuso el trabajo en la animación de Brenda Chapman (Brave, y ahora en cartel con Érase una vez...) y de Jennifer Yuh Nelson (Kung Fu Panda 2), de los años dedicados a las peleas físicas de Anna Foerster (en televisión Outlander y en cine cerró la saga de Underworld), de la codirección de Anna Boden en Capitana Marvel... O más atrás, ¿quién dirigió American Psycho, Tank Girl, Punisher 2: zona de guerra, Amor carnal, En el punto de mira o Streets? Cineastas mujeres.

2020 iba a ser el año de su consagración, como sí ha ocurrido en otros géneros gracias a la pléyade de creadoras de cine de terror y a las autoras que han abierto camino en los festivales —Venecia y San Sebastián los ganaron dramas de directoras, y en Berlín las dos mejores películas también habían sido lideradas por mujeres—. En la acción, Wonder Woman 1984, La vieja guardia, Mulán, Viuda negra y Aves de presa eran los ases ganadores. Pero llegó la pandemia: Mulán, de Niki Caro, se fue a Disney + y Viuda negra, de Cate Shortland, se ha retrasado hasta mayo de 2021. Al menos, Aves de presa, de Cathy Yan, en salas, y La vieja guardia, de Gina Prince-Bythewood, en Netflix, lograron el eco esperado.

Hay más, muchas más: Reed Morano estrenó en marzo El ritmo de la venganza; llegarán Detainment, de Trina McGee; Jolt, de Tanya Wexter, y Los Eternos, de Chloé Zhao (la ganadora del último Venecia con Nomadland). Solo por hablar de películas en rodaje o posproducción. Y para 2022 ya está anunciada Capitana Marvel 2, de Nia DaCosta, mientras Ana DuVernay prepara la adaptación de The New Gods. Además, habrá que estar atentos a Together Now, un filme compuesto por ocho capítulos dirigidos por sendas cineastas, entre las que están Hardwicke, Robien Wright, la brasileña Kátia Lund (codirectora de Ciudad de Dios), la mexicana Patricia Riggen, la polaca Malgorzata Szumowska o la argentina Lucía Puenzo, porque en alguno de ellos saltarán chispas.

Si a eso sumamos que por fin una cineasta de experiencia como la misma Patty Jenkins va a dirigir Escuadrón rebelde, la que ella misma califica como “la película sobre combates aéreos más espectacular de la historia” en homenaje a su padre, piloto militar fallecido en acto de servicio, y que encima será un filme del universo Star Wars, la cosa está clara: que nunca más se resuciten los falsos mitos.