La música de cámara vuelve al Círculo de Bellas Artes, pese a todo

La segunda edición del ciclo madrileño, que contrarrestra la reducción de aforo con más conciertos, se celebrará del 29 de noviembre al 23 de mayo

Cuarteto Mandelring, que protagoniza uno de sus conciertos.uwe arens

La segunda edición del ciclo Círculo de Cámara es una apuesta por 12 conciertos mestizos, tanto por la mezcla de estilos –clásico y flamenco– como por la asociación de artistas de distintas edades y recorridos. El Círculo de Bellas Artes (CBA) vuelve a acoger los espectáculos de música de cámara, esta vez los domingos desde el 29 de noviembre al 23 de mayo, con las entradas disponibles en web. El dir...

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La segunda edición del ciclo Círculo de Cámara es una apuesta por 12 conciertos mestizos, tanto por la mezcla de estilos –clásico y flamenco– como por la asociación de artistas de distintas edades y recorridos. El Círculo de Bellas Artes (CBA) vuelve a acoger los espectáculos de música de cámara, esta vez los domingos desde el 29 de noviembre al 23 de mayo, con las entradas disponibles en web. El director artístico, Antonio Moral, explica por teléfono que han querido paliar la medida de reducción de un tercio del aforo con la adición de tres espectáculos más. Recuerda que el año pasado fue un éxito, con aproximadamente 4.000 asistentes.

“Hay ciclos en Madrid de muchos estilos y las instalaciones del teatro Fernando de Rojas ubicado en el CBA ofrecían la posibilidad de unos conciertos que en un auditorio no funcionarían. Abre la oferta a un público mucho más amplio”, señala el director de Círculo de Cámara. Jordi Savall vuelve a estrenar este año, acompañado de Pedro Estevan, con melodías instrumentales y medievales del Mediterráneo. “Plantea un diálogo entre oriente y occidente con sonidos que recoge de la antigua España cristiana, judía y musulmana, y que pertenecen a Magreb, Armenia o Afganistán, entre otros lugares”, explica Moral.

El ciclo aúna diferentes estilos entre los instrumentos y el cante de “músicos de primera línea”, según califica el director artístico. Por ejemplo, esta segunda temporada concluye en una fusión barroca y flamenca: Las idas y vueltas: músicas mestizas. Para su representación se han unido el grupo Accademia y el cantaor onubense Arcángel.

Imagen del Cuarteto Cosmos, que actuará en el Ciclo de Cámara.Servicio Ilustrado (Automático) (Europa Press)

El vínculo también es generacional; cohabitan musicalmente diferentes edades sobre el escenario. El Cuarteto Casals se reúne por primera vez con el pianista Juan Pérez Floristán, de 27 años, para ofrecer el Quinteto op.34, de Johannes Brahms. También ocurre con el andorrano Lluís Claret, referencia del violonchelo contemporáneo, que interpreta junto a El Cosmos, un joven cuarteto creado en Barcelona hace poco más de un lustro, el Quinteto en do mayor de Schubert. “Hemos escogido a un cuarteto joven con un intérprete ya consagrado y en el otro caso un cuarteto ya consagrado con un intérprete joven. Buscamos ese tipo de asociaciones”, añade.

Para el director artístico, la columna vertebral del ciclo es el Cuarteto Mandelring, fundado en 1983 en Berlín. Interpretarán su grabación integral de los Cuartetos de Shostakóvich, que les situó como conjunto referencia en el compositor soviético. “Es uno de los más importantes de música de cámara, probablemente el más importante del siglo XX. Se trata de una cronología de su vida que comienza en 1938 y termina en 1974. Prácticamente todo su recorrido compositivo”, define.

Dentro del carácter ecléctico del Círculo de Cámara, también hay cabida para el cine. Este año El Trío Arbós, Premio Nacional de Música 2013, repetirá la experiencia de acompañar a una película con música en vivo. En esta ocasión es College (1927) de James W. Horne y Buster Keaton, con música de Stephen Prutsman (1960). “Una fantástica manera de aproximar dos épocas tan distantes”, indica el folleto.

El espacio acompaña al ciclo; querían recuperar un sitio histórico “porque casi todo está monopolizado en el auditorio nacional”. El teatro Fernando de Rojas data de 1984 y cuenta con 500 localidades frente la otra sala del CBA, la de columnas, que solo tiene 300 asientos. Moral incide en la intención de ocupar un espacio en el que antes no había sonado este estilo de composiciones: “La idea es ofrecer diversidad y buscar un lugar distinto para devolver la música clásica al centro de Madrid”.

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