La Alhambra se niega a devolver las entradas no usadas desde junio

Los turoperadores reclaman “más de un millón de euros” por las reservas hechas tras la reapertura del monumento y que tuvieron que ser canceladas por el cierre de fronteras

La Alhambra, vista desde el mirador de San Nicolás, una de las panorámicas más reconocidas del Albaicín.M. RUIZ

El Patronato de la Alhambra y Generalife se niega a devolver o cambiar las entradas compradas por los operadores turísticos nacionales e internacionales tras la reapertura del monumento Patrimonio de la Humanidad el pasado 17 de junio, una vez se levantaron las restricciones del confinamiento. Son entradas que no han podido ser utilizadas por los viajeros extranjeros que las compraron debido a los cierres de fronteras o por el miedo a los rebrotes. Es la respuesta que ha dado la institución a las empresas turísticas, tal y como ha podido saber EL PAÍS. “Mientras el monumento esté abierto al pú...

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El Patronato de la Alhambra y Generalife se niega a devolver o cambiar las entradas compradas por los operadores turísticos nacionales e internacionales tras la reapertura del monumento Patrimonio de la Humanidad el pasado 17 de junio, una vez se levantaron las restricciones del confinamiento. Son entradas que no han podido ser utilizadas por los viajeros extranjeros que las compraron debido a los cierres de fronteras o por el miedo a los rebrotes. Es la respuesta que ha dado la institución a las empresas turísticas, tal y como ha podido saber EL PAÍS. “Mientras el monumento esté abierto al público, la normativa establece que no hay devolución ni cambio posible”, ha contestado el Patronato a los afectados, que mantienen desde junio reuniones tanto con la Junta de Andalucía como con la entidad responsable de la gestión de la Alhambra. Las empresas aseguran que el precio de las entradas que se “ha apropiado el Patronato sin ofrecer alternativa” superaría el millón de euros. La Asociación Provincial de Empresas de Intermediación Turística de Granada gestiona las entradas de 80 operadoras y asegura que cada una ha perdido cerca de 14.000 euros con esta decisión.

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“Lo consideremos una estafa, porque no hay motivo para argumentar que no se devuelva o se cambien para otro día las entradas. No pueden retener ese dinero”, explica Juan Peláez, presidente de dicha asociación.

El representante del sector apunta que la gestión de las entradas de la Alhambra obliga a los turoperadores a efectuar grandes desembolsos con cerca de seis meses de antelación como única forma de garantizar la visita programada de viajeros de otros países. La misma situación la describen fuentes de Europamundo. Esta empresa asegura que compró los tiques para sus clientes de todo el año en febrero y que esa adquisición anticipada les ha ocasionado pérdidas por valor de 24.000 euros.

La liquidez de estos negocios durante la crisis sanitaria, explican desde el sector, se ha visto muy mermada, y no recuperar el dinero ni cambiar esas entradas adquiridas les genera un agujero tan hondo como peligroso.

Fuentes del Patronato responden a este periódico de una manera menos contundente: “La devolución de las entradas de la Alhambra vendrá determinada por los criterios que establezca el Gabinete Jurídico de la Junta de Andalucía”, indican.

El Patronato del conjunto histórico es una agencia administrativa que pertenece a la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, cuya responsable es Patricia del Pozo Fernández (PP), y ha declinado responder a las preguntas sobre el caso. Las citadas fuentes del patronato alegan que la devolución de esas entradas no se ha producido, después de meses de reclamación, porque la normativa aclara que solo ocurrirá cuando el monumento esté cerrado.

Tampoco está planteado el canje de esas entradas por otras, porque “el cambio de fecha no está previsto en la normativa del monumento”. “En estos momentos es inviable”, añaden. Tampoco pueden calcular con precisión la cantidad de entradas compradas y no disfrutadas. “Es una decisión que no solo daña los intereses turísticos, sino a la imagen de España como país y la de un monumento que es Patrimonio de la Humanidad”, pone de manifiesto Jorge Traver, portavoz de la European Tourism Association, entidad a la que la Alhambra también le niega la devolución del dinero de sus representados. “Los clientes no pueden disfrutar de lo pagado por causas ajenas a su voluntad, imposibles de soslayar por mucho que lo deseen, ya que son los Gobiernos quienes impiden la entrada o la salida del país. No ha sido un incidente local lo que les impidió viajar; ha sido una pandemia de alcance mundial”, subraya.

Financiación por taquilla

La Alhambra se autofinancia con el ingreso de la taquilla (14,85 euros por entrada), que supone cerca de 30 millones de euros anuales. Desde la dirección del Patronato prefieren no avanzar un cálculo de pérdidas en 2020. “Nuestros resultados serán muy inferiores a los ingresos de años anteriores”.

El Patronato sí reembolsó aquellas entradas que fueron canceladas con el cierre del conjunto monumental, entre el 13 de marzo y el 16 de junio, por el estado de alarma. Las devueltas “de oficio” sumaron 170.644, por un importe de 2.115.484 euros, según datos facilitados por la dirección del Patronato. Las posteriores a esa fecha no se han devuelto y Juan Peláez, que se ha reunido varias veces en los últimos cuatro meses con la institución y con la Administración, asegura que solo ha recibido negativas. Tiene poca esperanza en que la Consejería de Cultura y el Patronato rectifiquen su decisión, pero insiste en que “no existe ningún argumento para no devolver un dinero que no les pertenece”.

Las empresas turísticas denuncian que los gestores de los monumentos internacionales han generado bonos por entradas compradas que no se pueden disfrutar, y cuya validez se extiende hasta finales del año 2021.

Es el caso del Coliseo de Roma o del Palacio de Versalles, donde, además, apenas se requiere un par de días de antelación en la compra de entradas. En la Alhambra no es así y esto dificulta sortear las dificultades de la actualidad española, tan variable en plena crisis sanitaria. Además, es el único monumento español aforado (2.750.000 personas al año) y con entrada nominativa (por seguridad y por conservación). “Es un sistema muy complejo y complicado”, explican desde el Patronato. Ahora el aforo es del 65%, aunque apenas hay días en los que se logra cubrir el cupo.

Una venta contra fraudes

El riguroso sistema de entradas con el que la Alhambra y el Generalife gestiona el acceso al conjunto tiene su origen en la estafa que ocurrió entre 2002 y 2005 y que acabó con condenas menores para 10 personas y la absolución de otros 40. La Audiencia Provincial de Granada consideró probada la existencia de “una trama urdida” para acceder al monumento con grupos de visitantes “sin portar la totalidad de las entradas o con entradas ya usadas o, incluso, con entradas falsificadas”. La investigación no pudo hallar el presunto desfalco de 6,6 millones de euros que según la fiscalía habría cometido la red formada por empresarios, guías turísticos y empleados del conjunto que se enriqueció permitiendo el acceso irregular a miles de personas al monumento. Actuaban de modo coordinado para facilitar el ingreso irregular en el monumento a más personas de las permitidas. Era una organización paralela de acceso al recinto. Una de las acusadas reconoció que había grupos de 30 con entradas para 15 y grupos sin entrada o con entradas ya cortadas. Un equipo policial de incógnito se hizo pasar por trabajadores de la Alhambra para certificar el fraude. Con el sistema actual se evita la negociación de los tickets adquiridos.


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